
¿Con qué fantaseas, querida? — Pero… pero ¿cómo vamos a marcharnos así como así? – balbuceó Zara cuando su amante le dio la noticia. — Tranquila. Ya he avisado a la agencia y me he permitido darnos vacaciones a las dos, que para eso soy la jefa, niña – respondió Candy, luciendo una amplia sonrisa sardónica. Se encontraban en la cafetería 52’s, en los bajos del propio edificio de la agencia, tomando café y bollos, a las diez de la mañana. Muchos clientes las miraban de reojo, alegrándose la mañana al contemplar aquellas dos bellezas. Una era joven, una espigada […]