
Tengo el brasier a medio caer, rebosan mis pechos grandes y se desabrigan mis pezones, la bombacha despernancada realza mi cuerpo que sin tener medidas perfectas mantiene esa forma de venus que da la cintura estrecha y las caderas salientes, con un vientre casi plano, como una sábana extendida que termina en un pubis desértico de vellos. Dibuja también la silueta de mis lomas traseras, sostenidas por un par de muslos fuertes que protegen la estrechez de un sexo que no ha parido hijos pese a sus 33. Me miro detenidamente, una cabellera rizada, larga y oscura da marco a […]