
Capitulo uno. Conozco a Claudia y a Gloria. La primera vez que tuve constancia de su existencia, fue al recibir un email en mi cuenta de correo. El mensaje era de una admiradora de mis relatos. Corto pero claro: “Hola soy Claudia. Tus relatos me han encantado. Leyéndolos, he disfrutado soñando que era, yo, tu protagonista. Te he agregado a mi MSN, por favor, me gustaría que un día que me veas en línea, me digas algo cachondo, que me haga creer que tengo alguna oportunidad de ser tuya”. Estuve a punto de borrarlo, su nick me decía que tenía […]