
Partiendo de que la gran mayoría de los hombres estamos más que dispuestos a follarnos a todo lo que lleve falda, que una mujer te haga esa pregunta resulta al menos morboso. Pero si la dama en cuestión resulta que es la hermana de tu esposa y encima está preñada, dicha cuestión se convierte por si sola en algo que te levanta la temperatura hasta límites insospechados. Para explicaros cómo llegó Esther a estar tan desesperada para que obviara el hecho de que soy su cuñado y se me ofreciera de una manera tan directa, debo contaros un poco de […]