
No nos engañemos, la zoofilia está mal vista. Tanto los gays como los heteros, entre los que me incluyo, pensamos que dicha parafilia es una aberración de mentes trastornadas y por eso jamás creí que iba a ser participe activo de una sesión zoo. En este capítulo os voy a contar mi experiencia. Todo comenzó un viernes en el que mi jefa me llamó para que le confirmara que estaba dispuesto a hacer un servicio un tanto especial, por lo visto, una conocida suya, una treintañera de mucho dinero quería contratarme para pasar un fin de semana en su cabaña […]