
-¿Aceptas, el qué? -Que me castigues después de follarme. -¿Por qué lo aceptas? -Porque en estos días me he dado cuenta de que te preocupas por mí, me cuidas, me enseñas… Aunque seas duro conmigo. He recibido más atención de ti en una semana que en toda mi vida de la gente que me ha rodeado. -Me haces dudar, pero de momento tienes pendiente la otra parte del castigo. Ahora cenaremos e irás a dormir al pajar. Mañana hablaremos. Después de cenar, la llevé al pajar para que durmiese. El sábado por la mañana, le quité la cadena, la hice […]