como sabe el lector después de mover las agujas del reloj del tiempo aparecí en la época de Luis xvI allí e me cayó el alma a los pies con lo que vi era París pero en la miseria el pueblo estaba muerto de hambre y los niños pedían en la calle las prostitutas a acercaban a los caballeros para acostarse con ellos por una monedas allí escondido vi como mataban a un noble y le quitaban la bolsa dejaron el cuerpo el cuerpo tirado lo cual aproveche para vestirme yo de noble con sus ropas.
– han matado al conde de Rochefort- dijeron- que venía a ver a su majestad el rey Luis xvi.
entonces aparecí yo vestido y me confundieron con él. por lo que se ve nunca le habían visto solo sabían que le habían golpeado y pensaron que le habían matado. cuando aparecí la guardia y pensaron que era yo al verme con sus ropas y me acompañaron haber al rey ya que era invitado de su majestad.
– habéis tenido suerte Rochefort me dijeron que os habían matado esa chusma – dijo el rey Luis xvi.
parece que su majestad el rey tampoco conocía al conde de Rochefort y por eso le haba invitado a su palacio de Versalles parecer negocios y entablar amistad.
– majestad me salve por los pelos gracias a vuestra guardia- dije yo París.
– se ha vuelto insoportable con esa chusma. seréis mi protegido mientras viváis aquí.
– gracias majestad -dije yo.
por lo que vi Versalles era magnifico con sus lamparas de oro y arañas y sus tapices y cuadros todo un lujo mientras tenía al pueblo muerto de hambre.
– os voy a presentar a mi esposa Rochefort.
– será un placer majestad -dije yo.
menos mal que había estudiado las costumbres de esa época y estaba familiarizado con el idioma y sus nobles.
– que venga mi esposa la reina María Antonieta de inmediato. vamos vasallo díselo.
– enseguida majestad.
al poco rato la reina apareció y conocí a María Antonieta era una belleza para un rey como este. ella era más joven que el aparentaba bastantes años menos.
– encantado de conocerle conde – me dijo la reina.
– es un placer. veros deslumbráis con vuestra belleza.
ella sonrió.
– algunos tenían que aprender como vos.
el rey carraspeó.
– vamos a tomar un refrigerio cambiando de conversación- dijo el rey.
me di cuenta de que ella no era feliz lo hacía por aparentar porque era su deber, pero nada más allí no había amor en su rostro así que fuimos los tres a tomar un refrigerio que más que un refrigerio parecía una comida copiosa. no faltaba de nada limonada de la más fresca fruteros llenos de fruta de todas las clases pan tierno y leche recién ordeñada mermelada miel zumo de naranja etc.
yo me quede asombrado tanta comida con mucho menos que dieran al pueblo podían vivir y no se la comerían y aun le sombraría comida.
– que os parece París- pregunto el rey -sí que habéis tenido mala entrada, pero os aseguro que disfrutareis mucho con esta ciudad. París es encantador y maravillosos- dijo el rey -no os preocupéis por la chusma esa. mis guardias os protegerán siempre. os gustara París y rincones ahora me retiro -dijo el rey -os dejo con mi esposa ella os atenderá igual que si fuera a mí. verdad querida.
– si mi esposo vete sin cuidado.
– me voy yo a descansar perdonar -dijo el rey- es hora de mi siesta.
– descansar majestad ya hablaremos.
así que me quede con María Antonieta a solas ella me pregunto:
– A que venís de otra parte de Francia. como son las mujeres allí.
– muy ardientes majestad -dije yo.
ella enrojeció.
– no me refería a eso me refería como vestían y su forma de ser, pero gracias por infórmame vos me haréis compañía y me contareis cosas de Toulus y otras regiones de Francia.
– pero majestad -dijo yo -si estáis con el rey como podéis decir que estáis sola. perdonar mi atrevimiento -dije yo.
– el rey no se ocupa de mi como debiera mi querido Rochefort. tiene a su amante madame du Barry ni me hace caso. solo está conmigo por aparentar -me dijo.
-Una reina -dije yo- tan bella como vos.
– me encontráis bella.
– por supuesto mi reina. hermosísima si fueras mi esposa no pararía de llevaros al lecho conyugal -dije yo.
ella sonrió y enrojeció.
– es muy halagador lo que decís Rochefort.
– es la verdad mi reina.
– nos veremos Rochefort y tenéis preparados los aposentos para que dormías y descanséis. ya nos veremos.
– un placer mi reina.
la cama era grandísima cambian dos personas y al lado mucha limonada agua fruta y comida me sentía yo el rey en París total que era de noche y estaba yo durmiendo cuando sentí que un cuadro en falso se movía. era una puerta falsa.
– quien anda ahí- dije yo.
– chchis -dijo María Antonieta- soy yo. no hagáis ruido.
– que hacéis aquí.
– quiero pasar la noche con vos.
– pero mi reina que dirá el rey.
– el rey no duerme conmigo esta con la puta de madame du Barry su amante. no llega hasta por la mañana. se cree que no lo sé.
– pero como consentís eso.
– no puedo hacer nada además es casi impotente -dijo ella- me casaron sin amarle. mi familia para ser poderosos y formar una alianza con Francia entre Austria y Francia. quiero que me améis Rochefort.
– como decís.
– seré vuestra hacerme el amor como si fuera vuestra esposa o vuestra amante o vuestra puta me da igual. quiero ser vuestra esta noche.
– bien mi reina si eso deseáis seréis complacida.
– olvidaros que soy vuestra reina- dijo ella- quiero ser vuestra hembra o vuestra mujer tratarme como tal.
así que la desnude y me desnude la deje las ligas que me ponían cachondo y la dije:
– chuparme la verga Antonieta.
– si Rochefort quiero vuestra verga joderme soy vuestra reina que necesita un rabo como el vuestro.
así que se la metí en la boca y no paro de mamar.
– así así mi reina ponérmela dura. ser bien puta -dije yo.
– si Rochefort necesito vuestra verga en mi coño no paréis de cogerme y follarme. Rochefort os necesito. darme verga ya que el impotente de mi esposo aparte de ser infiel no me coge como tiene que cogerme. así que mientras estéis aquí seré vuestra amante Rochefort.
– será un placer mi reina seréis mi puta y mi amante. ahora poneros a 4 patas que os voy a dar por el culo Antonieta- dije yo.
– me haréis daño.
– no mi reina y disfrutareis mucho ya lo veréis.
así que le preparé el culo y se la metí hasta los cojones ella se Moria de gusto.
– ahahahaha me gusta más Rochefort más os amo Rocherfort. más joderme más esto es divino.
– ahora os chupare las tetas mi reina.
ella se volvía loca.
– os amo -dijo ella llorando- nunca me han hecho el amor. así he gozado una barbaridad.
al rato se enteró por un médico que estaba embarazada.
– que vamos a hacer. que dirá Luis.
– no os preocupéis dije yo solo tenéis que convencerle que haga el amor con vos y le cargáis el muerto a él.
ella se rio.
– tenéis razón es lo que se merece ese bastardo de mi marido. pero como hacerlo si no se separa de la madame esa du Barry.
-tranquila de eso me encargo yo la seduciré y vuestro marido se quedará esa noche sin follar con ella y acudirá a vos y entonces le cargareis el muerto a él y ahora seguir me follando.
– Rochefort sois increíble y os amo.
así que prepare el plan para seducir a la madame du Barry hice que el rey me la presentara vi como la miraba vi que estaba enamorado de ella, aunque yo la veía que era un golfa que hacia lo que quería con su majestad.
– sois muy bella madame. he oído hablar mucho de vos.
– nada bueno supongo.
– nada de eso he oído hablar cosas increíbles de vos.
– como cuales.
– como que sois una gran mujer y podéis volver loco a cualquier hombre.
– y vos os lo creéis- dijo.
– lo que veo y oigo y sois bellísima.
el rey estaba un poco celoso.
– bueno querida nos vamos.
– adiós Rochefort que os divertías.
– igual majestad.
ella se rio:
– ya nos veremos Rochefort.
pero vi claramente que le había gustado y sin que se dirá cuenta el rey me dejo un mensaje en una servilleta. decía a las 2 esta noche. el plan estaba echo.
– creí que no ibais aparecer.
– y eso- dije yo.
– me habéis puesto muy sofocada con vuestros halagos y no podéis dejar así a una dama.
– yo no os dejaría nunca vuestros sofocos- y la bese.
– Rochefort quiero ser vuestra y estar en el lecho con vosotros.
– vamos pues.
la desnude y que cambio era una zorra con mayúsculas como la chupaba. sí María Antonieta no tenía mucha experiencia, esta follaba por mil menudas putas era.
– así -me dijo- quiero vuestra verga. Follarme. quiero ser vuestra puta y que vos seáis mío milord.
y la metí la poya hasta los cojones.
– joder no me extraña que el rey le tuviera loco volvía loco a cualquier hombre.
como follaba en la cama lo mismo por el culo que por donde fuera menuda guarra. se la metí por todos los sitios y me corrí dentro de ella.
– así darme vuestra leche milord lo necesito.
El rey al mismo tiempo estaba follando a María Antonieta él se realizó sin dificultad y al poco tiempo nació un hijo de María Antonieta el delfín. yo seguía follando a María Antonieta y a la du Barry bastante tiempo hasta que el pueblo no pudo más y hubo un a revolución y cogieron a los reyes y fueron prisioneros. yo porque lo sabía es decir la fecha sino me cortan la cabeza a mí también.
no pude hacer nada por ellas primero fue du Barry ajusticiada en la plaza de la revolución luego el rey fue apedreado hasta llegar a la guillotina y escupido. Luego le tocó el turno a ella ella me vio y con su mirada me dijo al morir que no me olvidaría mientras me veía entre la muchedumbre escondido. su hijo también fue muerto el pueblo se levantó en armas y todos los nobles fueron guillotinados.
yo pude escapar gracias al reloj del tiempo nunca la olvidare de pronto cambie las agujas y desaparecí de París para caer en donde leches estaba todo parecía sacado de una película de ciencia ficción había naves espaciales y mire al reloj la fecha joder estaba en el futuro y el año 4050 CONTINUARA