ROSA. LA CACHONDA INVISIBLE (2)
Nuestra protagonista estaba tumbada en la cama, se encontraba agotada de placer pues desde que salió del baño sobre las 11:15 hasta ahora una hora después, se había hecho unas tres pajas y se había corrido siete veces. Tenía las sabanas encharcadas y estaba aun caliente, pero decidió detenerse y levantarse a comer algo así que se incorporo y se miró al espejo pero siguió sin verse, desde que salió de aquel baño y se volvió invisible su ritmo cardiaco había aumentado, la sensibilidad de su cuerpo también y sus deseos de sexo estaban totalmente disparados, durante sus orgasmos se corría como una fuente y gozaba como nunca lo había hecho, antes ella se consideraba una chica normal en el sexo pero ahora algo estaba cambiando, en su primera paja se corrió una vez, en la segunda tardo menos y se corrió dos veces y en la tercera y última se corrió cuatro veces en diez minutos, Rosa lo achacaba al morbo de tocarse y no verse el cuerpo, además de achacarlo a algún efecto secundario de lo que la había ocurrido, se fue a la cocina pues estaba hambrienta y se calentó unos muslitos de pollo para comer pues no creía que fuera seguro para ella en estas condiciones jugar con cuchillos para prepararse un sándwich, podía acabar sin dedos.
Mientras Rosa come dejadme que os explique algo, cuando el agua de la bañera entro en reacción ella estaba con el vibrador funcionando aun dentro de su vagina, resumiendo la reacción se originó dentro de ella y por tanto se había propagado desde su vagina y útero a las trompas de Falopio, estimulando anormalmente toda la zona con lo cual nuestra protagonista a partir de ese momento sentiría todo en esa zona más y mejor que nunca.
Cuando Rosa acabo de comer, lavó los platos y volvió a la habitación allí abrió la ventana para que saliera el olor a sexo, después se la ocurrió probarse ropa y se dirigió al armario, se puso uno de sus tangas y un sujetador mirándose a continuación en el espejo, se quedo mirando el interior de su tanga y su sujetador ¡con ellos puestos! Era alucinante, se probó varias prendas de ropa y se fue excitando otra vez pues veía el interior de las prendas a través de su invisible cuerpo, entonces escucho el ascensor y supo que era Edu, su vecino buenorro y pajillero de 19 años que volvía a casa, se le ocurrió hacerle una visita y a lo mejor algo mas, así que se desnudó de nuevo y cogiendo una llave salió de su casa.
Al salir de casa metió la llave bajo el felpudo para poder entrar a la vuelta, la otra puerta del descansillo era la de Edu y ahí se dirigió pulsando el timbre, se coloco a un lado de ella, cuando el chico abrió la puerta no vio a nadie salió al descansillo y miro al hueco de las escaleras, en ese momento Rosa se introdujo en la casa y cuando Edu volvió a entrar cerrando la puerta lo siguió a su habitación, el joven se volvió a sentar ante su ordenador y quito el salvapantallas para seguir viendo una peli porno, tarea en la que estaba ocupado cuando ella había llamado al timbre, Rosa se situó detrás de él y miró sintiéndose excitada por lo que veía y por la presencia del chico que se desabrochaba y bajaba el pantalón.
Edu estaba sentado en una silla tipo oficina con cuatro ruedecitas ante el ordenador, se echó un poco hacia atrás mientras se quitaba el pantalón y el slip, Rosa le pudo ver su semierecto miembro mientras lo hacía y se contuvo de tocarlo aunque todo su ser la impulsaba a hacerlo, el muchacho tiró la ropa a la cama y se volvió a la pantalla mirando la película y excitándose de inmediato con lo que veía, ella se puso de rodillas al lado de el sin dejar de mirarle el miembro que enseguida se mostro en plena erección, mediría unos 20cm de largo por 9 de diámetro, su gorda cabeza aparecía brillante mientras la mano del chico echaba el pellejo hacia abajo al comenzar la masturbación.
Rosa de rodillas en la moqueta al lado de Edu se acariciaba los pechos mirándole el pene, de su empapada vagina salían hilillos de flujo que se deslizaban por sus separados muslos, ella bajó su mano derecha hasta su chochete húmedo y lo acaricio con sus dedos, un suspiro salió de su boca y Edu dio un respingo al oírlo, se quedo quieto y miró alrededor pero no vio nada raro pese a tenerla a medio metro de distancia, el movió la silla hacia atrás casi un metro Rosa se asusto al verle mirar a su alrededor pero al comprender que no tenía más que poner cuidado con sus suspiros y gemidos, se decidió a dejar un recuerdo imborrable en la paja que el chico se hacía, para empezar se agachó y se metió bajo la mesa del ordenador y entre las piernas de él, edu se tranquilizo y decidido a terminar su paja volvió a acercar la silla a la mesa, con las piernas abiertas y sin meter la silla en el hueco volvió a centrar su atención en la película mientras con su mano agitaba su polla, ella lo tenia justo delante a un palmo de distancia se acomodó y echo su cálido aliento sobre el prepucio del joven sin dejar ella misma de meterse dos dedos en su coñito, el chico noto el calor y siguió masturbándose lentamente concentrando su mano en la parte media del miembro, Rosa abrió su boca y la colocó sobre el prepucio duro y caliente de Edu, cada movimiento de él se lo acercaba a los labios y ella le echaba el aliento, a veces le entraba unos centímetros en la húmeda boca mientras sus propios dedos la acercaban rápidamente al orgasmo, los gemidos que se la escapaban de su abierta boca pero al surgir de bajo el ordenador no resultaban tan sospechosos.
Con una mano en sus tetas y la otra en su chochete, oyendo gemidos y jadeos sobre ella y con el miembro de el en sus labios, la corrida de nuestra recalentada e invisible amiga fue como podéis imaginar simplemente ESPECTACULAR, su cuerpo se arqueo y tembló de pasión, su mano se quedo empapada de flujo que resbalaba por sus piernas para finalmente mojar la moqueta, no era consciente de que algo de saliva caía sobre el prepucio del chico, solo pudo echarse un poco hacia atrás para no engullir de un bocado el gordo miembro de este, el chico acelero sus movimientos ayudado por aquella imprevista lubricación mientras ella recostada al fondo del hueco se recuperaba un poco, la tranquilidad no la duró mucho pues apenas recuperar la respiración abrió los ojos contemplando el espectáculo que tenía delante y sus dedos dentro del coñito volvieron a ponerse en marcha, vio un poco de liquido preseminal en la cabeza del miembro y se lanzó a por ella sin pensárselo, colocando sus labios como antes rodeando el rojo prepucio usó su lengua para rozar levemente aquel pene y recoger en su boca el preciado liquido, el muchacho alucinaba de gusto nunca aquella película le había gustado tanto, ni había sentido las cosas de hoy pero ¡si hasta olia a coño! Y le parecía como si le mamaran la polla.
Finalmente y tras un poquito más de paja intensa el joven Edu se sintió en la gloria, Rosa le mamaba el prepucio evitando como buenamente podía la mano que velozmente movía el joven alrededor de su polla, la sintió tensarse e hincharse mientras ella a su vez se daba placer con sus dedos, sabía que se correría enseguida y quería hacerlo al mismo tiempo que el chico, el orgasmo no se hizo esperar pues le oyó jadear de placer y detener su mano abajo del miembro mientras su polla vibraba y expulsaba chorros y mas chorros de esperma en su abierta húmeda y ansiosa boca, ella trago lo que pudo pero era imposible no podía con tanto esperma, además ella misma se corrió mientras notaba la leche caliente en su garganta, temblando y jadeando de gusto se medio cayó sobre el miembro engulléndolo hasta que sus labios tocaron los dedos de Edu se quedo ahí temblando con la boca llena de esperma y carne mientras se recuperaba un poco saboreándolo y notando como los restos que no había tragado y su propia saliva empapaban los grandes genitales del joven, en cuanto le notó moverse se echo hacia atrás sacándose el miembro de la boca y recostándose al fondo de la mesa.
Edu jamás había disfrutado tanto de una paja, se limpio los genitales con sus pañuelos de papel y consciente de que habría manchado la mesa se agacho para limpiarla, se quedo asombrado pues apenas había nada que limpiar, era increíble había tenido un orgasmo increíble que tenía que haber salpicado por todas partes pero apenas encontraba manchas, no sabía que podía pensar de eso así que decidió no darle más vueltas y darse una ducha, después seguramente se echaría una siesta.
Rosa se quedó sentada en el suelo, cuando le vio agacharse con los pañuelos y mirar hacia ella estuvo a punto de darle un beso en los labios, estaba impresionada por la potencia de su miembro y el sabor de su esperma, decidió quedarse un ratito quieta a ver qué pasaba y que haría el muchacho, pero tenía claro que el día aun no había acabado y sus orgasmos tampoco.
(CONTINUARA…)
Espero que os haya gustado, para saber cómo empezó todo leed mi anterior relato y tranquilos que a esta chica aun la quedan pilas para mucha más marcha.
Sed felices y dejadme algún comentario, a favor o en contra no importa solo sed sinceros, animan mucho y depuran el estilo.
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