ANA
Terminé el dichoso viaje de vuelta a casa, me estaba hartando del transporte publico, de los autobuses que se van en tus narices y de los transbordos malditos, si ya era difícil ir de mi casa en el extrarradio al centro, ir a cualquier otra zona era un suplicio, eran 2 horas perdidas de mi vida, pero era tiempo suficiente para que mi mente se amueblara de nuevo y esa vez no fue diferente, volvía de la casa de Kira, la supermodelo atolondrada con su padre, tan perturbada tenia la cabeza que me regaló un domingo de cariño y ternura, sin sexo, y eso me hizo echar de menos esa sensación, supongo que no solo fue eso, si no saber que en unas horas mi amada prima, Ana, estaría de nuevo a mi alcance, y saber eso me devolvió a mi estado natural. No soy ningún tonto, sabia de sobra que lo había idealizado todo, Ana, su cuerpo, el sexo que tuvimos, el tabú, y las sensaciones que yo recordaba, no eran 100% reales, pero no podía evitar ilusionarme. Llegué por fin a mi casa, nervioso por lo que me esperaba al día siguiente, nada mas llegar estaba mi familia preparando la cena, mi padre se acercó y me pregunto.
-PADRE: ¿que tal el finde con los amigos? – su forma de preguntar denotaba que se refería a chicas
-YO: bien – guiñándole un ojo, el, sonriendo, me ordenó ayudar a mi madre con la mesa.
Me fui a mi cuarto para ponerme ropa mas cómoda, y deje la mochila en un armario, por alguna razón me imagine un cofre, un cofre dorado con terciopelo rojo por dentro, cogí una imagen mental de Zeus, y lo metía con esfuerzo en aquel cofre, se resistía, pero mi proyección mental de Raúl le obligó a meterse en ese cofre,
-ZEUS: “lo lamentaras, ya me necesitarás”
Oí resonar en mi cabeza al cerrar ese maldito cofre, le eché una llave, le envolví en cadenas que aseguré con un candado, y le metí en un agujero que rellené de cemento, para después levantarlo en el borde de un barco en medio del mar.
-YO: “tal vez, pero si te necesito, tendré que ir a buscarte al agujero mas profundo de mí ser, del sitio del que no puedas salir sin mi ayuda”.- arrojé aquel bloque de hormigón al océano. No me negué volver a ser aquella persona, simplemente lo guardé, donde a nadie pudiera hacer daño, con la esperanza de no volver a necesitarlo jamas, simbolicé aquella imagen mental en guardar la mochila en el armario, y cerrar la puerta del mismo, quedándome absorto mirado aquella puerta, con el espejo de cuerpo entro, y mi reflejo en el. Pasó mi hermana y me vio así.
-HERMANA: ¿que haces tato?- Salí del trance y me quedé mirando a mi hermana que llevaba el pan y los vasos a la mesa, mirándome como si estuviera loco.
-YO: tomar las riendas de mi vida.- lo dije en serio.
-HERMANA: pues empieza llevando los cubiertos a la mesa, ¡vago!- se fue llamándome de tonto para arriba por el pasillo, aquel gesto de hermana mayor mandona me sacó una sonrisa de normalidad, volví a mirar el reflejo de mi cara en la puerta del armario, allí estaba Raúl, y solo estaba el.
Salí del cuarto con la misma sensación de cuando separas 2 imanes, me fui a la cocina donde estaba mi madre terminando la cena, la di un beso en la mejilla y cogí la cubertería necesaria, gritando por el pasillo si faltaba algo mas, mi padre y mi hermana decían cosas que luego el otro negaba, ya que ya estaban, mi madre me dio un trozo de madera que usaba para dejar ollas o sartenes clientes en la mesa sin estropearla y me dijo un “tira”, con palmada en el culo, al llegar a la mesa faltaba la bebida , como no, discutimos, reímos, nos gastamos bromas y hacíamos el tonto, en definitiva, una comida de familia, por 1º vez en bastante tiempo me sentí bien, normal, retrocedí a antes de la operación, a ser un miembro mas de la familia, y no una persona que pasaba por esa casa. Después de cenar recogimos y nos quedamos viendo una película, ni recuerdo cual era, la verdad, nos pasamos todo el tiempo hablando los 4 de mi vida y la mudanza, de mi nueva independencia y de las responsabilidades, mi padre era severo y quería que me centrara, mi hermana bromeaba con que en 3 días estaría rogando por volver a casa comido por la mierda, y mi madre solo me abrazaba y me daba besos, diciendo que siempre estaría allí para ayudarme, para ayudar a su pequeño. Casi me hacen llorar, a lo tonto, iba a dar un paso muy importante en mi vida, me despedí y me fui a acostar, estaba cansado y tenia ganas de recargar las pilas, por la mañana íbamos a terminar el papeleo con los dueños del piso, y por la tarde empezar a mudarnos, llegando Ana y su de la familia por la tarde, de Granada, todo estaba planeado y mecanizado por mi madre, y por mi experiencia, eso era seguro de efectividad.
Me fui tranquilo a dormir, pero me costó coger el sueño, pensaba, mi mente no dejaba de fluir, iba a irme a vivir lejos de mi familia, mas de 1 hora en autobús, con 19 años y sin trabajo, con mi mejor amigo y su novia, otro gran amigo y la amiga de mi prima, todo por Ana, por volver a estar con ella, pese ha solo haber estado juntos apenas 2 semanas en Navidades, pagando el aval casi yo solo habiéndome tenido que prostituir para lograr una cantidad exagerada de dinero. De golpe me di cuenta de la locura que había hecho, ¿y si Ana ya no me quería?, ¿o si yo no la quería a ella?, o peor, ¿si queríamos pero la familias se enteraban?, no éramos primos de verdad pero era como si lo fuéramos, al menos a ojos de las familias, ¿y los compañeros de piso? Una cosa es quedar, salir de fiesta, ir de vacaciones o quedarte a dormir en su casa, y otra vivir juntos. Supongo que me comí la cabeza un poco, pero quien no lo haría ante un paso así. Al final me dormí, nervios naturales, y que lejos de crearme dudas, me devolvieron al terreno mortal, “que gracia tendría lograr las cosas, si fueran fáciles y sencillas”.
Me despertó mi hermana tirándome mis zapatillas del nº 47 a la cama, gritando y berreando por toda la casa, era hora de levantarse, fui al baño y luego a la cocina, desayunamos todos juntos y después mi hermana y yo fuimos a la inmobiliaria que llevó todo el asunto, teníamos cita con los dueños, mi hermana había trabajado fugazmente de agente de pisos a alquiler, así que me llevó el tema, de camino saqué el dinero al contado, Madamme me hizo el ingreso final de la modelo, tenia mas de 100.000€ en la cuenta, lo hice aparte, dejando a mi hermana fuera del despacho del director para no suscitar preguntas, los cajeros no te dan esa cantidad, y con 5.000€ en la cartera, salí de allí, iba bastante tenso, era mucho dinero, llevaba la cartera agarrada todo el tiempo y si se me hubiera acercado alguien a pedir la hora le hubiera reventado a patadas antes de salir corriendo, joder, hasta empecé a sudar de la tensión. Menos mal que lo hice cerca de la inmobiliaria, al llegar ya nos estaban esperando, nos saludamos y nos explicaron como funcionaba la transacción, 1.600€ para la empresa, y 2 meses de fianza para los dueños, serian unos 1600€ al mes, con gastos incluidos, agua, comunidad, calefacción……etc. Entre 4 habitaciones, a 400€ por habitación se pagaba de sobra, ya que en realidad éramos 6 personas, se había pensado en pagar todo a partes iguales pero no se pensó mejor que cada habitación pagaría sus 400€, y en las que vivieran 2 personas 200€ por cada una, aun así yo ya había hablado con mis amigos, de todo, y mis intenciones con Ana, no podían meter la pata comentando que pensaba vivir con ella en una habitación y no solo, delante de la familia, así que yo pagaría 400€ aunque viviera con Ana, y la amiga de Ana solo 200€, pese a vivir sola.
Mi hermana revisó todo del contrato, y me dio el ok, había una lista con muebles, y electrodomésticos que había en la casa ya, y que al irnos debían de quedar en igual estado o nuevo, contrato por 5 años renovables y con cláusulas de rescisión a cada año, pero los dueños estaban encantados con nosotros y si todo iba bien no habría problemas. Me fijé de nuevo en la mujer de la pareja de dueños, joder, estaba buena, rubia, algo baja y embutida en unos vaqueros mas ajustados de lo recomendable, “con algo de maquillaje y mas escote no me importaría reventarla”, me descubrí pensando así, ese no era Raúl, me golpeé la cabeza, y cuadriculé de nuevo, como siempre que se me pasaba por la mente algo que mi conciencia no aceptaba. Al salir de allí con las llaves llamé a todos y les dije que ya estaba y que les invitaba a todos a comer, me sobraron 200€ así que quedamos en un restaurante chino de bufet libre y nos pusimos morados, necesitábamos energías para las mudanzas de por la tarde, si, podríamos haberlo hecho de forma calmada y paulatina, hacer la mudanza de las cosas de 1 persona al día, pero éramos jóvenes, ¿por que esperar?, lo planeamos todo para hacerlo en una sola tarde.
Comenzamos mi familia y yo, ya que yo tenia las llaves, y con el coche mi padre nos acercaría, en casa tocó zafarrancho de combate con mi madre, recoger, limpiar y hacer las maletas y decidir que llevar y que dejarme, ya tenia y habíamos preparado todo por encima pero ahora era la hora de la verdad, fue difícil decidir, pero no había demasiado tiempo, toda la ropa en un par de maletas, toallas y zapatillas, mas un par de muebles: mi sofá, la cama de matrimonio, la necesitaba de ese tamaño por mi corpulencia, una mesa, una tv y el pc con la videoconsola del momento. Mi madre hizo una caja con sartenes, una olla, platos y cubiertos, en un par de viajes lo metimos todo, mi corpulencia y fuerza era muy útil, y que toda la familia ayudara, mas. Lo monté todo en la habitación más grande y alejada, y pese a la cantidad de cosas que llevamos, quedo algo vacío, pero contaba con ello, necesitaba ese espacio para las cosas de Ana, aunque ellos no lo supieran. Después llamé al resto y que fueran viniendo y que iba a ayudarles, uno por uno y en unos 5 viajes conseguimos llevar todo al piso, ayudados por las familias y sus coches, para subirlo hasta el ático donde íbamos a vivir, por suerte el ascensor era amplio, yo tenia la única llave así que la íbamos pasando, fueron todos colocando las cosas, dejado la habitación libre para Ana y su amiga.
Hagamos un ejercicio de visualización, erramos 6 personas, 1 pareja.
1º Estaba yo, Raúl con mis 19 años, mi 1,92 de altura y mis 87 kilos, con el cuerpo bastante fibrado, no había grasa, pero tampoco marcaba músculo si no me forzaba, aunque si notaba ya la tableta famosa, solo si hacia mucha fuerza, me hizo gracia vérmela, estando gordo siempre pensé que eso yo no lo tenia, que yo era un bombón relleno, no una tabla de cacao, pero de tanto follar se me estaba quedando un cuerpazo, y la comparación con antes lo hacia mas escandaloso aun, mis espaldas eran grandes y fuertes, mis brazos y piernas eran jamones, acostumbrados a 18 años de peso extra ahora me daba crédito, mis muslos y gemelos eran de jugador de fútbol y mi pecho hinchado debido a mi gordura previa ahora sobresalía de mas, como un pavo cortejando constantemente, casi como un super héroe, altivo y que alardeaba de ello. Yo con mi actitud desvergonzada, socarrona y un bocazas nato incapaz de callarme en un momento incomodo solo por hacer la gracia, con mi maldita actitud de decir siempre la verdad de forma descarnada, fría y cruel, y todo el que no fuera así, era un cobarde para mi.
2º Estaba Ana, retomo mis palabras de uno de los relatos previos. Era alta, casi rondaría el 1,77, pelo negro azabache, largo, muy largo y liso, le llegaba casi a la cintura, suelto y con un flequillo andaluz, tapándola media cara, su rostro era una preciosidad de cara, esculpida en una tez algo oscura, debido a su origen y el sol de Andalucía, resaltaba mucho el blanco de sus ojos, coronados por unos ojos marrones, que advertían trazas verdes, una mujer guapa, solo se podría ser quisquilloso con la nariz, la tenia algo afilada, Ella ya era una mujer, y que mujer, tenia las tetas bien colocadas, muy arriba, una tez morena de piel que me gustaba, con un pequeño tatuaje en la zona del apéndice, una media luna, y un trasero de nivel, una joven de 18 años de piel tostada, con una tetas firmes y bien colocadas, nada excesivas y un buen trasero. Hay una actriz ahora por España, Hiba Abouk, que me recuerda un montón a ella, Ana tenía el pelo más largo y los ojos más marrones, pero muy similares. Era una cría inocente, inteligente y algo retraída.
3º Estaban Teo y Alicia, mi mejor amigo y su novia, el era la descripción física de un chico normal, 19 años, 1,80 pelado de altura, 68 kilos, moreno, guapete y con algo de tendencia a tener tripa, pero hacia mucho deporte, era gracioso, del tipo de gente que te contagia de buen humor, que te sigue las bromas y con el que me llevaba genial, vago y pasota como yo, tenia su pronto tonto cuando bebía o se enfadaba por alguna tontería sin sentido. Ella era todo lo contrario, su personalidad era dominante, pero dulce, 1 año menor que nosotros, pero mas madura, casi como una madre, inteligente, lista, divertida, atrevida y un encanto de persona, físicamente era baja, 1,72 si acaso, guapa, con la nariz algo aguileña, unos ojos pardos preciosos y una sonrisa amplia y cautivadora, antes tenia el pelo mas largo, castaño, pero se lo cortó, paso de llegarle a la cintura a pasarle del pecho a duras penas, y pese a tener unas tetas bonitas y bien colocadas, quedaban en ridículo ante su espectacular trasero, tenia un culo y unas caderas de 1º nivel, enormes y voluptuosas nalgas, no le sobraba ni un kilo, la comparación famosa que se me ocurre es Jennifer Garner, la actriz americana. La mezcla de todo ello me llevo a llamarla mas de una vez mi imagen de la mujer perfecta, y pese a odiar o envidiar a Teo por su suerte de relación con ella, el paso del tiempo me llevo a tratarla como a mi hermana pequeña, eran la pareja perfecta del grupo, levaban como 5 años saliendo y desde el principio se vio que estaban hechos el uno para el otro.
4º Estaba Manolo, pero por joder le llamábamos Manu, tantas veces que al final era su nombre, era 3 años mayor que nosotros, pero siempre se había juntado mas con nuestro grupo, era grande, 1,86 y unos 100 kilos, le sobraba peso, pero era mono, rubio con ojos azulados, usaba gafas y lentillas, era el tío mas divertido y listo de todos, con una rapidez mental superior, siempre hablaba muy deprisa, con gustos muy similares a Teo o a Mi, deportes, juegos, series, películas………. era muy receloso de su vida privada y siempre bromeaba con el hecho de que su madre les abandonó a su padre y a el, haciendo de ello algo mas de lo que reírse.
5º Y estaba Lara, la amiga de Ana, por lo poco que la conocía, fotos y comentarios de Ana, era una hippie, su aspecto lo denotaba, era morena con el pelo corto y un pañuelo atado , un percings en la nariz, y otros en las orejas, con ojos marrones oscuros, y era algo fea, pero mas que por serlo, era que aprecia bastante mas mayor de su edad, los 18 años, aprecia que había vivida ya varias vidas, y sin duda, alguna droga era la causa, aun así su cuerpo no estaba nada mal, vestía con camisetas sin mangas enseñando el sujetador claramente, se apreciaban buenas tetas, grandes, un cuerpo esbelto, con su 1,74 de altura, su culo y cintura no eran nada del toro mundo, en parte por que siempre iba con pantalones abultados y una riñonera que le afeaban la figura. Su forma de ser me sorprendió, esperaba una “kin ki”, una ”malota” de barrio “chungo”, y en realidad era un calco mío, sincera y ruda pero con buen corazón, soltando burradas, hablando sin filtro con gente que apenas conocía, con una manía persistente de abrazar. De hecho por las redes sociales iniciamos una relación fuerte, casi parecía que estabamos pendientes el uno del otro al publicar cosas, sobretodo el ultimo mes, antes de la mudanza. De nuevo una comparación física acertada, mas o menos conocida, seria Roko, una cantante española de un talent show, pero sufriendo los estragos de los porros en la cara.
Volvamos a la mudanza, entre tanto ejercicio, yo esta chorreando sudor, llevaba un pantalón fino de deporte y una camiseta vieja, y con el calor que una hacia a finales de septiembre en Madrid, me quité la camiseta, los chicos de las familias me miraban admirando mi cambio y alguno con confianza llamándome bravucón. Las chicas de igual manera se fijaron en mi, pero a diferencia de ellos, ellas comentaban a escondidas sobre mi, con mi madre atenta a sus palabras, con orgullo de lo que oía, eso a mi no me gustaba, no entendía el por que ahora merecía alabanzas de mujeres y el orgullo de mi madre, solo había perdido mucho peso, ¿acaso tanto importa eso hoy en día? No pensé que quizá hablarían de mi polla y de mis andanzas sexuales, pero tampoco me interesaba, salvo alguna madre y una hermana mayor de Alicia, la novia de mi mejor amigo, una chica 5 años mayor y muy mandona, casi como mi hermana, con un cuerpo apetecible, ninguna merecía mi tiempo y menos ahora. Estabamos metiendo parte de las cosas de Alicia en el ascensor, mientras los familiares estaban arriba revisando la casa y ayudando una vez que subíamos los jóvenes las cosas, los chicos andaban peleándose por las escaleras con un somier que no entraba en el ascensor, se oían sus indicaciones y sus risas por todo el rellano, mientras que mi padre y algún otro familiar se quedó fuera con los coches y las cosas que faltaban por meter, sin saber por que, me fue concedido el honor de meter las cosas en el ascensor, subir con ellas y descargarlas, seria por mi fuerza o mi capacidad espacial, lograba meter muchas cosas en cada viaje, en uno de seso al meter una mesa y un sillón, juntos con bolsas, me quede atrapado detrás, Alicia que andaba por allí se metió conmigo en el ascensor para desde el otro lado ayudarme a mover cosas para salir, pero algún vecino le dio al botón, y el ascensor subió, le pillo de pie encima del sillón y del tirón casi se cae, logre atraparla en el aire y se venció hacia mi pecho desnudo y sudoroso, riendo apoyándose en mi, iba con una camiseta vieja que enseñaba medio hombro y unos shorts amplios hasta medio muslo.
-ALICIA: upsss, perdona hijo, que susto.
-YO: tu ten cuidado y no nos chafes la inauguración.
-ALICIA: ya claro, lo que nos faltaba jajaja, estas pringoso- se seco la mano en su propia camiseta después de tocarme el pecho.
-YO: jajaja lo siento, aquí el amo del ascensor sufre lo suyo.- en estas se paró el ascensor, dando un bote que hizo que ella se venciera mas sobre mi, se abrió la puerta y apareció un señor del 3º, mirándonos, viendo a una joven vencida sobre el pecho desnudo y sudado de un joven entre muchos muebles y maletas,
-VECINO: perdón, no quería molestar- y cerró la puerta, Alicia y yo nos miramos pariéndonos la caja por la confusión.
-YO: ¿que se habrá pensado el hombre?
-ALICIA: pues esta claro.
-YO: jajaja ¿tu y yo?
-ALICIA: oye, ¿que me pasa algo malo o que?- frunció el ceño.
-YO: jajaja no mujer, si eres una preciosidad, pero eres mi hermanita pequeña.- la abrace cariñosamente, para mí fue inocente, tenía mucha confianza con ella, aunque supongo que percibió el bulto de mis pantalones, pese a estar en reposo era tan grande que se notaba aun así.- además mi corazón ya tiene dueña.
-ALICIA: pues vaya afortunada esa tal Ana, más la vale portarse bien contigo o la haré la vida imposible.
-YO: te doy permiso para ello jejeje, pero tranquila, es un sol.- la di un beso en la frente y la abracé de nuevo, un abrazo de nervios por el paso en mi vida de mi parte, y su abrazo de agradecimiento por mi esfuerzo para lograr el piso.
Llegamos a la 4º planta, por fin el ático, donde abrió la puerta mi madre, mirando y analizando mas como sacar aquello, que a nosotros, Alicia se dio la vuelta dejándome su culo pegado a mi cintura, si no fuera yo y si no fuera ella diría que lo hizo a propósito, pero en mi cabeza no entraba esa opción, y ayudándola con mis manos la hice saltar el sillón y salir por la puerta ayudando a mi madre a despejar al salida mientras yo cargaba los muebles pesados, con ayuda de algún familiar, una vez sacado todo, bajé un par de veces mas a recoger el resto, ya no quedaba nada mas, todo estaba arriba ya, así que todos subieron a colocar sus cosas y a charlar y reír, compramos unas cervezas y refrescos para picar y los dejé a todos arriba, quedándome abajo solo con mi padre, le encantaba quedarse siempre en un 2º plano, apartado del resto, en silencio, mirando al horizonte, y a mi me gustaba acompañarlo, queriendo aprender que placer sacaba de ello, aun hoy no lo se, pero sigo haciéndolo.
Estabamos esperando noticias de Ana y su familia, estaban llegando, me estaba mandando mensajes todo el viaje, ya estaban por Madrid, y los nervios me mataban, estabamos los 2 apoyados en el coche, en la calle, esperando ver en la lejanía el vehículo que atisbé en Navidades, mi padre se percató de mis ansias.
-PADRE: que te pasa hijo, ¿tienes dudas?
-YO: ninguna, estoy nerviosos, pero no por que dude, si no por que quiero que esto empiece ya.
-PADRE: es un paso muy importante y eres muy joven, aprende a disfrutar.
-YO: eso intento.
-PADRE: mira, sabes que no soy muy dado a dar palabras de cariño, pero eres mi hijo y te quiero, y no puedo mostrarte mayor orgullo que diciéndote esto,……… te has convertido un hombre, un tipo del que me siento orgullo, del que se que me puedo fiar y que no me decepcionaras, de lo contrario no dejaría que te fueras de casa tan pronto, se que no he podido darte una buena vida, con lujos, pero te he criado lo mejor que he podido.- le miré, su cara era como si me estuviera contando un batalla de las suyas de joven, como si no tuviera importancia lo que me decía, pero sus ojos le delataban.
-YO: eso es por que me han educado bien, todo lo que soy, lo que he sido y lo que seré, os lo debo a mama y a ti, y pese a que no hayáis podido darme un vida ostentosa y opulenta, siento que no habría podido tener mejores padres, que me habéis dado cariño y me habéis enseñado a ser un buen hombre, y tu me has enseñado a pensar por mismo y a ser quien yo quiero ser, a soñar y trabajarme esos sueños, y eso no se da con dinero, si no con amor.- nos miramos como nunca antes lo habíamos hecho, y como jamás lo hemos vuelto a hacer, con una mirada profunda de amor, cariño, respeto y orgullo.
Nos abrazamos conteniendo las lagrimas, al menos yo, y no era fácil ponerme blando, dándonos esos golpes de macho en la espalda que decían mucho mas que mil palabras, se me viene a la cabeza la palabra honor, pero no se como encuadrarla, son sentimientos, difíciles de explicar. Nos quedamos de nuevo apoyados en el coche, mirando calle abajo, esperando su llegada; vi de refilón como algunos familiares bajaban del piso y recogían sus coches, se despedían y se marchaban, mi madre y mi hermana bajaron y nos acompañaron, Ana me mando un mensaje, ya estaban cerca, pidiendo indicaciones finales, doblaron la esquina, y vi el coche, por poco me da un vuelco el corazón, me puse en medio de la acera con los brazos extendidos para que me vieran, mi padre detrás, haciéndoles indicaciones de un hueco que había cerca para aparcar, llegaron a nuestra altura, el coche se paró buscando aparcar, pero antes si quiera de iniciar la aproximación, se abrió la puerta del coche, apareció Ana saltado casi en marcha del vehículo, salió corriendo hacia mi hasta saltarme encima colgándose de mi cuello, la recibí de brazos abiertos apretándola contra mi, dejándola colgada del aire con las piernas dobladas hacia atrás, y comenzamos a dar vueltas sobre nosotros mismos.
-ANA: ¡¡¡¡PRIMOOOOOOOO!!!- gritaba mientras sonreía y se balanceaba con mis movimientos, dios, que sensación tan maravillosa, una oleada de sensaciones me tumbó, su largo pelo azabache acariciaba mi cara, su olor a coco, su cuerpo colgado de mi y sus pechos aprisionando el mío, fue de película.
-YO: hola peque, te he echado de menos.- la besé en la mejilla dejándola por fin en el suelo.
-ANA: y yo a ti mas, amor- me susurraba al oído, sin dejar de abrazarnos.
Iba vestida con una camiseta de tirantes, una camiseta abierta remangados los brazos y unos pantalones cortos, dejando sus piernas, y parte de sus brazos y de su pecho al aire, con su piel morena, rozando una tez árabe, seguía perfecta, como en mi mente, y su actitud me tranquilizo, llevaba esperando ese momento tanto, o mas, que yo.
-MADRE: pues anda que no te ha echado de menos, ¿y que pasa del los demás?- mi madre la espetó son sorna mientras se acercaba a saludar, y mi padre ayudaba a aparcar el coche.
-ANA: jo, es que os he echado mucho en falta, estoy encantada de estar aquí.- se puso a abrazar y saludar a todos.
-HEMANA: ¿ya se te ve, que tal el viaje?
-ANA: ufff eterno – se separo un poco de mi, casi la tenia encima y no había que dar pistas a la familia, en estas salió Lara del coche, crucificando a Ana con la mirada por dejarla sola y salir despedida del coche- ahhhh por fin la conocéis, esta es Lara, mi mejor amiga, venimos las 2 a la universidad.- era como en las fotos, morena, pelo corto y un pañuelo en la cabeza, camiseta de tirantes y camisa con algún botón abrochado, unos pantalones bombachos horribles y su sempiterna riñonera, se acercó un poco abrumada ante tanta felicidad de nuesstra parte convirtiéndose en la sombra de Ana.
-YO: anda ven aquí perroflauta- me acerque a ella y el di unos de mis abrazos de oso, su aspecto, nuestras animadas charlas por Internet y la sinceridad brutal que nos caracterizaba a los 2 debía proliferar, rompí el hielo, me lo devolvió encantada de ser participe, y de hecho pude notar como me repasaba de arriba abajo, y miraba a Ana, como diciendo “¿es este?”, una mirada que ya había visto varias veces antes, como en los ojos de la secretaria de la empresa de Madamme, pese a mi cuerpo y mi cambio físico, no debía de parecer gran cosa para las que sabían de mi ……….otro lado, o quizá es que las hablaron tan bien de mi que eran expectativas irreales, no se.
-LARA: ¿que pasa, ya vas de chulito sin camiseta?- si esas era sus primeras palabras en persona, me decían muy a las claras que nos íbamos a llevar bien, era tan abiertamente grosera como yo.
-YO: es solo para lucirme, no voy a venir vestido de fiesta como tu – mi tono irónico la sacó una sonrisa ante el silencio expectante, sin entendernos del todo, del resto, nuestro rollo era diferente, vivíamos de faltarnos el uno al otro, y la 1º vez que nos viéramos no podía ser de otra forma.
-MADRE: anda, menos tonterías y quitaos de la calle que nos van a pillar, yo voy subiéndome a estas y enseñadores la casa, tu sube las cosas.- mi madre no me pedía las cosas, no había opción a la negación o a discrepar, se hacia lo que ella decía, punto.
Mi madre se llevo a los familiares y a todos a la casa, me dejo solo con uno de mis tíos, que era el conductor, charlando con mi padre del viaje, mientras yo hacia de mula, al principio me molestaba que siempre me adjudicaran ese papel, pero al final de acostumbras, y en realidad de 1 solo viaje subí 4 maletas y 3 mochilas, era normal que me dejaran, podía cargar lo de 2 o 3 personas a la vez. Al dejar las cosas en la entrada vi a mi madre haciendo de anfitriona, presentado y enseñando la casa a Ana y Lara, con el resto de mis amigos trasteando en el fondo y acercándose a interrogarla, si bien mi cambio en el ultimo año había sido evidente para con las mujeres, ella era la 1º mujer que conocían que me había llegado al corazón, Yasmine no era asidua del grupo y sabían que solo eran juegos, y a Irene no la llegaron a ver demasiado, estaban intrigados por aquella belleza andaluza que me había robado el corazón y por la que había montado todo aquel tinglado. Podía oírlas alucinar con el piso, no solo era lo mínimo que necesitaban, o justo lo que requerían, era más, era lo que, soñando, lo mejor que hubieran imaginado. Mi madre se giró terminando la presentación y viéndome descargar las maletas en la puerta del cuereo que, supuestamente, compartirían Ana y Lara.
-MADRE: bueno, pues todo esto lo tenéis gracias a ese hombretón de allí, que se lo ha trabajado este mes como un titán, sacando el dinero no se ni de donde, así que un aplauso.- se giraron todos aplaudiéndome, silbando y riendo, poniéndome incomodo, como cuando toda tu familia te canta el cumpleaños feliz, sin saber que hacer, solo sonreía ante la verdad que mi madre había dicho sin conocerla, aunque en vez de titán fue de dios griego.
Ana roja de vergüenza, sabiendo en su interior que todo lo que hice, fue por ella, volvió a salir corriendo y me abrazó, esta vez de forma mas efusiva, era agradecimiento puro, y así se entendió.
-MADRE: te quejaras de primo jajajaja.- gritó.
-ANA: eres increíble.- me susurró al oído, la separé la cara un poco para quedarme alelado con sus ojos marrones, y aquellas trazas apenas perceptibles de verde, pero allí estaban.
-YO: lo se – lo dije con suficiencia exagerada, sacándola una sonrisa deliciosa, dios, si no estuviera medio mundo conocido mirándonos la había besando allí mismo, y sabia que ella sentía lo mismo.
-ANA: aun quedan unas cosas, vamos bajar a por ellas.- podía de sobra con lo que quedaba en 1 solo viaje, pero quise poder quedarme a solas con ella.
Fuimos al ascensor, tardó un mundo en volver a nuestro piso, nos mirábamos fugazmente sonriendo, abrí la puerta, ella entró, luego yo, cerré, le di al botón de bajar y al darme la vuelta se me echó encima Ana, una vez solos, me aplastó contra la pared del ascensor hacendoso sonar y me besó dulcemente, sus labios carnosos y la alegría con que lo hizo me subió a una nube, fue sin lengua, sin caricias y sin pasión, fue un beso de amor, de esos que te electrifican la espalda, ella savia a fresa por su ligero pinta labios, y olía a coco, yo debía apestar a sudor y suciedad de la mudanza, y aun así la tenia encima de puntillas, regalándome una sensación increíble, no era nada sexual, era cariño y complicidad, y eso me encantaba.
-ANA: eres el mejor, no se como lo has logrado, pero me da igual, soy la mujer mas feliz del mundo.- se acurrucó sobre mi pecho sin querer separase de mi, la rodeé con mis brazos, fue la sensación mas placentera y plena de mi vida hasta ese momento, con todo lo pasado y con todo lo que Zeus me había hecho divertirme, jamas me llenó el alma como tener a esa chiquilla entre mis brazos.
Supongo que conocéis o habéis visto series, películas o comics de Hulk, aquella bestia verde enrome que destroza todo a su paso, incontrolable, y solo cuando ve saciada su rabia es cuando vuelve a su estado natural, eso, o cuando ve a esa mujer que le pone en orden con el universo, que hace que todo tenga sentido, que le da paz y armonía a tu mundo, que hace que la bestia desaparezca y se reduzca a un simple hombre. Pues eso es lo que sentía en mi interior, de echó me deje caer de rodillas ante ella abrazándola por la cintura, recostando mi cabeza en su vientre, mientras ella me agarraba del pelo. En ese preciso momento supe que todo había merecido la pena, no había sufrido, de hecho me lo había pasado bomba, pero todo el camino recorrido me había llevado hasta ese momento, y una vez allí, comprendí que hay cosas por las que se tiene que luchar, por que una vez logradas, te das cuenta de que no quieres, ni necesitas, nada mas, y aquella mujer era eso para mi.
-ANA: ¿que haces?, anda levántate y no hagas el bobo.
-YO: no quiero, quiero quedarme así el resto de mi vida- bromeaba apretando más su cintura contra mí.
-ANA: jajaja suelta tonto que van a vernos al llegar abajo.- me puse en pie besándola el ombligo, luego la volví a besar en los labios de forma firme y fuerte arqueándola la espalda y quedándome rozando su cara, mirándola a los ojos con seguridad.
-YO: serás la mujer más feliz del mundo, de eso ya me ocupare yo, pero tú me haces sentir el ser mas afortunado del universo.- sonrío de ternura ante la severidad de mis palabras.
Ese ascensor tardaba mucho en subir y bajar, daba tiempo a demasiadas cosas, llegamos abajo, la besé de nuevo con un pico, un beso corto y suave, para salir disparado del ascensor, corriendo, saltando y bailando, como siempre, me gustaba expresar mis emociones con muestras publicas y notorias, y esa ocasión no seria diferente, era feliz, mas de lo que recordaba haberlo sido nunca, me subí a una nube de la que no bajé en meses., me fui al coche con la sensación de que si quería podía coger el vehículo entero a pulso y subirlo al piso del tirón. Ana me seguía como apartándose fingiendo no conocerme, reía y se ponía roja, me cargué a pulso una mesa desmontada, una lampara, la funda con un pc portátil con el dentro, le quité una bolsa a mi padre de la mano con zapatillas y otra con papeles al Tio, y canturreando me fui para el ascensor, con ellos siguiendo con las manos vacías, cerrando el coche. Llegué el 1º al ascensor, pero con las manos ocupadas no podía abrir la puerta, ¿y para que esperar a que me abrieran?, me giré y me subí por las escaleras.
-PADRE: ¡¡¡¿pero donde vas animal?!!!
-YO: que no entramos todos en el ascensor.
-TIO: pues metete tu y ya subimos nuestros luego, borrico.- era palabras lejanas, ya iba por el rellano del 1º piso.
Dicen que cuando te enamoras haces el tonto y estas con una sensación constante de felicidad, como drogado, serotonina, dopamina, feniletilamina o noradrenalina, había oído hablar de ellas mil veces en estudios y la tv, pero ahora las estaba sintiendo en 1º persona, una sensación de invulnerabilidad total, de ser capaz de todo. Oí el ascensor subir por el 3º piso, y al llegar arriba vi a mi madre asomada, me miraba alucinada al verme llegar justo antes que el ascensor.
-MADRE: ¿pero que haces hijo mío? ¿Por que subes por las escaleras con todo eso?- amagaba con cogerme algo mientras se abría el ascensor.
-YO: no entrábamos.- mi madre miró a mi padre con ojos de rabia.
-MADRE: ¡¡¿te parecerá bonito subir sin nada dejando a crío subirlo todo por las escaleras?!!- mi padre la miró alucinado por la acusación.
-PADRE: ¿a mi que me cuentas?, es cosa de tu hijo, que esta mal de la cabeza- soltó medio dolido por las palabras.
-MADRE: ¿pero tu no ves que te puedes hacer daño?- me miro ahora a mi, que contemplaba riendo la escena, en parte por que al final mi padre siempre se llevaba las broncas si merecerlo, y en parte por la repentina preocupación de mi madre por mi estado físico, después de haberme hecho la mudanza de 6 personas casi yo solo, y de tenerme allí, de pie, parado, con todo eso cargado y sin dejarme pasar mientras discutían.
Ana lo entendió e hizo hueco para dejarme pasar, estaba en tal estado de euforia que solo al soltar las cosas en la habitación me di cuenta de su peso y del esfuerzo realizado, estaba sudando de nuevo, sucio, manchado, cansado, agotado y agitado, pero eran las 8 de la tarde pasadas, y habíamos acabado, pese a haber cajas y muebles desmontados por toda la casa, así como mochilas, maletas y bolsas por todas partes, pero estaba terminado. Me fui a la cocina, abrí la nevera que hacia unas horas estaba vacía, y ahora estaba hasta arriba de refrescos y tuppers con comida que las madres y familiares habían preparado para que fuéramos tirando los primeros días, cogí un refresco y me tiré en el suelo del salón, dejado que mi cuerpo descansara, con mi pecho subiendo y bajando de forma acelerada, observando las idas y venidas de todos, que me miraban sin resquicio de reproche por mi vaga pose, sabían que me había ganado ese descanso, y con creces. Organizaban al son de las ordenes de mi madre, tenia el respeto y el cariño de todos como para poder hacerlo, según terminaban o se cansaban se iban acercando al salón y se iban sentado en los sillones o el sofá, cubiertos de telas o plásticos de la mudanza, o alguna silla de las que ya habían en el piso, charlando y bromeando. Ana y Lara se sentaron juntas en un sillón, Lara sobre un posa brazos, Teo y Alicia en el sofá, con Manu a su lado y yo sentado en el suelo, de espaldas a un pared, con algunos familiares de pie o alguna silla alrededor, y otros inspeccionado la casa, alguno preguntó por que yo tenia una habitaron mas grande y con baño propio si solo era 1 y en cambio las chicas compartían una habitación algo mas pequeña sin baño, fue la propia Ana la que le argumentó, con cara de tediosa como si ya hubieran hablado de eso antes, las explicaciones no gustaron pero como todos a unísono la respaldaron, pareció bastar.
Mi madre salió de la cocina donde estaba metida desde hacia un rato ordenado todo, se sentó en un silla tan cansada como podía estarlo, salvo montar algún mueble y organizar cada uno su cuarto, ya estaba todo listo, seguimos charlando animadamente, cuando nos poníamos Teo, Manu y yo a charlar nos podíamos tirar horas riendo y bromeando, hablando de cualquier tema, haciendo participes al resto, teníamos una simbiosis especial, y gracias a ello pudimos abordar cierto interrogatorio o acusaciones de los familiares sobre nuestra nueva vida allí, con miradas cómplices para recordarles que no metieran la pata y comentaran lo de Ana conmigo. Lara nos cogió rápido el ritmo, y en esas horas ya se comportaba como una mas, yo la daba mas juego, en parte por que me gustaba tener un clon mío en mujer, ya que era tan atrevida y bocazas como yo, y por otro lado saber que a Ana le gustara que se integrara pronto. No podía parar de pensar en si Ana tenia a esa amiga desde siempre, o si fue después de nuestro romance fugaz en Navidades cuando busco a alguien parecido a mi para sentirse bien, ¿o solo era casualidad? Se hizo algo tarde, ya era la hora de cenar, y los familiares iban despidiéndose de Ana, mi madre les convenció para que no cogieran el coche de noche para volver a Granada, y se quedaran a dormir esa noche en casa de mis padres, y ya mañana mas descansados volvieran. Me levanté a despedirlos junto con Ana, y así también despedir a mi madre, padre y hermana, ya era hora de que se fueran, y dejaran a sus crías volar solas, el abrazo con mi madre fue el mas sentido, pero en el fondo era mi madre.
-MADRE: anda, quita, que das calor, y pégate una ducha que hueles a jabalí, aun no hay toallas en tu baño, así que ve al del pasillo, o saca toallas de esa caja, donde pone “cosas de baño”, y así sacas ya el champú y el gel, y coloca el neceser con todo, y no te duermas sin hacer la cama antes…..- cuando se ponía nerviosa quería recordarme como vivir en un minuto- …y cuídate, y no hagas tonterías, y busca trabajo y no seas malo con los demás, compórtate, ya no vives solo ni con gente que sea familia tuya, no tienen por que aguantar tus groserías y llámame si necesitas algo……..- la corté por que no pararía, se iba marchando y cada vez se daba la vuelta y recordaba otra cosa que decirme mientras cerraba la puerta de la casa, ya lo hacia a broma, hasta al cerrar llamo al timbre para saber si funcionaba bien. Al cerrar la puerta no pude evitar una sensación de vértigo, al volver a salón todos me miraban y supuse que tendrían una sensación similar.
-YO: pues nada chicos, ya estamos aquí, solos, oficialmente somos independientes.
-ALICIA: ¡¡¡bien!!!- la siguió Ana con el grito, Teo aplaudió.
-MANU: pues yo estoy reventado, y hambriento.
-LARA: y yo, el viaje a sido largo, ¿y si comemos algo y ya dejamos lo que queda para mañana?
-TEO: como queráis, ¿voy preparando la mesa aquí en el salón?
-MANU: si, sacamos algo de lo que nos han dejado y picamos un poco todos de todo.
-YO: perfecto, si alguno quiere ir al baño que vaya ahora me voy a mi cuarto y coger algo de ropa para estar por casa y me doy una ducha rápido que huelo a muerto – me olí el sobaco fingiendo un mareo después, aunque bien podía haber sido real.
Así quedamos, me fui a mi cuarto buscando en la maleta algún pantalón cómodo y alguna camiseta vieja, y me fui al baño del pasillo, a saber donde estaban ahora las toallas como para hacerlo en mi baño, bastante que encontré los botes de champú. La casa tenia 3 baños, 1 mas pequeño en cada una de las 2 habitaciones grandes de matrimonio, donde iríamos Teo- Alicia y Ana-yo. El del pasillo, el mas grande de todos, con bañera de hidro masaje y todo, que daba con una puerta a cada lado a las habitaciones mas pequeñas, aparte de la entrada del pasillo, en el fondo ese seria para Manu y Lara, mientras que las parejas compartirían el de las habitaciones. Me di una buena ducha rápida, quitándome toda la suciedad, sudor y refrescándome el cuerpo, siempre terminaba mis duchas con un golpe de agua fría, Al salir me di cuenta que me había dejado la ropa en mi cuarto, y que, si, había toallas, pero muy pequeñas para mi, me sequé como pude y me puse una rodeándome la cintura, era larga pero estrecha, así que, o tapaba el largo dejándome un poco abierta la toalla en la cintura, o me rodeaba entero y dejaba mi polla sobresaliendo por debajo. Debido a que tenia que pasar por el salón donde estaban todos preparando la cena preferí la 1º opción, quise salir disparado para que no se notara la situación, pero al darme la vuelta al cerrar la puerta tenia a Lara y Manu encima, viendo como tenia que tener agarrada la toalla con ambas manos para que no se cayera.
-MANU: ¿que haces? ¿Y la ropa?
-YO: me la he dejado en el cuarto, aparta coño- dije con cierta vergüenza, pasé entre ellos, y al dejarlos atrás oí risas.
-LARA: anda campeón tápate un poco que vas enseñando todo.- sin darle mucha importancia me metí en mi cuarto, y allí entendí el comentario.
En el espejo que aun no estaba colocado en la pared me vi reflejado, al rodearme por delante, la toalla no cerraba por atrás, y se me venia todo el culo.
-YO: joder vaya manera de empezar- me reí por la situación y por el comentario de Lara, sin duda era tan incapaz de callarse ante una situación vergonzosa de cómo lo era yo. Me vestí con unos pantalones de chandal anchos que tenia a patadas de mi época previa a la operación al igual que una camiseta vieja, era ropa enorme que me quedaba grande, pero excepcionalmente cómoda para ir por casa, debido al calor y comodidad mías, fui sin slip, solo con los pantalones, al darme la vuelta tenia a Ana de pie mirándome, me dio un pequeño susto.- ¡¡JODER!! Os voy a tener que poner un cascabel a todos.- sonrío sin entender muy bien mi comentario.
-ANA: que ya esta todo en la mesa, cuando quieras……- me acerqué a ella y la bese, sin mas, estaba harto de andar a escondidas, con cuidado y con precauciones, había montado todo eso para poder estar con ella y ya no había familiares que pusieran pegas delante.
La pegué con dulzura la pared y me devolvió el beso, riendo nerviosa, por la situación o por que echaba de menos mis labios, pese a la mudanza ella seguía oliendo a coco, y si no llega a aparecer Teo, la cosa hubiera ido a más.
-TEO: venga tortolitos, que ya esta la cena, ya tendréis tiempo…- me dio una colleja y volvió al salón.
-ANA: jajja venga vamos a cenar.
Al llegar estaban todos sentados alrededor de la mesa con 3 o 4 tuppers con comida, unos platos y cubiertos con vasos y refrescos, me pegué al culo de Ana dándola un besito en el cuello mientras la abrazaba por detrás, ante la mirada de complicidad del resto, lo sabían pero era la 1º muestra de cariño evidente que veían entre ambos, Ana se sentó en el suelo, y yo detrás de ella, y nos pusimos de nuevo a charlar y comer, probando la tortilla de la madre de uno y el arroz con pollo del padre de otro, fue divierto , novedoso, aun mas cuando al acabar recogimos todos, discutiendo cómo funcionaba el lavavajillas aquel “quita anda, que tu no sabes” palabras que se repitieron entre risas, al final atinamos con un libro de instrucciones que había perdido en un mueble. Al cavara volvimos al salón para seguir la charla, Lara se lió un porro de marihuana, era evidente que en la riñonera no iban lápices, eso llevo a Manu, que también fumaba de vez en cuando, a tomar mas interés en ella, eso si, a fumárselo les mandamos al balcón o a una pequeña terraza que teníamos, ni yo ni Ana fumábamos y Alicia tampoco, y estaba intentando que Teo dejara de fumar tabaco, no queríamos que la casa oliera a humo y menos a marihuana. Nos quedamos charlando las 2 parejitas, entre ellos se veía mucha mas complicidad que en nosotros, a Ana le daba un poco de reparo que la abrazara o la hiciera carantoñas, mientras la pobre sufria de un pequeño cuestionario de parte de Alicia, estaba intrigada por la mujer que había logrado sacar del caparazón a su “hermano mayor”, a sus ojos yo seguía siendo aquel gordito que tenia pánico de pedir salir a las chicas, pese a que esa persona ya no existía.
Volvimos al tajo, estabamos cansados y fuimos ayudando a montar las camas de los demás, Manu tenia que madrugar ya que era el único con trabajo, y las chicas pese a que aun tenían una semana hasta empezar la Universidad, quedaron para desayunar juntas e ir a ver como se llegaba y donde estaba. Yo molido, tuve que recordar las palabras de mi madre para hacer la cama antes de acostarme directamente sobre el colchón sin una mísera funda, Ana me ayudó.
-ANA: ¿si te digo algo no te enfadas?- la miré extrañado.
-YO: claro que no, dime.
-ANA: verás, me da cosa que Lara duerma sola, y……… esto esta siendo muy rápido………. no me siento aun cómoda con…lo nuestro.- lo decía con voz ahogada, mirando al suelo temiendo que eso me enfadara, y realmente podía tener motivos, visto desde fuera mi deseo era estar junto a ella, pero entendí sus necesidades, y si quería un relación de iguales que me llenara, debía respetar sus decisiones.
-YO: no pasa nada, quédate con ella el tiempo que necesites, las 2 camas las tenéis ya listas.
-ANA: jo, es que no quiero que pienses mal de mi.- me fui a por ella levantándola la mirada.
-YO: jamas se me ocurriría, si tengo que volver a conquistarte cada día del resto de mi vida, lo haré.- sonrío ante la rotundidad de mi frase, la tenia preparada, mi mente lógica me preparó para que al principio no todo fuera de color de rosa. Me dio un beso tierno y suave, y me abrazó feliz de mi reacción.
-ANA: eres el mejor.
-YO: pero recuerda………….- la señalé la mesilla de noche, un marco con una nota.
ANA: ”Se que no tomabas somníferos.
Hasta pronto”
Era la nota que me regaló en Navidades al irse, la había guardado sin saber por que, y la había enmarcado, me miró incrédula con la boca abierta.
-YO: hasta pronto.- me volvió a besar, era el 1º paso hacia mi reconquista.
La acompañé a su cuarto, donde vi de refilón a Lara saliendo del baño, allí la volví a besar entre risas y al despedirse me dio una palmada en el culo, me fui a la cama, mi mente quería seguir jugando, pero mi cuerpo estaba al limite, me acosté pronto, 00:30, pese a querer estar un rato en el ordenador, pero tenia que montarlo, así que desistí y me tumbé quedándome frito casi al instante. Me desperté con los ruidos de mis compañeros por la casa, serian las 9:00, con una erección enorme que solo se me pasó al ir a orinar, me di una ducha rápida vistiéndome igual de cómodo, y fui a la cocina, allí estaban las 3 chicas con Manu, desayunado, nos dimos los buenos días, fue la propia Ana la que se acercó y me dio un beso, sabia a mermelada del desayuno,
-YO: bueno, ¿y que planes tenemos para hoy?
-MANU: yo ahora me voy a currar- trabajaba de vigilante en un museo- vendré sobre las 6, aun quiero pasarme por mi casa para ver si me dejé algo.
-ALICIA: tu ex casa, ahora vivimos aquí jajajajaja.
-YO: ¿y vosotras?
-LARA: Alicia nos va a llevar a la Universidad, para que veamos como es y como llegar, de hecho tenemos que entregar unos papeles a ver si atinamos donde.
-ANA: vendremos a comer pero luego por la tarde vamos a salir a pasear y de tiendas, queremos ir bien monas en la gran ciudad jajajaja.
-YO: ya sois preciosas, pero si insistís, ¿puedo acompañar?
-ALICIA: no, no, usted se queda aquí con Teo a montar muebles que faltan, ya me ocupo yo de cuidar de estas 2.- miré a Ana buscando confirmación.
-YO: esta bien esta bien, pero tened mucho ojo.- abracé a Alicia, dándola las gracias por ser la anfitriona de la ciudad para ellas, yo ya había hecho algo similar con Ana en Navidad pero ahora eran 2 mujeres y nada mejor que otra mujer de confianza para enseñarlas a moverse o ha hacer cosas que yo no podía – ¿y Teo?
-ALICIA: ahí sigue, durmiendo
-LARA: que pasa, ¿os acostasteis tarde eh pillines?- me lo quitó de la boca.
-ALICIA: ¿que pasa?, había que estrenar la casa jajajajaja.- reímos todos, me sentí bien, a gusto con esa comodidad y franqueza, era de adultos maduros, pero erramos jóvenes preparados para comernos el mundo, aparte de saber que se podía follar sin que se enteraran los demás de la casa.
Desayuné con ellos mientras Manu se fue a currar, y ellas se iban duchando para irse. Monté lo que quedaba de mi cuarto, el pc, una mesa y movía los muebles, buscando que posición me vendría mejor, siempre dejando sitio para las cosas de Ana, las vi irse, adulándolas de lo monas que iban y dándole un beso a Ana. Arreglando el cuarto, debí hacer bastante ruido por que Teo apareció por mi puerta con una cara de dormido impresionante.
-TEO: ¿que haces cabronazo?
-YO: aquí montando el cuarto, al parecer nos toca arreglar el piso, anda desayuna algo y nos ponemos.
Se adecentó, comió algo y nos pusimos a montar el mueble del salón donde iría al tv, el teléfono con el aparato de Internet, luego algún mueble en las habitaciones que teníamos que montar, gastamos toda la mañana, mientras hablábamos, ambos nos queríamos sacar el carnet de conducir, y necesitábamos trabajo, no podíamos vivir de nuestros padres ahora, ni de la caridad de los compañeros de piso, planificamos un poco los siguientes días y pasos, estabamos pelados de dinero así que le hable del dinero que tenia en el banco de Madamme, con eso bastaría para ir tirando los primeros meses si no encontrábamos trabajo, y pagarnos el carnet, ellas entre becas y ayuda de sus padres, con Manu trabajando tenían los fondos asegurados, incluso podríamos mirar algún coche de 2º mano, a los 2 se nos vino a la cabeza Adrián, aquel amigo que os conté, un bala perdida pero que el chiflaban los coches y motos. Para cuando volvieron las chicas la casa estaba montada y perfecta, y los 2 teníamos las mismas ideas de como arrancar nuestras vidas lejos del nido de nuestros padres.
Los siguientes días transcurrieron igual, montando cenas y fiestas para mas amigos, para el final de semana ya estabamos Teo y yo en una autoescuela y con trabajo, que época aquella en que había trabajos decentes y bien pagados. Teo era muy bueno con los PC, así que le contrataron de informático en una empresa, solo por las mañanas, 900€ al mes, yo no buscaba nada tan serio y que me ocupara tanto tiempo, y debido a mi escaso curriculum, me contrataron en un supermercado cercano 3 horas por la mañana, como reponedor y carretillero, me vieron corpulencia supongo, de 10:00 a 13:00, ocuparme de las estanterías, renovar producto que traían cada mañana, y organizar el almacén, cosas así, y debido a que era también en fin de semana, me pagaban casi 600€, eso nos daba a todos de sobra para pagar el piso, y nos sobraba para tener dinero en mano. Las siguientes semanas fueron un poco caos, nos levantamos todos casi a la misma hora, ellas para ir a la Universidad y nosotros a trabajar, apenas nos veíamos por las mañanas, luego íbamos volviendo, a casa, 1º yo al estar mas cerca y salir antes, luego Teo, después las chicas para comer juntos, lego ellas volvían a la Universidad o salían a despejarse dependiendo del día y las clases, mientas Teo y yo estabamos en la autoescuela, al volver a casa sobre las 6 ya todos. Ellas estudiaban, nosotros hacíamos el tonto, o las molestábamos, estaban muy concienciadas con sus estudios y no perder comba, aun así siempre lográbamos relajarlas de tanta tensión, y lo mejor, con el paso de los días, fui ganándome a Ana de nuevo, era un reto maravilloso enamórala de nuevo sin tener que usar mi polla como argumento, y sin obligarnos a dormir juntos como en Navidad, unas flores un día, un masaje otro, salir a pasear, los fines de semana salir a bailar y divertirnos, el como la cuidaba, como la trataba…..notaba que cada día estaba mas cerca, y era evidente en su manera de tratarme, ya no le daba ningún pudor que nos besáramos o nos acariciáramos delante de los demás, y cuando salía de fiesta tuve que darle las gracias a Alicia por las compras que hicieron, iba preciosa en todo momento, su cuerpo joven y bien formado, mezclado con su tono de piel moreno, con un sin fin de ropa de tono pastel la quedaban de cine, enseñando muchas veces su ombligo y aquel tatuaje de media luna en su vientre.
Le gustaba a Ana contarme historia de tíos que la habían echado el ojo, supongo que quería ponerme celoso, usaba a Lara como parapeto, era un poco golfa la verdad, ya le había visto con algunos chicos en menos de 3 semanas, solo rollos y besos, nada de sexo, por lo que sabía de Ana, era virgen, una calienta pollas, dicho mal y pronto. La convivencia fue mejorando, nos hicimos turnos para ir al baño por las mañanas, usando los 3 baños todos a la vez, y dividiendo tareas del hogar, como cocina, baños, barrer, fregar , lavar platos, lavadoras y de mas, teníamos una pizarra en la nevera y unos turnos negociables, allí aprendes lo dura que trabaja tu familia, en concreto tu madre, cuando tienes que limpiar el baño por el que han pasado 6 personas, pasado un mes ya nos habíamos visto medio en bolas todos a todos, y habíamos limpiado bragas, calzoncillos y sujetadores de todos, al principio da grima, pero entre Lara y yo que hacíamos bromas continuas sobre aquello termino siendo una rutina mas. Alguna visita a mis padres en domingo para comer y alguna otra de ellos a nuestra casa, teníamos que andar con mucho ojo Ana y yo de lo que decíamos y contábamos, ya prácticamente salíamos juntos.
De los descuidos en el baño, dejarse puertas abiertas o cosas así, ya había visto al menos en ropa interior a las 3 chicas, y a los otros 2 chicos, igual que ellos a mi, Ana seguía perfecta, era una belleza desorbitada, y su tono de piel me volvía loco, las primeras veces ella se tapaba al verme pero después hasta me pedía que la ayudara con cremas o masajes. Lara estaba bastante buena, su cara y su forma de vestir le afeaban mucho, sobretodo sobresalían su par de tetas, era la que mas tenia de las 3, fácil cuando lavas sus sujetadores averiguarlo, una 110 gastaba, mientras que Ana tenia una 92 y Alicia una 87, Lara de culo perdía bastante pero le pasaba como a Alicia a la inversa, tenia tan buen par de tetas que su culo quedaba atrás, Alicia era todo lo contrario, sus caderas y su trasero eran un espectáculo aun mayor en bragas, en cambio a ella no la miraba con ojos sexuales como a las otras 2, simplemente admiraba aquella maravilla de trasero, ya la había visto en biquini pero el día que la vi en tanga casi me da algo. La cosa fue a mas, y la confianza da asco, o en este caso gusto, así que de tantos cruces involuntarios al final nos daba igual, íbamos en ropa interior por la casa, solo Manu se mostraba mas receloso, por su ligera barriga, y yo al principio, por mi enrome polla, pero Ana ya sabia de ella, Lara me la vio un día que entró en el baño sin preguntar mientras me secaba, me encantó su reacción, todas al verla se quedaban mirándola con la boca abierta, ella se echó reír y señalándomela se fue gritando por el pasillo obscenidades, justo lo que hice yo al verla sin sujetador un día por el pasillo corriendo con sus tetas botando apenas cubiertas por sus manos. Alicia no la vio al natural durante los primeros meses, pero Lara ya se lo había comentado y se hablaba de ello sin ningún tapujo, las primeras veces que me vio en slip o con pantalones anchos sin ropa interior, la miró de reojo, pero no pasó de allí, erramos hermana y hermano, y creía que no había malicia. Y si creéis que es duro convivir, pensar en hacerlo con 3 mujeres a las que se les sincronizó la regla, durante 4 días aquello eran 3 ogros a los que había que sobrellevar.
Fue llegando el frío, era Noviembre ya, y pese a poner las calderas durante el día, por la noche apagaban la calefacción y hacia cierto frío, se acabó la fiesta de la ropa interior, todos íbamos ya bien arropados con pijamas y albornoces, yo con mi camiseta y pantalón tiraba, si llevo calcetines gordos puestos es como si llevar un abrigo polar, soy inmune al frío. Eso le recordó a Ana la Navidad pasada, el frío que tuvo y como yo con mi calor corporal la tenia en la gloria, Lara no tanto, pero Ana era de Granada, no estaba acostumbrada al frío, y siempre que andábamos sentados en un sofá abrazados, o con una manta encima. Aquellos acercamientos en busca de calor terminaban siempre en largos besos pasionales, largos y con lengua, con caricias inocentes pero inevitables por todo el cuerpo, pero pese a todo ello, y notar como nos calentábamos los 2, siempre dormía en la habitación con Lara, hablábamos del tema pero ella decía que quería esperar, lo deseaba pero lo que empezó como una petición se volvió una apuesta, como un juego, quería ver cuanto podía aguantar, y no quedaba mucho en realidad, era verla un hombro desnudo o acariciar su culo por encima de la ropa y ya la tenia como una piedra, me di cuenta que desde la sesión con Kira, la modelo, no me había ni pajeado en 1 mes y medio, y tuve que volver a hacerme casi 2 al día para poder sobrellevar aquella relación con Ana. Yo la respetaba, pero iba reventar cualquier día. En los momentos mas calientes, llegábamos a acariciarnos o masturbarnos el uno al otro, pero era casi anecdótico, y pese a mi deseo, y el suyo, me hacia feliz aquel juego, el no tener a una mujer encima mía y solo quería sexo.
Un buena noche de viernes, salimos a tomar algo todos,, y volvimos a casa sobre las 3, Ana había estado mas cariñosa de lo habitual y un tremendo escote acompañado de una blusa transparente blanca marcando su sujetador rosa y su marcado tono de piel, con una falda bastante corta, me habían llevado al cielo, con todo lo pasado no me podía creer que aquel bombón fuera mi……¿novia?, ni siquiera nos llamábamos así. Volviendo a casa se pegó a mi y mi brazo, hacia frío y aire y se cubría con mi cuerpo. Como siempre al llegar a casa la acompañaba a su cuarto y allí nos despedíamos con largos y apasionados besos delante de los ojos de Lara, que miraba con cierta envidia, ya hacia la coña de acostarla a ella también dándola un beso en la mejilla o jugando a pelearnos en la cama, y mas de una vez lo hacia totalmente empalmado de las caricias de Ana, con lo que los roces eran claros, y hasta podía decir que eran buscados por parte de ella, sobretodo si Ana se iba al baño y nos quedábamos solos unos minutos. Lara me lanzaba retos, dudaba de mi hombría constantemente y bromeaba con que ella era mucho mas mujer que Ana y que yo no sabría que hacer con ella. Su bocaza era castigada con mi corpulencia y varias veces la inmovilizaba quedando encima de ella o a escasos centímetros de su cara, entonces ella dejaba de jugar y se quedaba quieta mirándome, como esperando que yo diera el paso, pero para mi, pese a ser consciente de ello, era solo un juego, mi objetivo era Ana y aquella mujer o cualquier otra me daban igual. Ese día Ana salió del baño con Lara casi montada encima mía, conmigo sentado en la cama de Ana, si no era yo quien iba a por ella, ella misma se encargaba de ir a chincharme, y de plantarme sus tetas bien cerca de la cara, éramos tan bestias los 2 que para ganar el juego yo le mordía un teta o ella me pegaba en la polla, era eminentemente sexual, pero no para mi, es mas, lo quería usar para dar celos a Ana, y ese dio debió de funcionar, Ana salió del baño con un pantalón de pijama y una camiseta mía vieja que le quedaba enorme, casi de camisón, y al ver la escena se enfado un poco, cogiendo de los pelos a Lara y sacándomela de encima.
-ANA: aparta golfa, este chico es mío.- el tono era jocoso pero sincero.
-LARA: anda boba, que solo jugábamos, si no se los das tu alguien tendrá que dárselo jajajajaja
-ANA: pues menos juegos y a la cama, que hace frío.- se me subió ella encima y mirando de refilón a Lara, y me dio el beso mas sensual y caliente desde su vuelta, como marcando territorio.
-YO: más te vale irte a dormir ya por que no respondo como sigas así.- notó mi polla palpitando entre sus piernas.
-ANA: anda vete, hasta mañana, amor.- me dio un beso de despedida, y la arropé, después le di un azote a Lara en el culo, que se andaba acostando, como final al juego y salí corriendo para evitar represalias.
Me fui a mi cuarto derecho al PC, le había vuelto a coger el gusto a los videos porno, que remedio, llevaba casi 2 meses sin catar hembra, el máximo tiempo que estuve desde la operación, solo para desahogarme, sin reproches ni malos gestos. Mis pajas eran cansadas, mi brazo se castigaba ante tanta carne que masajear, y me costaba un mondo una erección en condiciones, me iba a correrme al baño y así ensuciar poco, me lavaba las manos y a dormir relajado. Me acosté caliente y sudando, así que me quedé solo con el pantalón sin slip, destapado, luego cuando cogía frío me tapaba, y teniendo que currar al día siguiente me dormí pronto. Me despertó el sonido de la puerta, chirriaba un poco al ser de madera por el frío, abrí un ojo entre legañas y divisé una figura femenina con una manta echada por encima.
-YO: ¿si?
-ANA: hola, ¿estas despierto?
-YO: ahora si…..¿necesitas algo?
-ANA: si, a ti.- me sobresalté por su comentario, estaba muy dormido, miré el reloj, habían pasado apenas 2 horas desde que me dormí.
-YO: ¿como?
-ANA: jo, es que hace mucho frío y por mas mantas que me echo no entro en calor, ¿puedo…. dormir contigo?, ya sabes, como en Navidad.
-YO: ah…….claro, anda vente- se me notó cierta desilusion.
-ANA: gracias.- sonrió, o eso me pareció, estaba oscuro, cerró la puerta y corrió hasta mi cama, me eché hacia un lado abriendo mis sabanas para dejarla pasar.- pero… ¿donde esta tu colcha?
-YO: en el armario, creo….
-ANA: ¿pero no tienes frío?
-YO: me caliento soñando contigo.- rió, torneando los ojos, y echando su colcha sobre los dos, se metió entre mis sabanas, agarró mi mano y me pegó a su espalda, rodeándola con mi brazo, la besé el hombro mientras le apartaba su largo pelo para no tenerlo en mi cara, su olor a coco me parecía la mejor fragancia del universo.
Nos pegamos tanto que notaba su respiración agitada y su cuerpo tiritar, realmente tenia frío, pero entre la colcha y la estufa que soy yo, en pocos minutos dejó de temblar y emitía gemidos de sentirse confortada, antes de que pudiera hacer o decir nada se quedó dormida plácidamente, y pese a tener a esa mujer en mi cama la sensación era tan agradable y cálida que me dio igual, ni se me empalmó, solo disfrute del momento pegado a ella, con mi brazo rodeándola y ella agarrada de mi mano, estaba tan ensimismado que me dormí igual de rápido, no recuerdo muchos sueños reparadores pero aquel lo fue. Sonó mi despertador, media hora antes de tener que ir a trabajar, por suerte era cerca y con una ducha rápida llegaba de sobra, lo apagué tan rápido que Ana ni se despertó, ahora estabamos cara a cara, con ella usando uno de mis brazos de almohada, y su cintura echada para atrás, entre otras cosas por que mi erección mañanera no la permitía ponerse mas cerca, la tenia clavada en su vientre. Me costó toda mi fuerza de voluntad no quedarme allí pasmado viéndola dormir, pero con una mano cogí su cabeza y se la levanté lo justo para sacar mi brazo, adormecido, y recostarla, levantándome con cuidado de no despertarla, la arropé bien con la colcha y la di un beso en la mejilla antes de darme una buena ducha fría. Me preparé para irme a trabajar en completo silencio, la dejé una nota cariñosa sobre la cama, con unas gotas de mi colonia, y me fui a trabajar como el hombre mas feliz de la historia, las sensaciones de euforia que me generaba cada paso hacia Ana eran mejores que cualquier polvo que pudiera echar.
Los fines de semana era el único que trabajaba o hacia algo, las 3 horas por la mañana simplemente, al volver a casa me extraño no ver a todos ya en el salón preparando la comida, ya se nos habían acabado los tupper de las familias, y salvo algún caso aislado de reposición, vivíamos de cocer pasta, me fui a mi cuarto y al encender la luz me saltaron todos encima son un “¡¡¡SORPRESA!!!”, que me asuntó, realmente no lo esperaba.
-YO: ¿pero que hacéis aquí?- miré a mi cuarto y me encontré más lleno de lo habitual, cosas que no eran mías, cosas de Ana.
-ALICIA: pues nada, que por lo visto querían darte una sorpresa y hemos ayudado a traer las cosas de Ana aquí.
-YO: ¿y eso?- miré a Ana.
-ANA: por que si voy a vivir y dormir aquí a partir de hoy, será mejor que estén mis cosas aquí.- me guiño un ojo y me abrazo balanceándonos, con un matasuegras en la boca, yo la rodeé la cintura con mis manos.
-YO: ¿estas segura?- lo dije mirando sus intensos ojos marrones, adivinando aquellas trazas verdes que me encantaban.
-ANA: segura, esta noche me has recordado por que quise venir aquí, eres el mejoro hombre que he conocido, no quiero esperar mas,…te…….te quiero.- era la 1º vez que lo decía desde que volvió, mi mirada la confundió, no sabia si era sorpresa o duda, estaba concentrado en mis pensamientos de dicha.- o acaso no quieres que….- la besé para disipar confusiones.
-YO: que sepas que no solo quiero, si no que llevo deseando esto desde que llegaste.
-ANA: lo se – la mordí el matasuegras para quitárselo y escupirlo, quería sus labios.
Nos fundimos en un abrazo sentido y cariñoso, con besos constantes de felicidad mutua, ante las felicitaciones y bromas de los demás, Lara fue la que menos entusiasmo puso. Para celebrarlo hicimos una comida algo mas especial y después nos fuimos cada uno a su cuarto, a echarnos un poco, queríamos salir de fiesta mas tarde, Ana y yo nos acostamos de cara, mirándonos, fijamente, y abrazados.
-ANA: y ahora……… ¿que?
-YO: ahora toca disfrutar supongo.
-ANA: ya lo sabes, pero quiero que sepas que he estado tonteando con un chico en Granada, nada serio, pero quiero ser sincera contigo.
-YO: no pasa nada, nos dimos tiempo hasta volver a encontrarnos y aquí estamos, eso es lo que me importa.
-ANA: ¿y tu?
-YO: y yo… ¿que?
-ANA: ¿Qué si tu has estado con alguien desde Navidades? – pufff vaya problema, reí para ganar tiempo, no quería mentirla y decirle que no, o con unas pocas, pero temía que si le dijera la verdad se asustaría o se sentiría ofendida.- venga yo he sido sincera, tu tienes que serlo conmigo.
-YO: ¿y si te hago daño? No quiero perder esto.- la coloqué el pelo detrás de la oreja viendo su amplia sonrisa.
-ANA: nada de lo que puedes decirme puede cambiar lo que sentimos el uno por el otro.
-YO: se que ahora lo dices, pero lo que puedo contarte, si soy 100% sincero, puede afectarnos, no he sido ningún santo.
-ANA: jo, pues ahora si que vas a tener que decírmelo, no me vas a dejar con la duda.- se incorporó y se sentó, carraspeando con la voz y preparándose para lo peor, y aun así la asusté.
Si era lo que quería, le dije todo, y cuando es todo, es todo, desde mi paso por el instituto con las alumnas, Marina, Karin, Pamela, esa fue la 1º vez que torció el gesto, o Rocío y su aprendiz, pasando por mis escarceos con la monja o las universitarias, incluso de mi Leona, aquí me miró incrédula, casi asustada, después la hablé de Irene y nuestro noviazgo, comentando lo mal que me sentí al torcerse la relación, allí suavizo su mirada, pero le conté mi verano, mis escarceos con las mujeres en la piscina, y pese a que mi mente me lo prohibía, de Yasmine y Eleonor, mis colombianas, de neutras sesiones madre e hija en su casa, de cómo las dominaba como su macho. Yo solo hablaba y ella escuchaba, lo pero llegó cuando le comente lo de Madamme, de cómo logré el dinero del piso, y de la aparición de Zeus y de la bestia, de forma automática se puso en pie, dando vueltas por la habitación, podía notar sus ojos vidriosos juzgándome de vez en cuando y como se rascaba la cabeza pensando mil cosas, terminé contándola como casi hice claudicar a Madamme, y de mis aventuras con la Geisha, incluso de lo que le hice a David en la fiesta al descubrir el engaño, hasta la hablé de que el fin de semana previo a su llegada lo pasé con una supermodelo a la que le faltaba medio tornillo con el tema de su padre. Ana estaba desbordada, ya le había dicho que no había sido ningún santo, pero me miraba como si fuera una persona desconocida.
-YO: eso es todo, todo lo que ha pasado desde que te marchaste.
-ANA: joder……..
-YO: se que es mucho, y que no es comparable, pero te soy sincero, es lo que querías, ¿no?
-ANA: ya, pero no se, es que son…………. mas de 1……es que son….muchas……..joder, y algunas son una pasada, como si no fueras el chico del que me……….el que conocí en Navidades. – me levanté y la cogí de las manos, no quería mirarme, y me estaba poniendo nervioso de tantas vueltas.
-YO: no te voy a mentir, lo he pasado muy bien y ha habido partes de mi vida, oscuras, tenebrosas, y me han gustado, pero es todo del pasado, no quiero volver a ello, no lo necesito, te tengo a ti.
-ANA: así que renuncias a todo eso……… por mí……- me miró sin saber si sentirse orgullosa o triste por ello, sopesé mi respuesta.
-YO: no, no lo dejé por ti, me gustaría que fuera así pero no lo es, no es que tu seas mejor o peor que cualquiera de ellas o todas ellas juntas, no es una cuestión tuya, soy yo, no es por ti si no por lo que tu me haces sentir, me haces……feliz, y no cambiaría estos 2 meses a tu lado por volver a esa vida.- levantó su mirada por 1º vez.
-ANA: no puedes hablar en serio, si no siquiera hemos hecho….nada, y me has contado barbaridades, ¿no lo hechas de menos?
-YO: eso es injusto, ¿si preguntas si lo echo de menos? Claro, como echo de menos el cocido del domingo de madre, y no por ello salgo corriendo cada domingo a su casa- sonrió ante mi comparativa – prefiero comer comida pre cocinada y matarme a pajas que volver a una vida sin ti, sin lo que me haces sentir. – ya nuestras miradas eran intensas, la buscaba con mis labios.- ¿tu eres feliz conmigo?
-ANA: claro que si, pero, ¿como puedo saber que no me harás daño?
-YO: no lo sabrás, al igual que yo no se si tu me lo harás a mi, pero midiendo los riegos de que salga mal y la posible recompensa de que salga bien, merece la pena arriesgarse, supongo que es lo que llaman amor, sentirte tan bien y tan feliz con otra persona que no temer abrirte completamente a ella, que te conozca, a que sepa lo mejor y pero de ti y aun así, este a tu lado. Tu eres eso para mi, déjame que lo sea yo para ti.- nos fundimos en un apasionado beso, no era sexual ni excitante, era una corriente de sensaciones que recorría mi cuerpo, como caer de una cuerda muy alta sin saber si hay una red debajo. La separé un poco de mi, abriendo los ojos el tiempo justo para ver como ella se relamía, y como poco a poco volvía de algún lugar feliz en su mente.- Ana……………………. te quiero.
-ANA: y yo a ti, te quiero mas de lo que nunca creí posible querer a alguien.- nuestras ojos irradiaban peligro, como si fuéramos conscientes de que una bomba iba a estallar en cualquier momento, llamaron a la puerta, era Manu, abrió y nos vio de pie allí plantados, uno delante del otro.
-MANU: hey, vamos a salir a tomar algo, ¿os venís?- sin dejar de mirar aquellos ojos hipnóticos de aquella mujer entre mis brazos respondí.
-YO: id vosotros, nosotros saldremos en un rato, ya os llamaremos.- Ana asintió con sonrisa picara.
-MANU: esta bien, nos vamos, hasta luego.- se fue cerrando la puerta y a poco listo que fueras se notó que allí iba a pasar algo.
Nos volvimos a besar, pero esta vez ya sin limitaciones, buscando con la lengua las caricias del otro, fue ella la que me fue empujando hasta tropezar con el borde de la cama y caer tumbado sobre ella, y quitándose la camiseta se tumbó sobre mi, buscando con una de sus manos mi mentón, y besándonos de nuevo, casi fundiendo nuestros labios, se tuvo que acomodar la cadera, abriéndose un poco de piernas para dejar paso a mi polla, que a estas alturas debido al nulo sexo que había tenido, con esas pocas caricias y besos ya la tenia dura como granito, debido a mi manía de llevar pantalones anchos sin slip por comodidad, mi enorme miembro resaltaba como la carpa de un circo. Yo solo me deleitaba con su largo pelo acariciando mi cara, el peso de su cuerpo sobre mí, con sus tetas aplastadas, sus movimientos de cadera y su eterno olor a coco. La acariciaba su espalda, buscando reacciones, pero ella manejaba la situación, tenia miedo de coger yo las riendas y estropearlo todo. Pasamos así unos minutos, explorando nuestras bocas, hasta que sonó la puerta de la calle, se habían ido los compañeros de piso, supongo que ya segura de que nadie oiría nada, se dejó caer a un lado, se fue quitando el pantalón, para luego ponerse de rodillas y quitarse el sujetador, me quité la camiseta, admirando aquella belleza arábiga, aquella piel tostada y su cuerpo casi desnudo, que clamaba sexo.
-ANA: vamos a ver a mi vieja amiga.- llevó sus manos a mi tieso pene, sobre la ropa, pero era un mero velo, podía acariciar y palpar perfectamente toda su grandiosidad, se mordía el labio mientras mi mano jugaba en uno de sus mulos.
No pasó mucho hasta que tiró de la tela y me la sacó de su prisión, con algo de ayuda me quité el pantalón y la dejé embobada mirándola, como si fuera la 1º vez que veía aquella cosa, pero no lo era, la agarró con ambas manos y con mas maestría de la que le recordaba comenzó a masturbarme de forma torpe o rápida, me lo aprecia por mis experiencias previas con autenticas golfas de 1º nivel, pero en vez de no gustarme, aquella candidez me pareció adorable, sexualmente atractiva. Tan despistado estaba que no vi como agachó su cuerpo para lamerme el glande, sin dejar de masturbarme, repasando bien la zona, y terminado cada lamida con un beso dulce .Su nueva poción me dio vía libre para con una mano meterme por detrás de su culo en sus bragas, pude observar como estaba húmeda, y como con solo notar mis dedos abriéndose paso hasta su coño, aumento la temperatura de su interior, al llegar a su coño era una inundación, estaba tan mojada que se me pegaba la tela de sus ropa interior, pero al alcanzar su monte y acariciarlo por encima la saqué un gemido apenas perceptible, que la obligó a dejar sus trabajos manuales, y a medida que mi mano aumentaba el ritmo ella se apartaba mas de sus labores, llegando un momento en el que solo tenia agarrada mi polla con una mano y con la otra se sostenía a 4 patas, con un giro de muñeca logré meter uno de mis dedos, notando presión y calor a partes iguales, viendo como todo su cuerpo se estremecía, y haciéndolo de nuevo, ver como su cintura cogía el ritmo de mi mano con cada penetración. Con uno de mis dedos localicé el clítoris y no dejaba de jugar con el mientras metía o sacaba otra dedo de ella, logrando que sus suspiros fueran aumentando hasta que mi mano tenia tanta velocidad que la llevó a un orgasmo fuerte y excitante, no se cuanto llevaría sin uno, pero del latigazo cayó de espaldas de rodillas sobre la cama, agarrándose la vagina por dentro de la ropa interior y acariciándose levemente mientras me miraba poseída.
-YO: vaya, estas muy poco entrenada.
-ANA: no seas malo, llevaba sin correrme desde Navidades, no así, no de esta forma, me he manchado toda.
-YO: ¿y el chico ese con el que tonteabas?
-ANA: nada, solo juegos, ni penetrándome, nada como esto, ni de lejos, eres malo, me has hecho alguna mierda nueva que has aprendido o algo.
-YO: jjajajaja nada, te lo juro, solo quiero hacerte disfrutar.- me puse de rodillas delante de ella, todo lo que mi polla me dejó acercarme, la iba besando por la cara, el cuello y el pecho, mientras mis manos la masajeaban sus pechos, era una joya del nilo, una especie de diosa egipcia, y cada momento a su lado me parecía mas bella aun.
Mis besos y caricias la hicieron recostarse de espaldas, y con habilidad le junté las piernas para sacarle la ropa intima, volviendo a tener ante mi su precio coño, con aquella fina línea de bello bien cuidado que recordaba, ella se moría de vergüenza ante mis caricias, pero fui besando sus muslos acercándome a su clítoris, hasta que metí mi lengua en ella, allí se abrió de piernas y se dejó hacer, apretando mi cabeza o tirando de mi pelo, no estuve mucho jugando con mi lengua en su interior estaba loco por penetarla, fui subiendo cuando la noté mas caliente, trabajando sus pezones al paso por ellos, y terminando con mi polla apuntando a su interior, mientras la besaba el cuello, y jugaba con una de mis manos en su vientre, sabia que eso la derretía.
-ANA: por favor, ten cuidado, pero fóllame ya, no aguanto mas.
Sus palabras de suplica me estremecieron, me mojé la polla bien de sus abundantes fluidos, la abrí bien de piernas asegurándome de tenerla a buena distancia de mi, y viendo como ella misma se separaba los labios mayores mientras se pellizcaba un pezón, apunté y apreté suavemente, dio un sobresalto al notar el 1º contacto, fui buscando mas comodidad con el 2º, y esta vez si la penetré con el glande solamente, eso la relajó el cuerpo entero, estaba demasiado tensa, y notar ese 1º paso la calmó. De forma muy calmada y pausada hice presión notando como de nuevo se le abría el coño, era casi obsceno ver aquella barra de carne hundirse en ella, oyéndose el resbalar de mi piel empujando en su interior y viendo como con cada respiración se contraía y se relajaba al soltar el aire, ver como se retorcía sobre la cama buscando algo a lo que atenerse, solo encontraba consuelo cuando paraba a dejarla acostumbrase de nuevo a mi polla, a notar como sus paredes interiores cedían ante la invasión, y como mi polla notaba menos hinchazón, alcancé media polla, quise parar, para no forzarla de mas, pero recordé que ese poco mas de la mitad era lo que el había conseguido meter en Navidades, y me costo varios idas de sexo acostúmbrala a esa cantidad de polla dentro, y ahora a la 1º ya estaba allí, apuré un poco mas y sin dejar de apretar, quise comprobar hasta donde le podía llegar, no me importaba pero seria un plus si lograba metérsela toda. A ¾ casi se me desvanece, dejé de penetrarla y quedé quieto dentro de ella, viendo como su pecho respiraba agitado y su boca se abría como queriendo hacer mas sitio en su cuerpo.
-ANA: ¡¡dios mío!!, me abres, noto como me abres.
-YO: ¿estas bien? ¿Quieres que pare o la saque?
-ANA: ni se te ocurra, quédate quieto, no te muevas, deja que me……dios, ¿es que no tienes fin? ¡¡Es enorme!!- reía ante las expresiones sin sentido y halagos inexpertos, era pura candidez e inocencia.
Poco a poco, se vio mas confiada y sin dejarme que me moviera era ella la que comenzaba a mover su cadera, de formas circulares, creándose espacio y fricción, en una de esas se corrió de nuevo, estaba tan llena y tan plena que no se si lo notó, su cuerpo si la menos, su mente siguió con su bamboleo de caderas hasta que llego a meterse y sacarse unos centímetros de mi tranca, cada vez se sacaba mas y se metía mas de golpe, agarrándose a la sabana, y al borde del colchón encontró facilidad para moverse y ejecutar sus bailes sobre mi polla, el movimiento de sus senos y su cara de gozo, con los ojos medio en blanco me calentaron, y notando cm se corría de nuevo con algún espasmo leve, y un grito que lleno la habitación. La agarré de las caderas y tomé el mando, con cuidado de no pasar de esa distancia, la penetré con cierta fiereza que ella agradeció, salió de su estado semi inconsciente y disfrutó de la fricción de mis actos, haciendo gemir y gritar de forma continuada, hasta me abofeteó una vez, supongo que como premio a otro de sus orgasmos, o a no parar pese a ello. Normalmente hubiera aguantado 1 hora larga así, pero estaba tan necesitado y me estaba poniendo tan caliente que a los 15 minutos reventé su coño con una cantidad de semen como no recordaba, con un calambre que me recorrió la espalda que me devolvió al paraíso, y como costumbre que tenia al correrme, unas ultimas embestidas fuertes que la sacaron otro orgasmo, sonoro debido a su gritos descontrolados, que nos baño a ambos al sacarle la polla de su interior. Caí a su lado sudando y agradecido a los cielos por haber logrado consumar mi amor con aquella mujer que a mis ojos dejaría en ridículo a la mismísima Cleopatra. Dejado que nuestros cuerpos volvieran a un estado natural, me ardían los pulmones, y respiraba agotadamente, ese no era yo, o no el animal que había sido los meses antes de su llegada, Ana me devolvió al terreno mortal, y me gustó.
-YO: ¿estas bien?- la vi reír.
-ANA: dios, tengo la boca seca.
-YO: joder, y yo, voy a por agua.- me levanté dándola un beso en el vientre, de un resorte salí de la habitación en pelotas encantando con el universo, como si tuviera una banda sonora de fondo, canturreaba de felicidad, fui a la cocina, abrí una botella de agua y le di medio trago, cerré la nevera y al darme la vuelta me encontré con Lara de bruces, mi 1 instinto hubiera sido taparme, pero solo tenia un botella de plástico transparente en la mano y ya era al 2º vez que me veía así, supongo que haberle hecho el amor a Ana hacia escasos minutos me tenia algo tonto, era Lara, mi doble desvergonzada.
-LARA: dios, lo siento, no quería molestar.
-YO: no es molestia tonta, si ya nos conocemos y me has visto así jajajajaja- seguía tarareando en mi cabeza, mientras le daba otro trago al agua y veía como sus ojos se clavaban en mi polla, estaba se mi erecta, claramente mas grande que la ultima vez que la vio en reposo total.
-LARA: pero tápate carbón.
-YO: ¿para que? si soy feliz.
-LARA: ya, os he oído.
-YO: mírala que fisgona has salido jajja, ¿no se supone que habíais salido todos?
-LARA: si bueno, han salido pero estaba un poco cansada y me eche a dormir, me….habéis despertado.
-YO: ¡¡¡no jodas que nos has oído desde tu cuarto!!!- no quería que los densas supieran cuando follábamos, mas por Ana que por mi.
-LARA: no, osea, yo……pasaba para ir al baño, y….os oí ir a la cocina.- seguía hablando pero mirando mi polla colgante, decidí darle normalidad y jugar con ella, al fin y al cabo era como yo.
-YO: pues nada, vuelvo al lío, y no andes a escondidas jajajaj- me acerqué a ella y la abrace bailando con su cuerpo que permanecía a mi merced, sin voluntad, sin comprender muy bien mi actitud desvergonzada, notando mi polla golpear con cada movimiento en su pierna, mientras yo tarareaba, me daba igual, mi mente estaba enajenada por lo ocurrido con Ana, y solo era una de mis muestras exteriorizadas de felicidad.
Me volví al cuarto donde Ana estaba sentada en el borde de la cama, con una sonrisa de oreja a oreja, le di el agua y se bebió varios tragos, alguna gota de agua cayó por su rostro, hasta gotear en su pecho, rápidamente me arrodillé para lamer su teta, y secarla, ante sus sonrisas.
-ANA: has tardado mucho.
-YO: es que me he cruzado con Lara- casi se atraganta con el agua.
-ANA: ¿que? ¿no se habían ido?
-YO: al parecer ella no.
-ANA: jo, nos habrá oído, ¿y tu? ¡¡pero si vas desnudo con la polla medio tiesa!!!
-YO: sip.
-ANA: ¡¡pero te habrá visto!!
-YO: sip, y de hecho he hablado con ella mientras me miraba la polla y luego he bailado de felicidad con ella antes de volver.- me encantaba ser así de sincero, que las tonterías que decían parecerían chorradas o brabuconadas, pero que eran ciertas.
-ANA: pero ¿tu estas mal de la cabeza?
-YO: ¿y que más da? Si ya sabía lo que hacíamos, nos ha oído al salir a la cocina antes.
-ANA: ya pero una cosa es que lo intuyan y otra que sepan donde y cuando y que te coma con los ojos.
-YO: es tu amiga.
-ANA: precisamente por eso te lo digo, por que la conozco, es virgen pero una calienta pollas de 1º, no quiero que ande tirándote los trastos.
-YO: ¿tu te crees que después de lo que te he contado voy a perder la cabeza por una drogata necesitada de un buen polvo? Te tengo a ti, y no quiero ni necesito más.
Volví a subir mi cabeza para besarla, estaba harto de hablar y de buscar argumentos, quería aprovechar el calentón, volver a hacerla el amor, de forma cliente y pasional, pero no follar, si no gozar el uno del otro, mis manos y mis labios hicieron su efecto, Ana paso de cierto disgusto a apretarme contra ella, y mi polla en pie de nuevo pedía guerra, recordé nuestras sesiones por detrás en Navidad, aquella sensación de confortable calor que me proporcionaba, la tumbé de lado y me cloqué a su espalda, abriéndola de piernas lo justo para rodearla con mi mano y dirigir mi polla a su coño inundado de nuevo, para ensartarla sin tanto preámbulo previo, noté como se abría de nuevo pero esta vez mocho mas rápido y mas profundo, agarrándola fuerte y bombear sin descanso hasta sacarla todos los orgasmos que la deriva por haberse ido lejos, acariciando su vientre y sus pechos con mi mano libre y acelerando ligeramente con cada uno de sus espasmos, quería contener sus gritos por Lara, pero era remar río arriba, había un punto en que dejo de hacer fuerza y se dejó llevar por la corriente que era mi fuerza en las embestidas. Desde atrás su maravilloso culo hacia de tope, así que no tenia que preocuparme de no penetrarla demasiado, sus glúteos hacían de barrera natural para esos 7-8 centímetros que aun me faltaban, pero mas que suficientes para verla tensarse con cada embestida y notar como se abría y se cerraba con cada movimiento de mi cadera, dios, la tenia tantas ganas que saqué lo mejor de Raúl, fue demasiado para ella y a la media hora se corrió tantas veces que pidió que parara, en mis últimos tiempos me hubiera dado igual, hubiera seguido hasta hacerla desmayarse o sacarla de rueda para tenerla dominada, pero ella no era una, mas era Ana, paré con cierto acopio de fuerza de voluntad, y ella quiso agradecérmelo con una buena mamada, sin duda el chico con el que estuvo se beneficio de mis enseñanzas en Navidad, sus mamadas eran buenas y su lengua nada torpe, eran sus manos las que parecían poco acostumbradas a una buena polla. La avisé cuando me iba a correr, sin saber como actuaría ella, no recordaba quien había sido la última que me la chupó, me corrí y no se lo tragó. Ana en cambio se la sacó de la boca, y acelerando sus manos puso dirección a mi polla en su pecho, corriéndome abundantemente sobre el, notando cada chorro de semen sobre su cuerpo con un beso pasional y desmedido. Cuando acabó de sacarme todo, notó mi polla flácida de nuevo, y se tumbó a mi lado, dándome pequeños besos en el cuello o el pecho.
-ANA: eres increíble, y en cuanto repitamos un para de veces me vas enseñar a ser tu chica.- temí que esas palabras fuera incluida algún tipo de relación, como con mi Leona, mis hembras colombianas o mi abnegada Madamme.
-YO: no quiero que seas mas que lo que eres tu, mi novia, la mujer en al que confío y que me hace feliz siendo quien eres.
-ANA: no te preocupes, eso siempre lo tendrás de mi, pero las buenas parejas hacen disfrutar a su compañero, y esta claro que tu sabes mas que yo, solo quiero aprender a tu lado.- se acurruco contra mi, de forma dulce y acaramelada, me tranquilizó un poco aunque seguía temiendo alguna reacción sumisa los días siguientes.- venga, vamos a darnos una ducha que hemos quedado, yo 1º y así salgo y hablo con Lara.- se incorporó dándome un beso de ternura y se puso en pie apoyándose en mi pecho, la vi andar feliz hacia el baño.
Aquella 1º reacción de no querer quedarse o repartir mas sexo, de inicio podría sentarme mal, pero todo lo contrario, es lo que me pasó con Irene, desde la 1º vez que follamos se quiso aislar del mundo para tenerme enjaulado solo para ella, y Ana no, reaccionó como una novia normal, habíamos quedado y se tenia que duchar y hablar con Lara, me gusto ampliamente su reacción y me tranquilizo bastante. Se duchó y yo después, fue buena idea hacerlo por separado, no soportaba ver el cuerpo húmedo de una mujer y no follármela, o se acordaba de Navidades o me conocía mejor de lo que creía, quizá fue solo casualidad y la estaba idolatrando excesivamente, pero me daba igual al fin tenia lo que quería.
Salimos de fiesta quedando con los demás del piso, incluyendo una Lara algo abstraída, charlamos, bailamos bromeamos e hicimos el tonto, a eso de las 3:30 Ana y yo nos volvimos ya que yo trabajaba a las 9, no sabia ni lo que quería, tener sexo y disfrutar o dormir plácidamente abrazado a ella, cualquiera de las 2 opciones me huebra gustado igual, pero que fuera ella la que me insistió en que descansara para ir a trabajar me convenció de mis pasos, Ana no era Irene, y pese a dormir con mi polla aprisionada entre sus muslos, como antaño, dormimos sin mas, yo disfrutando del tacto de una buena mujer a mi lado y ella de mi calor, había acertado de pleno con Ana, me daba justo lo que nadie mas me sabia dar, una sensación de ser un puzzle de 2 piezas que encajaban perfectamente.
CONTINUARA…………
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