
ANA Terminé el dichoso viaje de vuelta a casa, me estaba hartando del transporte publico, de los autobuses que se van en tus narices y de los transbordos malditos, si ya era difícil ir de mi casa en el extrarradio al centro, ir a cualquier otra zona era un suplicio, eran 2 horas perdidas de mi vida, pero era tiempo suficiente para que mi mente se amueblara de nuevo y esa vez no fue diferente, volvía de la casa de Kira, la supermodelo atolondrada con su padre, tan perturbada tenia la cabeza que me regaló un domingo de cariño y […]