
Suena un teléfono. Insiste. Otra vez. Me aparto y busco el maldito teléfono móvil, que no deja de sonar. Ha dejado de sonar. En la pantalla aparece, llamada perdida. MARGA. Llamo, contesta. Está llorando. –¡¡José!! ¡Estoy con Mila en el hospital! ¡Está muy mal, ha intentado suicidarse! –Cálmate Marga. Dime que ha ocurrido. –Tuve que salir a un servicio, Mila se quedo en casa, el cliente no se presento y volví antes de tiempo. La encontré tendida en la cama, había tomado rohypnol, no sé cuantas pastillas, pero muchas. Llamé a urgencias y estamos en el hospital ————-Me han dicho […]

















