
6 Lo bueno de la lluvia era que los mosquitos habían desaparecido, lo malo era que no se había sentido totalmente seca desde que empezó a llover. La lluvia llegaba todas las tardes puntualmente y lo empapaba todo. Ni siquiera el techo improvisado que Tarzán construía todos los días encima de su nido resistía durante mucho tiempo la intensa cortina de agua. Mientras duraba el chubasco aprovechaba para enseñarle los rudimentos del inglés al salvaje y éste se mostraba como un alumno aplicado. En pocos días sabía nombrar casi todo en su entorno y pronunciar frases simples. Eso sí, había […]