
Capítulo 14: El ángel negro. Salió de las duchas sin intentar esconderse. Los funcionarios lo inmovilizaron inmediatamente y lo llevaron a las celdas de aislamiento mientras dos enfermeros se multiplicaban entorno a las figuras gimientes de la ducha. Pasó en aislamiento dos días y de allí fue directamente al despacho del psicólogo, cargado de cadenas. El despacho no era como lo había imaginado, más bien parecía la oficina provisional de un contable. Había una mesa de formica, una silla de oficina y una más sencilla al otro lado de la mesa. No había cómodos sofás reclinables ni lámparas que daban […]



















