
26 Con todos los preparativos hechos, Ricardo Redondo estaba esperando la llegada de sus enemigos, pero quien apareció fue el chofer al que había sobornado completamente solo. Su cabreo se intensificó al llamar al hotel y descubrir que los huéspedes tampoco se habían registrado en el establecimiento a pesar de tener reserva. Dando por seguro que su hija y sus dos acompañantes de algún modo se habían enterado de la trampa, movió los hilos para que alguien de su confianza revisara los videos del aeropuerto y así conocer cómo y con quién habían conseguido eludir la vigilancia. Cuando media hora […]