
MARCADA En el desayuno, Claudia no daba muestras de que lo del día anterior hubiese sucedido realmente, pero Alicia no podía dejar de pensar en ello, su hermana pequeña la había usado como un objeto sexual. Podía sentir en su cuerpo el morbo de lo prohibido, los sentimientos encontrafos, la humillación al ver que su hermana la había utilizado,y la excitación que eso le producía. – Alicia… ¡Alicia! – ¿Q-Que pasa? – Estás como ida, ¿Te encuentras bien? – Preguntó su madre, preocupada. – Si, si. Solo… Solo me estaba acordando de algo. – Pues ves acabando que tu hermana […]