Mikoto Amy llevaba unas semanas de buen humor. El efecto del fluido de los gremlins sobre su cuerpo había desaparecido por completo y se volvía a sentir en plenas facultades. Su encuentro con los gremlins y posterior efecto, había acaparado toda su atención durante este último mes y no había prestado la debida atención a un hecho reciente. Desde hacía poco más de tres semanas, otra heroína había hecho aparición en la ciudad.

La prensa la había bautizada como Estrella Polar por sus cabellos plateados y al parecer, según había salido publicado, esa nueva heroína tenía auténticos superpoderes. Según manifestó la heroína en una entrevista, el contacto de la luz de las estrellas con su cuerpo le daba una fuerza, velocidad y agilidad sobrehumanas, pudiendo aguantar golpes y heridas que habrían causado la muerte de cualquier mortal.

Estrella Polar vestía de una forma mucho más reveladora que la ninja. Se cubría con un top plateado que dejaba su barriga al descubierto, mostrando también un generoso escote. Llevaba unos shorts, también plateados, que dejaban al descubierto la mitad de sus nalgas. Como calzado levaba unas botas con tacones y una máscara, también plateada, cubría su rostro. Según había afirmado la propia heroína, vestía así para maximizar los efectos del contacto de la luz de las estrellassobre su piel.

A diferencia de Shadow Angel, Estrella Polar era una heroína mucho más mediática. Concedía entrevistas en televisión, tenía perfiles en redes sociales, se dejaba hacer fotos con sus fans… La gente la adoraba. De hecho incluso se había empezado a diseñar todo tipo de merchandising (camisetas, pósters, tazas…) de Estrella Polar “La Guardiana de Detroit” como la titulaban. Aquello empezó a molestar a Amy.

La japonesa encontraba a la nueva heroína demasiado prepotente y con unas ansias sobredimensionadas de protagonismo. En todas sus apariciones, Estrella Polar destilaba un aire de superioridad por el hecho de poseer superpoderes. Amy siempre había preferido que Shadow Angel mantuviera un perfil discreto, cualquier desliz ante las cámaras de televisión o cualquier publicación en redes sociales podría ser usada en cualquier momento por un enemigo. Shadow Angel sabía por experiencia propia lo caros que salían los errores, por pequeños que fueran.

Lo que más molestaba de todo a Amy era que la prensa achacaba la poca tasa de criminalidad de Detroit principalmentea la nueva heroína. Como si hubieran olvidado todo el esfuerzo previo realizado por Shadow Angel. Al fin y al cabo, si los principales líderes criminales de la ciudad se pudrían entre rejas era exclusivamente gracias a la ninja. Sí, a Mikoto Amy le molestaba que la recién llegada heroína se adueñara de sus logros.

Pero no podía negar que, gracias a la actividad de Estrella Polar, la presencia de Shadow Angel no era tan necesaria, ahora la ninja tenía quién la ayudaba en su lucha contra el crimen. Ello le concedía más tiempo libre, que su relación con Tom agradeció. Ahora podía disponer de fines de semana enteros con el chico, algo impensable cuando Shadow Angel era la única heroína en la ciudad.

También agradecía que el público se hubiera olvidado en parte de Shadow Angel. A gusto de Amy, los meses anteriores la ninja había ganado demasiado revuelo mediático. Si la gente dejaba de pensar en ella, también lo harían los criminales, y allí era dónde la ninja tenía toda la ventaja. Era una experta en golpear cuando nadie se lo esperaba. Aunque sinceramente, las últimas semanas sus golpes habían sido contra criminales de poca monta. El crimen organizado aún no se había recuperado de la detención de sus líderes y Estrella Polar era una rival a tener en cuenta para cualquier criminal.

Hacía unos días, Estrella Polar había evitado un robo a un banco a durante la noche. Las cámaras de seguridad de la calle habían captado con todo detalle como, en un intento desesperado para escapar, uno de los ladrones disparaba a la heroína en el pecho sin que la bala, letal para cualquier persona, pareciera afectarla lo más mínimo. Con una guardiana así es difícil ser criminal.

Incluso sus amigos admiraban a Estrella Polar. Amy había descubierto, molesta, que Mark y Rubén tenían un póster de la nueva heroína en su taquilla y no cesaban en todo momento de alabar sus habilidades. Claire, por otro lado, era una férrea defensora de Shadow Angel, consideraba que la ninja no necesitaba ningún tipo de superpoder para meter a los villanos entre rejas. Elsa estaba evidentemente molesta por la admiración que Rubén sentía hacia Estrella Polar, lo que la convertía en otra defensora de Shadow Angel, aseguraba quela nueva heroína no era más que una burbuja mediática que pronto caería en el olvido.

Las derrotas y humillaciones sufridas por Shadow Angel meses atrás habían caído en el olvido de Amy hasta que un día todo cambió.

Como casi cada día, antes de empezar la primera clase, Amy desayunaba con sus amigos en el bar de la Universidad. Como casi cada día últimamente, el tema de conversación era Estrella Polar. Amy escuchaba distraída, sin dejar de mirar a Tom

– Estrella Polar es una auténtica luchadora. Ni Superman podría con ella.- Decía Mark

– Una auténtica luchadora feminista. Valiente como pocas.- Apoyó Rubén asintiendo.

– ¡Pamplinas!- Replicó Claire.- Shadow Angel sí que es una luchadora con valor, ella no necesita superpoderes para enfrentarse al crimen. Sólo ella y sus habilidades. Si se lo propusiera, Shadow Angel podría vencer a Estrella Polar sin ningún problema.

Amy se sorprendió al escuchar aquello, la verdad es que nunca se había planteado comparar sus habilidades con las de la nueva heroína. Elsa se sumó a la conversación.

– La mera presencia de Shadow Angel intimida a cualquier delincuente. En cambio, ¿quién va a tomar en serio a una chica que lucha contra el crimen vestida así? Mi ropa interior cubre más que ese “uniforme” que lleva Estrella Polar.- Dijo Elsa arrastrando especialmente la palabra “uniforme”.

– Toda la razón Elsa.- Añadió Claire.- Shadow Angel tiene un físico envidiable y lo sabe. No necesita presumir de él para combatir el crimen. Seguro que Estrella Polar viste así porque siente cierto complejo de inferioridad hacia ella. Ya le gustaría a esa plateada tener los pechos y el culito de Shadow Angel.

Amy se atragantó con el café al escuchar ese último comentario de Claire. Aún recordaba cierto encuentro entre la pelirroja y Shadow Angel varios meses atrás. Se preguntó si Claire aún lo recordaría, aunque por el reciente comentario de su amiga, parecía obvio que sí.

A partir de allí, la conversación derivó en una especie de debate/disputa acerca de cual de las dos heroínas tenía mejor físico. Amy se ruborizó al escuchar a Claire y Elsa alabar el físico de la ninja y a Mark y Rubén halagando el físico de Estrella Polar, mostrando fotografías de la cuenta de Instagram de la nueva heroína. Tom parecía completamente ajeno a esa disputa “más le valía” pensaba Amy para sus adentros. Por suerte, el timbre que marcaba el inicio de las clases interrumpió la conversación antes que se desmadrara del todo, para alivio de Amy.

Pese a todo, la japonesa estaba especialmente feliz. Después de las clases, había quedado con Tom para cenar en ese restaurante que tanto les gustaba. Pero incluso el día más bonito, puede torcerse. Cuando Amy abrió su cuaderno, encontró una nota que la dejó helada en su asiento. La nota decía.

Buenos días gatita,

¿Pensabas que me había olvidado de tí? Supongo que recordarás que me debes un favor, un favor muy grande. Piensa que sin mí no estarías ahora disfrutando de esta vida tan feliz. Por cierto, muy guapo tu novio.

Hoy es ese día en que tengo que pedirte ese favor. Reúnete conmigo al lugar y hora donde nos conocimos.

Besitos

PD: Recuerda que tengo cierto vídeo tuyo que, en caso que me pasara algo, saldría automáticamente a la luz, así que se una buena gatita

Una huella de gato firmaba la nota.

– ¿Pasa algo Amy?.- Preguntó Tom al verla totalmente pálida y paralizada.

– No… nada… es solo que no me encuentro muy bien.- respondió Amy escondiendo la nota.- Oye en relación a lo de esta noche… mejor lo dejamos para otro día, ¿vale?

Tom no puso objeciones aunque aquello le extrañó y le molestó a partes iguales. Amy no parecía encontrarse mal y no entendía a qué venía ese cambio repentino de planes. Llevaba un tiempo sospechando que había algo que se interponía entre ellos dos. Estaba convencido que no era ningún chico, pero aún así, había algo en la relación que lo inquietaba. A veces Amy cambiaba sus planes con demasiada frecuencia y sin previo aviso. Ella se solía excusar en sus hormonas pero a Tom eso cada vez le convencía menos.

Ese mismo día, al anochecer

Al terminar las clases, Amy salió corriendo de la universidad, no paró hasta llegar a su casa. Se preparó un té para calmar sus nervios y descansó unas horas. Se puso su traje, se equipó con sus artilugios y su máscara y Shadow Angel volvió a la ciudad.

La ninja se dirigió directamente a la fábrica de golosinas donde había tenido su primer encuentro con Felina. La villana, con su característica máscara de gato la esperaba en el mismo punto donde ambas se vieron por primera vez.

– ¿Qué quieres de mí Felina? ¿Por qué has esperado hasta ahora?- Preguntó directa Shadow Angel.

– ¿Que directa no? ¿Después de tanto tiempo sin ver a una amiga eso es todo lo que tienes que decir?- Respondió Felina con una sonrisa.- Por qué no te pones un poco cómoda? No te hagas la vergonzosa conmigo.

– Ve al grano, por favor, dime qué quieres y acabemos cuanto antes.- Replicó la heroína.

– Cuidadito con tu actitud gatita. Te recuerdo que si no fuera por mí, ahora mismo en lugar de salir con ese chico, estarías prostituyéndote en uno de los burdeles de esta ciudad. Venga, ya sabes que no me gusta verte cubierta con toda esa ropa.- Dijo Felina.

Por toda respuesta Amy agachó la cabeza en señal de asentimiento, y empezó a quitarse la ropa para disfrute de la villana.

La ladrona contempló deleitada como la heroína quedaba completamente desnuda ante ella. Mikoto Amy tenía un cuerpo con el que muy pocas chicas podían rivalizar. Felina se quitó una de sus botas, revelando su lindo pie desnudo.

– ¿No me vas a saludar como es debido?- Dijo la villana divertida mientras movía el pie.

– No! Ya me he quitado la ropa, es suficiente. No me voy a humillar más sólo para divertirte.- Respondió Shadow Angel autoritaria.

– Bien bien… Pero quiero que sepas que tengo material para arruinar cualquiera de tus dos identidades… o ambas. Si te pones chulita conmigo podría publicar alguno de esos vídeos que tomé mientras hacías la perrita ante cierta banda… Quizá para tí sea un peaje adecuado para mantener hoy tu dignidad… – Dijo Felina.

– Maldita seas, así que me gravaste allí también…- Masculló Amy.- ¿Por qué me humillas de esta forma?

– ¿Por qué?- Respondió Felina pensativa.- Porque no me ha gustado la mirada desafiante que he visto en tu rostro cuando has entrado. Parece ser que estos meses sin verme has endurecido tu carácter. Así que debo darte una pequeña lección, enseñarte quien manda.

Felina tenía a su rival completamente a su merced y disfrutaba con esa sensación de poder. Felina tenía controladas a varias de las más altas autoridades de la ciudad mediante archivos y vídeos comprometedores. Pero quién más gozo le producía tener dominada era Shadow Angel. Saber que por mucho que quisiera, la heroína no se atrevería a oponerse a ella, en cierto modo la excitaba.

Con una sonrisa de superioridad en la cara, Felina contempló como la ninja se arrodillaba al suelo y poco a poco empezaba a lamer su desnudo pie, provocándole placenteras cosquillas.

– Así me gusta… tienes una lengua muy hábil…Has entrado como una gatita salvaje pero ya vuelves a ser mi gatita doméstica.- Dijo Felina mientras acariciaba la espalda de Amy.- Si te acuerdas, quedamos en que un día te pediría un favor, un favor al que no te podrías negar. Hoy es ese día. Verás, desde hace unos días esa entrometida de Estrella Polar está interfiriendo en mis asuntos… Esa chica me ha fastidiado un negocio importante que tenía entre manos. Con sus superpoderes no soy rival para ella, así que necesito que te ocupes tú. No sospechará de otra heroína. Quiero que dejes a Estrella Polar fuera de circulación.

Shadow Angel soltó una exclamación al oír aquello.

– ¡NO! No puedes pedirme eso! No soy una asesina, por favor eso no.- Suplicó soltando el pie de la villana.

– ¿Quién te ha dicho que pares? Continua lo que estabas haciendo- Replicó autoritaria la villana. Hasta que no vio como Shadow Angel volvía a agacharse y notó su lengua recorriendo su pie desnudo, no prosiguió.

– No hace falta que la mates, de hecho yo no te he pedido eso. Te he pedido que la dejes fuera de circulación, derrótala, humillala como hice contigo, me da igual lo que hagas pero la quiero fuera de la ciudad ya. Te proveeré de todo lo que necesites. Y como te niegues, como me la intentes jugar, te juro que tus fotos y tus vídeos estarán circulando en un instante por toda la red. Piensa en lo que apareces haciendo en esos vídeos y dime si te vale la pena correr el riesgo.- Dijo la villana sonriendo. Disfrutando con el control que tenía sobre la joven heroína.

Amy estaba en un callejón sin salida, completamente en manos de esa maldita villana. Por mucho que odiara a Felina, no podía olvidar que le había salvado la vida (más que la vida), la ninja estaba en deuda con ella (una deuda de honor, tal como le habían inculcado de pequeña). Además, si los vídeos y fotografías que tenía Felina circulaban por internet, significaría su fin, no solo como heroína sino como Mikoto Amy. Odiaba que la villana hubiera aprovechado para grabarla cuando estaba en manos de aquella maldita pandilla.En ese mundo, los errores se pagan caros. Por mucho que quisiera, no podía decir que no a la propuesta de Felina, la villana la tenía completamente sometida.

– De acuerdo… lo haré.- Dijo Shadow Angel con un hilillo de voz.

– ¿Y ese tono? ¿se te ha comido la lengua el gato? ¿ya no maúlla mi pequeña gatita?- Dijo Felina divertida.

Amy para contentar a la rival que la tenía dominada, imitó el maullido de un gato.

– Bien bien, así me gusta más. Ahora dime si necesitas que te provea con algo para conseguir lo que te he pedido- Dijo la villana.

Shadow Angel meditó durante un rato, e ideó un plan para capturar a Estrella Polar. Sus entrevistas en televisión y publicaciones en redes sociales le habían dado toda la información que necesitaba para hacerse una idea sobre como derrotarla. Quizá una vez capturada, podía convencerla de que se fuera por un tiempo de la ciudad y así mantendría su reputación a salvo y Felina estaría contenta. Finalmente, le dijo a Felina lo que necesitaba.

– Dentro de un par de días tendrás a tu disposición lo que me has pedido. Ahora yo me iré y para asegurarme que no intentas ninguna tontería quiero que te tumbes en el suelo boca abajo y cuentes hasta veinte. Luego te podrás marchar de aquí.

Amy sin rechistar obedeció a la villana. Desnuda como estaba se tumbó en el frío suelo y empezó a contar.

Antes de que la heroína llegara a quince, Felina ya estaba fuera de la fábrica, trasteando divertida el sistema de alarma.

Cuando terminó de llegar al veinte, la alarma de la empresa sonó. Amy tuvo el tiempo justo para levantarse, esconderse en un rincón, vestirse de nuevo y escapar justo segundos antes que los vigilantes de seguridad aparecieran. “Maldita Felina” pensó la heroína, había sido cuestión de segundos que no la vieran.

Unos días después. Zona industrial abandonada de Detroit

Ambas heroínas iban de azotea en azotea. Shadow Angel no podía más que admirar a la heroína de cabellos plateados, su agilidad era envidiable. A la ninja le costaba mantener el ritmo de su compañera “Ojalá tuviera yo sus poderes” pensó.

“Teniendo superpoderes cualquiera se atreve a ir vestida como una stripper” pensaba Amy corriendo detrás de ella. Durante el trayecto, había notado que cada vez le caía peor su compañera. Estrella Polar tenía una arrogancia y un aire de superioridad que molestaban en sobremanera a la ninja, que nunca, pese a su sangre aristócrata, había mirado a nadie por encima del hombro. “Habrá que enseñarte modales” pensaba Amy.

Estrella Polar aparentaba más o menos su misma edad, tal vez un par de años más joven. La heroína plateada era un poco más bajita que Shadow Angel (la ninja medía poco más de metro setenta) y tenía una silueta con unas curvas, unos pechos y un culo perfectamente definidos. Aunque en belleza la ninja no se quedaba atrás, le molestaba reconocer que su compañera no solo era muy sexy sino que además iba muy provocativa. “Ahora entiendo el furor que causas en redes sociales” pensó Amy.

Estrella Polar no había dejado en ningún momento de hablar de ella, de lo invulnerable que era, de lo mucho que la adoraba la gente… Sin prestar ningún tipo de atención a los comentarios que le realizaba su compañera acerca de su duro entrenamiento como ninja y sus habilidades físicas y de la importancia de preparar una buena estrategia y recabar información previa. A Amy le daba la sensación que la consideraba una heroína de segunda por no tener superpoderes.

– Para que lo sepas, mi pelo cambia de color con la luz de las estrellas, de día es rubio dorado y de noche plateado… qué te parece? Habías visto alguna vez un pelo tan bonito?- Dijo Estrella Polar en tono repelente al haberse interesado Amy por el color plateado de su pelo.

– Una pregunta, si las estrellas de confieren tu poder, ¿como es que durante el día menguan? El Sol no debería…- Se interesó Amy, pero Estrella Polar cortó su pregunta.

– Nací una noche bajo la Aurora Boreal cuando Venus estaba en conjunción con Marte, mi naturaleza es puramente femenina. En cambio el Sol, por su naturaleza masculina, no puede darme poder.

Shadow Angel no acabó de entender aquello pero tampoco tenía interés en indagar más allá. Estrella Polar había empezado a soltar una explicación entre la filosofía y la astrología que Amy no detectaba si era verdad o la chica intentaba presumir.

La ninja hizo un gesto a su compañera par que se detuviera y le indicó un pequeño almacén.

– ¿Estás segura que ese es un escondite de una banda de traficantes de armas?- Preguntó la plateada heroína al no ver nadie por los alrededores. Pero Shadow Angel insistió afirmativamente.

– Una pregunta, cómo te las apañabas cuando no tenías una heroína de verdad cubriéndote las espaldas? Tranquila que conmigo estarás a salvo. Hoy en día cualquiera se hace llamar una heroína. Si quieres, puedes irte a casa, a partir de aquí ya me ocupo yo. Quizás ahora que la ciudad me tiene a mí, deberías retirarte definitivamente como heroína. No digo que hace unos meses no fueras útil y necesaria, pero creo que yo sola me basto para controlar el crimen. No quería que te pasara algo y no estuviera allí para protegerte.- Dijo Estrella Polar mientras se dirigían hacia el almacén.

“Si realmente hubiera una banda de traficantes de armas nos habrían detectado hace horas, no te callarías ni debajo del agua” Pensaba la ninja mientras se acercaban.

Las palabras de Estrella Polar hirieron a Shadow Angel en lo más profundo de su corazón. Amy cada vez estaba más harta de esa prepotente heroína. Ahora que la conocía, se daba cuenta de lo mucho que la despreciaba Estrella Polar. Lo muy superior a la gente común que se sentía por poseer superpoderes.

A diferencia de la ninja, Estrella Polar no realizaba ningún tipo de investigación previa sobre el crimen, únicamente golpeaba allí donde lo encontraba. Shadow Angel invertía horas, días, estudiando los movimientos, organización y liderazgo de la delincuencia. La ninja golpeaba donde el crimen menos se lo esperaba, en sus puntos flacos, dónde más daño causaba a las actividades delictivas. Estrella Polar no tenía ninguno de esos factores en cuenta, no ideaba ningún tipo de estrategia, su superioridad era el único factor que tenía en cuenta.

Ambas heroínas entraron el el oscuro almacén. Shadow Angel cerró la puerta, dejando ambas chicas en la más absoluta oscuridad.

– ¿Se puede saber qué haces? ¿Estás tonta o qué? Si no me toca la luz de las estrellas mis poderes se desvanecen.- Gritó enfadada Estrella Polar.- Además no veo nada!

Estrella Polar tropezó con algo, cosa que hizo sonreír a Shadow Angel. “Tal como pensé, sin la luz de las estrellas no eres nada” pensó la ninja, que se orientaba perfectamente en la oscuridad gracias a sus habilidades. Se acercó sigilosamente a su compañera y Estrella Polar sintió un pinchazo en el cuello quedando completamente paralizada. Acto seguido se encendió la luz del almacén, Shadow Angel sonreía.

– La acupuntura tiene muchos beneficios terapéuticos, pero puede ser letal en manos de una ninja. No te preocupes, sólo te he clavado una agujita en tus cervicales. No te dejará inválida pero paralizará tus músculos de cuello hacia abajo. ¿Sabes? Primero sentía lástima por hacer eso. Pero desde que he descubierto que no eres más que una arrogante engreída, creo que necesitas alguien que te haga bajar los humos.

– Serás zorra, ¿me has tendido una trampa?- Gritó Estrella Polar intentando moverse.

A través de una cámara oculta, Felina lo observaba y lo grababa todo, completamente divertida. Aquello prometía ser una gran noche.

– ¡No te saldrás con la tuya! Cuando recupere mis poderes te juro que te pegaré una paliza.- Gritaba Estrella Polar al ver que Shadow Angel la levantaba del suelo y cargaba con ella como si fuera un fardo.

Shadow Angel depositó a su inmóvil compañera en una amplia mesa y empezó a quitarle la ropa. Primero sus botas y luego poco a poco la fue despojando de su uniforme “si es que se puede llamar uniforme a esa especie de bikini plateado” pensó Amy mientras desabrochaba el top.

– ¡Serás…!- No pudo evitar exclamar Amy al comprobar que bajo su top y sus shorts, Estrella Polar no llevaba ningún tipo de ropa interior. Además su top estaba dotado de un relleno que hacía que la plateada heroína aparentase más pecho del que realmente tenía.

La derrotada heroína la miró con ojos suplicantes pero no dijo nada, incapaz de mover un músculo debido a la aguja clavada en sus cervicales. Estrella Polar siempre había confiado en sus poderes y nunca había sido derrotada. En relación a la ropa interior, en el fondo, a la plateada heroína le producía cierta excitación ver como derrotaba a delincuentes con facilidad mientras ellos quedaban boquiabiertos mirando su escote. Se sentía poderosa y excitada al ver como hombres musculosos que la doblaban en tamaño y peso eran vencidos con facilidad por una chica que iba sin ropa interior y vestía de lo más provocativa. A veces incluso se recreaba con ello, acercando su culo o su escote al rostro de un derrotado delincuente, deleitándose con la mirada de deseo y frustración que le dirigían. La deseaban pero a la vez eran incapaces de hacerle nada, pobres patéticos.

Ahora mismo, heroína plateada no podía creer que hubiera caído en una trampa tan obvia. La ninja la despojó de toda su ropa excepto la plateada máscara.

Shadow Angel no pudo dejar de contemplar el cuerpo desnudo de su rival. Estrella Polar era más baja que ella, con menor pecho, pero con un culito envidiable. Todo su pelo, incluido el vello púbico, tenía un color plateado que le daba a la cautiva una belleza insólita. Amy no pudo evitar una sonrisa, “podrá ser divertido y todo” pensó mientras se dirigió a un baúl donde Felina debería haber dejado el material que la ninja que le había pedido.

– ¿Qué es eso?- Preguntó Estrella Polar al ver a Shadow Angel dejar un bote lleno de una crema blanca.

– Crema solar, factor de protección 100.- Respondió la ninja.- Si protege de los rayos del sol, también protegerá tu piel de la luz de las estrellas y evitará que recuperes tus poderes.

– ¡Ignorante! No tienes ni idea de como funcionan mis poderes.- Replicó Estrella Polar, aunque no del todo convencida. Nunca se había planteado si algo tan simple como la crema solar podría anular los poderes que le confería el tacto de la luz estelar sobre su piel.

Shadow Angel se lo tomó con calma, tenía toda la noche por delante y no había prisa. Empezó a untar toda la cara y el pelo de su rival con la crema protectora, untando también bajo su máscara, los orificios de la nariz y orejas. Aunque no creía que fuera necesario, Amy llenó también su boca de crema. Divertida, contempló como Estrella Polar intentaba escupirla, y continuó untando su indefenso cuerpo, cuello, hombros, brazos.

La ninja no pudo evitar detenerse en los pequeños pero bonitos pechos de su rival ignorando las protestas de la indefensa justiciera. Untó poco a poco toda su espalda y su barriga. Luego pasó a los dedos de los pies y fue subiendo por las piernas. Quedaba muy poca piel por untar.

Amy realmente disfrutó cuando untó el pubis y el culo de su rival, verse como dominante en vez de sumisa por primera vez, le despertaba una excitación que no había previsto. Lo que primero había aceptado a regañadientes se estaba convirtiendo en un encargo placentero.

“no tienes ni idea… mis poderes no funcionan así… te pegaré una paliza cuando recupere mi fuerza” gritaba Estrella Polar, intentando convencerse a si misma que una simple crema solar no anularía sus poderes. La heroína plateada siempre había confiado en la superioridad de sus poderes, pero nunca había dedicado tiempo a explorar sus debilidades. Por lo que sabía, bajo la luz de las estrellas era invencible, si entraba en el interior de algún edificio sus poderes iban disminuyendo y debía darse prisa en terminar la lucha y salir afuera para recuperar su fuerza. Pero nunca había experimentado si había otras formas de suprimir sus poderes. Algo sobre lo que Shadow Angel sí que había meditado profundamente.

Gracias a sus entrevistas en televisión y sus publicaciones en redes sociales, Estrella Polar había dado suficientes detalles como para que la astuta mente de la ninja pudiera deducir sus pequeños puntos débiles.

Traviesa, Shadow Angel no pudo evitar introducir en el culo de su rival un dedo untado de crema y contempló divertida como Estrella Polar intentaba resistirse. La ninja acarició los suaves pelos plateados del pubis mientras lo untaba de crema y metió también sus dedos untados dentro de la vagina de su prisionera. Sorprendiéndose al notarla húmeda.

– Supongo que ahora dirás que no te gusta lo que hago.- Dijo burlona. Estrella Polar por toda respuesta soltó un escupitajo lleno de crema hacia el rostro de la heroína. La ninja lo esquivó con una carcajada.

– ¿Qué vas ha hacerme, sádica? Y yo que pensaba que eras de los buenos.- Gritó la plateada heroína.

– Voy a demostrarte que sin tus poderes no eres nadie. Te voy a quitar esa agujita, vas a recuperar tu movilidad y tu y yo saldremos fuera, bajo el brillante cielo estrellado. Y lucharemos. Si tengo razón, la crema anulará tus poderes y lucharás como una persona normal, si me he equivocado, me vencerás fácilmente. Las reglas son sencillas, si tu me ganas, podrás hacer lo que quieras conmigo, como si me quieres desenmascarar y llevarme desnuda ante la policía, me da igual… Pero si gano yo… será al revés.

– ¡Te voy a pegar la paliza de tu vida zorra! Por cierto, te ves muy valiente luchando con tu katana y tus artilugios con una rival desnuda?- Replicó Estrella Polar.

– Tienes razón, no necesito nada de eso para vencerte.- Shadow Angel se quitó la katana, su cinturón, sus botas, sus guantes, sus mallas y su camiseta. Quedando la ninja en ropa interior, con su top y su tanga negros y su máscara.

Shadow Angel procedió a retirar la aguja de las cervicales de Estrella Polar. Era arriesgado pero la japonesa estaba casi totalmente segura que la crema solar haría de barrera en la piel de su rival e impediría que la luz estelar le devolviera sus habilidades sobrehumanas. Cogiéndola del pelo la sacó del almacén y la llevó al patio trasero, iluminado únicamente por la luz de las estrellas. Aquella era una noche clara y sin luna.

– ¿Cómo te sientes zorrita plateada?- Dijo la ninja.

Estrella Polar no perdió el tiempo, inmediatamente al verse fuera dirigió una serie de puñetazos y patadas hacia su rival. La ninja las esquivó sin ningún problema. Estrella Polar, furiosa, no cesaba de atacar a la ninja y hasta que no empezó a agotarse no se dio cuenta que su fuerza y su agilidad no volvían. Al sentirse desamparada, sin sus poderes, tuvo miedo. Shadow Angel contraatacó. Golpeando a la desnuda heroína con una serie de ágiles patadas la derribó y la tumbó en el suelo con facilidad. Estrella Polar nunca se había preocupado por adquirir técnica en combate cuerpo a cuerpo, estaba convencida que sus poderes eran suficientes para derrotar a cualquier adversario. Ahora, con miedo en el rostro, comprobó que sin ellos no era rival para la hábil ninja, con años de duro entrenamiento a sus espaldas.

Cualquiera que hubiera presenciado la escena, habría disfrutado con la visión de dos bellezas peleando bajo el cielo nocturno. Una desnuda y la otra semidesnuda. Felina, a través de otra cámara oculta en el exterior, lo contemplaba y lo grababa todo. La villana no pudo evitar mover su mano, casi de forma involuntaria, hacia su entrepierna. Contemplar esas chicas peleando excitaría a cualquiera.

Estrella Polar no se rindió. Intentó agarrar a Shadow Angel y derribarla contra el suelo, pero sus esfuerzos fueron en vano. La ninja, aún en ropa interior, era demasiado hábil. La desnuda heroína pronto se volvió a ver contra el suelo. Amy se sorprendió al notar como los forcejeos con su rival estaban empezando a excitarla, Sin ser consciente de ello, la desnuda heroína tenía su rodilla entre los muslos de la ninja y en su lucha por liberarse de la presa de su rival estaba empezando a frotar involuntariamente, su muslo contra el pubis de Shadow Angel. La ninja al ver que si continuaba ese roce, su propia excitación la debilitaría, soltó a su rival.

Estrella Polar, al verse libre del agarre, embistió contra su enemiga, sujetando a Shadow Angel por la cintura, intentando tumbarla contra el suelo. La ninja se agarró con sus muslos a la cintura de su rival, balanceándola y haciéndola caer en el suelo por otra vez. En esa ocasión, la ninja estaba en una situación más comprometida. Estrella Polar estaba completamente sujeta pero en su forcejeo se iba deslizando de la presa de su rival. Amy apretó sus muslos con más fuerza, para evitar que se escapara, sujetándola justo en el momento en que la cabeza de Estrella Polar estaba situada a la altura de su ingle.

Estrella Polar movía la cabeza, los brazos, las piernas… intentando liberarse. Lo que más ponía en aprietos a la ninja era notar la cabeza de su rival moviéndose entre sus muslos, con su nariz frotando su vagina. Aquello no era bueno, como su rival empezara a notar su excitación y decidiera aprovecharla en su contra, la pelea estaría sentenciada para Shadow Angel. No tuvo más remedio que volver a liberar su presa.

Estrella Polar al verse libre, volvió a intentar agarrar a Shadow Angel. Pero la ninja esta vez ya estaba precavida. Otro forcejeo como los previos la dejaría en clara desventaja, así que no se dejó agarrar. Esquivó a Estrella Polar, la desequilibró con su pie y la volvió a derribar contra el suelo, pero esta vez no intentó inmovilizarla.

Estrella Polar se levantó de nuevo, empezaba a sentirse cansada y su cuerpo acusaba el dolor de los golpes recibidos. Nunca se había sentido así. Había confiado en sus poderes en sobremanera y ahora estaba pagando el precio de su ingenuidad. Intentó golpear de nuevo a su enemiga, pero la ninja, con un golpe en su estómago, la volvió a dejar en el suelo, sin aliento.

– Me… me rindo… tú ganas… reconozco que eres mejor que yo.- Balbuceó Estrella Polar.

– Bien bien, me gusta, pero no es suficiente. Hay alguien que quiere que dejes tu actividad como superheroína.- Dijo la ninja.

– Si… si claro… lo prometo… Estrella Polar no saldrá nunca más… no voy a perseguir más delincuentes… ¿Puedo irme ya?- Imploró la derrotada heroína.

– Es un comienzo, pero necesito algo más tangible para creerte.- Dijo Shadow Angel que, cogiendo del pelo a su rival, la arrastró otra vez de vuelta dentro del almacén.

Estrella Polar se acurrucó en el suelo mientras observó como Shadow Angel sacaba una cámara de video y un rotulador de una caja.

Shadow Angel sabía que tenía a su rival derrotada físicamente. Ahora solo hacía falta vencer su mente, hacerle hacer algo suficientemente humillante como para que nunca más tuviera la vergüenza de salir a la calle. Amy no quería lesionar a Estrella Polar, pero debía asegurarse que no se volviera a plantear a luchar contra el crimen. Felina tenía material en sus manos que significaría el fin de Shadow Angel y de Mikoto Amy, la japonesa no podía fallar, su vida estaba en riesgo.

La dignidad de Estrella Polar era un pequeño precio a pagar para que Shadow Angel/Mikoto Amy pudiera continuar con su vida actual. La japonesa había experimentado en su propia piel lo que necesitaba para cumplir el encargo de Felina. Conectó la cámara de vídeo y le tendió el rotulador a Estrella Polar.

– Necesito confirmar que ya no eres una heroína. Coge este rotulador, dirígete a la cámara y escribe en tu cuerpo lo que te consideras a partir de ahora.

Estrella Polar miró implorante a Shadow Angel, pero la firme determinación de la mirada de la ninja no dejaba lugar a dudas. O la heroína de plateados cabellos se humillaba ante esa cámara y garabateaba algo en su cuerpo que contentase a su rival o Shadow Angel volvería a golpearla. Estrella Polar dudó, nunca la habían derrotado, nunca se había sentido así y no sabía que hacer. Un dolor en su trasero la hizo reaccionar.

Shadow Angel al ver a su rival dubitativa, había cogido un látigo de la caja y la había azotado a en su bonito trasero.

– No tenemos toda la eternidad zorrita. Un azote por cada segundo más que te lo pienses.- Dijo imperativa la ninja.

Felina nunca había usado su látigo contra el cuerpo desnudo de Shadow Angel, pero el hecho de azotar a Estrella Polar excitaba a Amy de forma sorprendente. Aquello le producía sentimientos contradictorios, por un lado sentía que debería estar del lado de la heroína y buscar juntas la forma de poner a Felina entre rejas. En cambio, el lado más travieso de Amy disfrutaba viendo como aquella heroína que horas antes se había mostrado tan arrogante y con aires de superioridad ahora estaba completamente a su merced, implorando su clemencia. Amy sentía que aquello le estaba bien merecido por ser tan prepotente y tan orgullosa. Le propinó un par de azotes más con el látigo.

– Ya voy… ya voy… no me azotes más.- Imploró Estrella Polar mientras se acercaba a la cámara.

Una vez delante de la cámara, Estrella Polar no sabía cómo actuar, “¿qué debo escribir para que me deje en paz?” pensó mientras sujetaba con la mano temblorosa el rotulador. Otro chasquido del látigo la hizo reaccionar y con los ojos vidriosos y el pulso temblando escribió un par de palabras en sus pechos.

– Ya estoy…¿contenta?… ¿Puedo irme a casa por favor?- Suplicó completamente humillada mientras se daba la vuelta.

Amy contempló a la derrotada heroína con una sonrisa de satisfacción. Con letra temblorosa pero perfectamente visible, con letras gruesas había escrito “ZORRA ESTELAR” en sus pechos. Shadow Angel asintió satisfecha, pero no era todo para lograr la completa derrota de su rival. La ninja tendió la mano a la derrotada heroína, arrodillada en el suelo, cómo pidiendo algo más.

Estrella Polar al principio no comprendió, no tenía nada más por entregar, había dado toda su dignidad. Entonces comprendió lo que le pedía la ninja.

– Mi máscara no… ante la cámara no… por favor.- suplicó.

– No te preocupes, tu identidad quedará fuera de la grabación. El resto, será publicado en redes sociales como vuelvas a aparecer como heroína. Al menos podrás seguir con tu vida privada, seas quien seas. Sólo me interesa arruinar tu carrera como justiciera. Asegurarme que has aprendido la lección.- Respondió Shadow Angel.

– ¿Por qué me haces eso?… No te he hecho nada- imploró la derrotada heroína, buscando una respuesta, una explicación.

– Sencillamente, a veces tropiezas con quién no deberías. En nuestro mundo los errores se pagan caros. Adelante, quítate la máscara, o lo haré yo delante de la cámara.- Respondió la ninja.

Entre súplicas y sollozos, la derrotada heroína se quitó la máscara y se la entregó a la imperturbable ninja. Amy se sorprendió “si no tiene voluntad de lucha para proteger su identidad es que está realmente derrotada”. La chica no tenía un rostro conocido para Amy, seguramente se trataría de una chica normal, desconocida fuera de su circulo de amistades. “Mejor para ella” pensó Amy al contemplar su rostro. Estrella Polar contempló desesperada como Shadow Angel doblegaba su máscara de fina tela hasta convertirla en una bola compacta y se la devolvía.

– Quiero ver como te la metes en tu vagina y te masturbas con ella dentro.- Dijo la ninja.

Llegados a este punto de humillación, no había nada que Estrella Polar pudiera hacer para oponerse. Cogió la bola de tela en que se había convertido su preciosa máscara y se la introdujo en la vagina. Para su sorpresa, notó que la lucha cuerpo a cuerpo con la ninja la había excitado y sus fluidos hicieron que entrara con facilidad. Con su mano empezó a masturbarse, y en contra de su voluntad, sintió como su deseo y excitación aumentaba.

– Tú me has vencido, quiero que sea mi vencedora la que me haga llegar al orgasmo.- Imploró a Shadow Angel con ojos vidriosos de excitación.- ¿No quieres obtener una recompensa por tu victoria? Puedes hacer lo que quieras con mi cuerpo, no puedo impedirte nada. Me has vencido y eres libre de tomarte tu premio.

Estrella Polar estaba realmente vencida y lo sabía, ya ni siquiera se planteaba actuar como una heroína. Le había sido arrebatada toda su dignidad en su primera derrota. “Zorra Estelar” llevaba escrito en su pecho, y así es como se sentía ahora, como una prostituta, completamente a merced de su victoriosa rival. Si ese vídeo saliera publicado, su humillación sería total, así que, ¿qué más daba si imploraba a su enemiga algo de placer?

La ninja hizo tumbar a la plateada heroína en el frío suelo y se colocó encima de ella, le dio un tierno beso en los labios y empezó a jugar con los dedos con el clítoris de Estrella Polar. Ante los gemidos de pasión de la heroína plateada, la ninja decidió darle algo más intenso. Sus besos fueron descendiendo por la fina piel de Estrella Polar, saboreando sus pechos, su ombligo y deteniéndose en su vagina. La visión de su vello púbico plateado excitó a Amy, que empezó a jugar con la lengua con el clítoris de su rival, lentamente sin prisa, disfrutando se su victoria.

Estrella Polar ya ni siquiera intentaba disimular los gemidos de placer. Había sido derrotada, se había humillado y sin embargo estaba gozando de uno de sus mayores éxtasis a manos de su vencedora y enemiga. Ella que nunca había sido derrotada no sabía bien como debía tomarse esa sensación de placer. Terminó fundiéndose en un intenso orgasmo.

Shadow Angel disfrutó al notar como los fluidos de la vencida heroína recorrían su cara, se sentía eufórica y excitada. Cuando vio que Estrella Polar se levantaba, la detuvo.

– Yo aún no he acabado.- Le dijo mientras Shadow Angel apartaba su tanga mostrando su pubis perfectamente depilado.- Quiero que me des lo mismo.

– Claro que sí, lo que tu me pidas.- Respondió sumisa Estrella Polar.

Estrella Polar se volvió a arrodillar y acercó su cara al pubis de su rival. Nunca había dado placer a otra chica así que al principio no sabía muy bien como hacerlo, pero las reacciones y los gemidos de Shadow Angel le indicaron la forma.

Aquello sorprendió a Amy, nunca se había visto en una posición dominante y ahora se estaba dando cuenta que le gustaba y excitaba a partes iguales esa situación de control sobre su derrotada rival.

La heroína plateada en ningún momento se planteó volver a enfrentarse a ella e intentar vencerla. Sin sus poderes estaba completamente convencida que volvería a pegarle una paliza. Estrella Polar solo quería terminar con aquello y volver a casa, había aprendido la lección, nunca más jugaría a salvar el mundo.

– Ah… si… continua así… ahora introduce suavemente un dedo en mi culito- Le pidió la ninja, recordando lo que meses antes le había hecho Claire y que tanto placer le había producido.

Estrella Polar se extrañó ante esta última petición, pero sumisa, obedeció y con mucho cuidado de no hacer daño a la ninja, introdujo el índice en su trasero. Al cabo de unos minutos Shadow Angel llegó a un intenso orgasmo.

– No lo haces nada mal. Se nota que ha sido tu primera vez con una chica debo confesarte que tienes talento.- Le dijo la ninja a modo de cumplido.

La pesadilla había acabado, había sido derrotada y humillada y como colofón, lo había gozado. Estrella Polar fue a recoger su ropa dispuesta a abandonar el lugar. Shadow Angel la volvió a interrumpir.

– ¡No! Ya no eres una heroína, por lo tanto nunca más vas a necesitar ese absurdo traje. Déjalo aquí.- Le ordenó.

Estrella Polar se sentía demasiado cansada y humillada como para intentar replicarle. Dejó la ropa donde estaba y se dirigió a la salida. Se sentó un momento e hizo ademán de retirarse su máscara de la vagina.

– No! Eso se queda donde está, te lo llevarás como recuerdo a casa. Y para asegurarme que no te lo quitarás por el camino…- Shadow Angel se acercó a la plateada heroína con una cuerda y ató firmemente sus manos a la espalda.

Mientras ataba las manos de Estrella Polar, Amy tuvo otra idea. “Si cuando lo he experimentado sobre mi cuerpo me ha excitado, por qué no debería gustarle a ella?” pensó. Se retiró unos instantes y volvió con un trozo de cuerda mucho más largo.

Sin prisa, tomándose su tiempo, disfrutando de su primera experiencia como dominante, Shadow Angel ató a Estrella Polar al estilo shibari. Pasando la cuerda por todo su torso, entre los pechos, sus caderas, incluso pasó un trozo de cuerda entre las piernas de la vencida heroína, a fin de asegurar que su máscara no saldría de donde estaba. Amy dedicó unos instantes a contemplar su obra. De cintura para arriba, Estrella Polar estaba completamente inmovilizada por infinidad de nudos.

Atar de esa forma a su rival, había vuelto a excitar a Amy. “Algún día tendré que probar eso con Tom” pensó con una sonrisa.

Shadow Angel comprobó los nudos de su rival, para su satisfacción estaban bien firmes y no le cortaban la circulación. Nadie como un ninja sabía hacer nudos como aquellos, Estrella Polar no podría librarse sola de las ataduras.

– Ahora sí que puedes irte a casa.- Le dijo con una sonrisa que acompaño con un azote a su trasero.

– Por favor… no me dejes ir así, atada no por favor… desátame… estaré a merced de cualquiera que me encuentre así… Por favor, me siento demasiado humillada… déjame algo de dignidad.- Le imploró.

La ninja no dio su brazo a torcer.

– Esa será tu última lección de la noche, aprender a moverte sigilosamente. Tienes razón, si alguien te ve en ese estado no dudará en hacer travesuras con tu lindo cuerpo. Y por cierto, yo de ti espabilaría que pronto se hará de día y empezará la gente a salir a la calle.-

– Un último recuerdo para tí.- Dijo la ninja mientras introdujo en el lindo trasero de la indefensa heroína el rotulador con el que Estrella Polar había garabateado su cuerpo.

Al notar el grueso rotulador, la plateada heroína se estremeció, esperaba dolor pero para su sorpresa notó una sensación placentera en su trasero al notar el frío y grueso rotulador.

– Por cierto, ¿cómo te sientes ahora que una mediocre heroína de segunda como yo te ha derrotado? Imaginate por un momento, qué hubiera pasado si en lugar de yo, te hubiera derrotado un criminal de verdad. ¿Qué crees que te habría hecho? ¿Crees que te dejaría marchar, que te dejaría continuar con tu vida? Respóndeme sinceramente si estarías preparada para encajar una derrota así.

Por toda respuesta, Estrella Polar negó con la cabeza. Amy prosiguió.

– Entonces, por muchos superpoderes que tengas, no estás capacitada para luchar contra el crimen. Creo que te estoy haciendo un favor con esto. Por muy mal que creas que te lo he hecho pasar, no es ni una milésima parte de lo que te haría cualquier villano si te capturara. Créeme, se de lo que hablo. Ni siguiera tú serás capaz de ganar siempre, en algún momento aparecerá un enemigo más fuerte, más rápido o más inteligente y te derrotará. Hoy lo has podido comprobar, no eres invulnerable. Si no eres capaz de sobreponerte a una derrota, dedícate a otra cosa, lo digo por tu bien.

Humillada hasta el extremo, y viendo que había mucha verdad en las palabras de Shadow Angel, Estrella Polar salió corriendo por la puerta. Corrió corrió y corrió y no paró hasta llegar a casa. Tal era el miedo y la vergüenza que sentía que no notó que le había pasado el efecto de la crema solar y el último brillo de las estrellas le había devuelto sus habilidades sobrehumanas. Si alguien la vio corriendo desnuda y atada, ella no se dio cuenta.

Cuando vio a su rival cruzar la puerta, Shadow Angel se vistió. Meditó unos instantes, y destruyó la grabación que había realizado. Estrella Polar estaba derrotada, no había ninguna necesidad de darle a Felina el trofeo del vídeo. Abandonó el almacén, y se dirigió de vuelta a la tranquilidad de su apartamento.

Lo que Shadow Angel no sabía era que Felina, a través de diversas cámaras ocultas, había grabado todo su encuentro con Estrella Polar.

Finalmente en su piso Estrella Polar después de horas forcejeando, y gracias a unas tijeras, pudo desatarse, se quitó la empapada máscara de su vagina y el rotulador de su trasero, arrojándolos a la basura y se dio una buena ducha. Estuvo varias horas bajo la cálida agua, llorando y temblando. Definitivamente nunca más volvería a salir como heroína. No sería capaz de sobreponerse a otra derrota así.

La mañana siguiente

Al llegar a la universidad, Amy encontró otra nota al abrir sus libros. Iba firmada con una huella de gato.

Felicitaciones,

Yo no podría haberlo hecho mejor. Esa loca idea tuya sobre la crema solar dio su fruto. No creo que me vuelva a molestar esta zorrita plateada.

Nuestra deuda está saldada.

PD: para tu constancia, sepas que una cámara captó todo lo sucedido dentro y fuera del almacén. Tenlo en cuenta y recuerda no cruzarte en mi camino. Si te portas bien, y Estrella Polar no vuelve a aparecer, no necesitaré publicarlo.”

Aquello molestó en sobremanera a Amy. Felina no había sido del todo honesta con ella, pero por otro lado, la tranquilizaba haber saldado su deuda con la ladrona.Con las grabaciones suyas que ya tenía la villana, ni se planteaba combatir a Felina. La villana, a su manera, siempre había mantenido su palabra así que mientras se apartara de ella, y Estrella Polar no volviera a aparecer, esos vídeos estarían a buen recaudo.

El bienestar de Mikoto Amy y Shadow Angel dependía de que se mantuviera lejos de esa misteriosa Felina.

Epílogo

Detroit nunca volvió a tener noticias de Estrella Polar. Al no haber sido revelada su identidad, la chica se tiñó el pelo y pudo continuar con su vida y sus estudios. Pasado el tiempo, empezó a salir con un chico, encontró un trabajo y fue feliz. Los días en que patrullaba las calles y detenía a los malhechores quedaron muy atrás en su memoria.

El único recuerdo que quedó en su mente del día en que fue derrotada fue una cierta atracción fetichista por el bondage. Y cierta atracción hacia alguna chica bonita. Aquello no parecía importunar a su novio, al contrario, pronto aprendió a disfrutar viendo como de vez en cuando su chica le proponía un trío con otra y a veces le pedía que la atara firmemente a la cama y la azotara con un látigo.

CONTINUARA

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *