Bien lectores esta es otra de mis historias espero que le guste viajaba yo en un barco rumbo a las azores. Al barco no le faltaba de nada, iba a ser un viaje de ensueño cuando el barco tuvo una avería y empezó a entrar agua. No me lo podía creer fue todo tan rápidamente que tuvimos que salvarnos y tirarnos al agua muchas personas murieron y yo quedé en la deriva con un bote y unas cuantas mujeres que pude salvar.

Quedaba poca agua y poca comida la que pudimos coger para unos días en ese momento pensábamos que íbamos a morir ya que pasaron los días y no encontramos ni un barco y la comida y el agua se acababa. Conmigo había una madre y una hija y la madre tendría unos 40 años buen ver pelo rubio y la hija de 26 años morena con ojos azules muy bella pero que ahora estábamos echo una pena debido a las calamidades que pasábamos.
Casi sin agua y sin comida y dos más mujeres que eran hermanas que hacían un viaje de placer juntas tendrían unos 44 y 47 años también muy bellas. Llevábamos vatios días en alta mar cuando vimos una isla y nos apresuramos a llegar a allí.
Remamos con las fuerzas que nos quedaban y al final llegamos a tierra y nos tiramos en la tierra y nos quedamos dormidos desechos por el esfuerzo ya más adelante no despertamos y desperté a las mujeres dije:
– hay que ver si está habitada para ver si nos pueden ayudar -dije -y hacer un refugio mientras nos recatan.
La isla era muy grande para explorarla en un solo día así que dije a las mujeres que me ayudaran a construir un refugio. Ellas no sabían nada de construir así que las dije que cogieran ramas y cosas que nos pudieran ayudar a hacer el refugio descubrir que la isla tenía mucha fruta y por tanto no nos moriríamos de hambre.
Me hice un hacha de piedra con una horquilla de tronco y una piedra entre medias y empecé atarla con caña y ramas ellas empezaron a llorar que iban a morir y que a donde estaban yo las dije:
– basta de llorar, tenemos que luchar por sobreviví. Entendido .a partir de ahora haréis lo que yo os diga sin rechistar. Entendido.
Ellas dijeron que sí. Fuimos a buscar agua y encontramos un manantial con agua limpia que nos podía servir para beber así que construir una puerta cerca de una cueva pusimos antorchas y nos servía.
Para comer construí una mesa con 4 patas con mi hacha y podíamos comer encima. Hice fuego como los hombres primitivos frotando dos piedras hasta que salto la chispa e hicimos una lumbre para calentarnos ya que por la noche hacia frio, ellas tenían lo puesto.
Construí unas camas con hojas y ramas para las 4 mujeres con mi hacha de momento teníamos comida y agua ósea fruta y agua del manantial que era bebible y un refugio donde meternos por la noche tendríamos que explorar la isla pero ya se haría.,
Conseguí un sedal e hice como un anzuelo para pescar y poner cebo para que picaran los peces así teníamos pescado fresco. Me hice también un arco con mi hacha ya que había muchos animales aunque no sabía de cuantas especies había para procurarnos carne.
Las mujeres estaban más animadas.
– bueno a ver, escuchadme. Lo que voy a decir no sé dónde estamos ni que isla es esta pero tenemos que hacer lo posible para sobrevivir, entendido.
– sí- dijeron todas sin ánimos.
– lo principal es que tenemos comida y agua y que no nos muramos de hambre por la noche hace mucho frio es mejor dormir desnudos junto a la lumbre aquí hace mucha humedad así que desnudaos las 4 sin vergüenza ninguna.
Las mujeres empezaron a protestar.
– y procurar que la lumbre no se apague, entendido. Los vestidos se romperán con el tiempo es mejor que os lo cortéis aquí. En esta isla no valen así que hacerlo lo más corto posible.
Ellas lo entendieron. La madre y su hija que por cierto se llamaba Beatriz y Carolina las daba vergüenza pero las dije:
– vosotras veréis la ropa esta humedad con este clima. Os moriréis de frio tenemos que pegarnos uno con otros para aguantar el frio.
Las hermanas dijeron:
– si pero tú eres el único hombre y nos da vergüenza que no veas.
-lo sé pero quitaros la vergüenza u os moriréis de frio. Aquí hay mucha humedad y frio si lo aguantáis vosotras veréis. Hasta mañana.
Ellas empezaron a tiritar por la noche yo tuve que desnudarme también y pegarnos unos con otros al hacerlo no pue evitar excitarme con el roce de las mujeres y ella lo notaron y vieron mi verga toda recta.
Ellas se pusieron coloradas de vergüenza. Carolina se lo dijo a su madre que estaba media dormida riéndose:
– vaya -dijo Beatriz- parece que tú verga no siente el frio.
La perdí perdón pero dijeron:
– lo entendemos.
Luego ya dormidos nos quedamos a media noche ellas se pegaba a mi cuerpo como una lapa del frio que hacía, les daba igual restregar su sexo con el mío. El frío era horrible y la humedad en la cueva y eso que teníamos la lumbre y la manteníamos encendida para calentarnos y también para cocinar.
Yo no pude evitar excitarme viendo a 4 mujeres desnudas bellísimas todas pegadas a mí y unas a las otras y por lo que veía ellas tampoco ellas se despertaron a media noche y nos miramos y dije:
– que pasa no podéis dormir.
– no tenemos frio y encima estamos excitadas viéndote la verga.
Así que Mónica y marta que era el nombre de las hermanas me cogieron la verga y comenzaron a chupármela.
– ahora sí que estamos bien -dijo Marta.
Carolina y Beatriz se despertaron también y al verme decían:
– que vergüenza sois un par de putas y tú eres un cabrón por consentirlo y aprovecharte de la situación.
– señora yo no hecho nada han sido ellas la que me cogieron la verga.
Pero marta y Mónica no la hacían caso y decían:
– peor para vosotras porque está bien rica y ahora sí que estamos caliente y no tenemos frio ninguno.
Mientras Beatriz y Carolina temblaban de frio.
– mama yo estoy helada. Así que mama pégate a ellos y déjate de vergüenza. No quiero morir en esta mierda de isla.
– pero que dices hija.
– que si tengo que ser una puta lo seré pero no moriré de frio. Entendido. Si me tiene que follar par estar caliente lo hare, así que tú veras- y carolina me cogió la verga y se la metió en el chocho mientras me abrazaba y suspiraba y me decía: – fóllame cabrón, quítame este frio con tu poya.
La madre o sea Beatriz la daba mucha vergüenza pero mientras yo me tiraba a su hija las otras hermanas se follaban entre si y disfrutaban como locas.
– que gusto esto tenía que haber pasado antes.
Beatriz a ver tanto sexo se empezó a masturbase ella sola luego saque la verga del coño de la hija y se lo metí a ella.
– que gusto- me decía -que tonta he sido.
Dije yo:
– a partir de ahora no habrá vergüenza entre nosotros, follaremos todas las noches para entrar en calor y dormir bien entendido y así nos quitaremos el frio ya que cuerpo contra cuerpo produce mucho calor más que una manta.
Con el tiempo yo me sentí como tarzán ya que me hice un taparrabos y ellas casi medio desnudas. Tenia a mis 4 mujeres para mí solo habían pasado varios meses y aquí no había pasado ningún barco.
La isla era inmensa para verla entera habíamos inspeccionado algo pero nada de barcos ni señales de humanos eso si por la noche follábamos como animales en celo ya no teníamos frio en pelotas yo y todas las mujeres. Después de cenar algún pez que cogiera yo o alguna fruta que cogimos de los arboles pues había muchos cocos y piñas y fruta tropical follábamos como descosidos ya sin vergüenza yo creo que ya era por vicio. Estaban todas deseando.
– cógeme la poya y chuparla.
Hasta Beatriz se hizo una de las más putas y empezamos a follar.
– chúpame la poya.
Carolina encantada mientras las hermanas marta y Mónica le comía el chocho a Beatriz.
-así cabronas.
– va hacer que me corra que gusto.
-luego no querías. Como te has vuelto de puta, cabrona.
– como todas nosotras, estamos emputecidas por la poya de este y por el sexo- refiriéndose a mí.
– dala por culo a mi hija, cabrón- me decía Beatriz -que sea tan puta como su madre.
– yo seré más- decía Carolina abriéndose el ojete para que le entrara mi poya.
-ahora zorras -dije yo a carolina y a Beatriz -chuparme la poya. Quiero correrme en vuestras bocas. Tomad mi lefa, zorras.
– que gusto.
Ellas empezaron a chuparme otra vez la verga después de correrme y se puso al cabo de un tiempo otra vez dura ahora a las hermanas.
– quiero follaros abrir vuestros chochos.
– si aquí tienes- dijo Mónica- y marta fóllanos, llénanos de leche cabrón.
Se la metí a marta hasta los huevos mientras Mónica me chupaba el culo luego cambiamos la di por el culo a Mónica mientras marta me comía las pelotas. Fue una orgia apoteósica no paramos de follar los 4 luego nos quedamos dormidos como unos benditos.
Al día siguiente vimos varias huellas y estábamos asustados. Eran huellas de pies descalzos pensábamos que eran salvajes pero encontramos varios trajes de pieles femeninos eran mujeres no hombres.
Continuara.
Espero que les hay gustado este relato seguiré con el próximo en esta nueva serie en una isla

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