
Asalto a la casa de verano (2) – ¡No! – rogó Leonor, comprendiendo a qué se refería – ¡Por favor! ¡Ellas no! Pero el hombre no le prestó atención. Llamó a su secuaz, Lucas, y le ordenó que atara a la mujer. Leonor, en su desesperación, trató de salir corriendo de ahí, como último recurso para pedir ayuda. Pero, tan pronto como aceleró, cayó de culo al tropezarse con sus propias bragas, que aún seguían al nivel de sus pies. Lucas la alcanzó y la pateó, evitando que pudiera incorporarse de nuevo; la piso, manteniéndola boca abajo, mientras la esposaba […]