
Episodio uno. EL VIAJE. Toda historia comienza con una motivación, eso es bien sabido, con un ansia que impulsa al personaje a emprender una acción o un viaje, que, a su vez, dará inicio al argumento. Esta motivación puede ser de diversa índole: venganza, justicia, celos, amor, sueños aventureros, incluso hambre y miseria; todo es válido. En el caso de nuestro protagonista, su motivación fue mucho más personal: las papas a lo pobre con huevos fritos. Si, señor, eso mismo. ¿Qué es un motivo muy cutre? Puede ser, pero ese fue el catalizador que inicia esta historia, el no saber […]