
Cap.12― Las dos gemelas. Nadie, ni siquiera yo, cayó en la cuenta de que había llegado el temido momento en el que el amanecer y con él, la tormenta llegaría hasta nosotros. La primera señal de este fue una impresionante aurora boreal acompañada por una sucesión de rayos que tuvieron lugar cuando todavía el sol no había hecho su aparición por el horizonte. La belleza de ese fenómeno atmosférico no pudo ocultar su cruel origen y las lágrimas que surcaron las mejillas de todos los presentes fueron producto del dolor por lo perdido y la certeza de que en […]