
42 Tal y como había dejado establecido, incrementamos la vigilancia de nuestras costas por si alguna de las tribus nos atacaba mientras esperábamos la vuelta de la expedición. Los veinte días que tardaron en volver los aprovechamos para acomodar a la gente construyendo nuevas chozas y elevando la empalizada. Por eso cuando Moa volvió con compañía, los recién llegados se sorprendieron al encontrarse con un muro infranqueable para un adversario que no contara con armas de fuego. Todavía hoy recuerdo que fue Rodrigo quien me notificó la llegada de veinte canoas acompañando a la chalupa. Creyendo que venían en son […]