
Nunca creí que el hecho de tener mal genio un día me cambiara por completo mi vida. Dotado desde joven de mal temperamento, mi pésimo carácter me ha causado más de un problema. Reconozco que me cuando algo me altera me dejo llevar por mi pronto y sin pensar en las consecuencias, me lanzo al cuello de quien me molesta o me perturba. Eso fue lo que me ocurrió ese sábado en la mañana y desde entonces acarreo con sus consecuencias. Habiéndome acostado a las cinco de la mañana con una borrachera de las que hacen época, no debía […]