
Después de novecientos kilómetros por fin tenían un descanso. El Teniente Giggs se pasó dos días enteros durmiendo pero el tercero de sus cinco días de permiso se levantó con ganas de pillar una buena borrachera. Cuando buscó a Carter y a Gennaro descubrió que se le habían adelantado así que cogió un jeep y se dirigió sólo al pueblo. Era una localidad pequeña a treinta kilómetros de Metz. Con apenas tres mil habitantes y lejos de cualquier cruce de carreteras o infraestructura de importancia, había sufrido relativamente poco. La mayor parte de la población se dedicaba al trabajo del […]