
Las chicas durmieron esa noche juntas, abrazadas y acurrucadas en la misma cama. Así se daban fuerza y consuelo entre ellas para lo que las esperaba. Lo que no podían esperar era la manera tan horrible de la que se iban a despertar… Una fuerte descarga desde el collar recorrió sus cuerpo, haciendo que se despertasen gritando de dolor y recordando de la peor manera posible en qué lugar estaban. – ¿Qué cojones es esto? – Gritaba el Oso, entrando en la habitación y encendiendo la luz. Las chicas se miraban asustadas, ¿Qué habían hecho para cabrearle así? El hombre […]