
La detective Miranda Duarte llevaba meses esperando que llegara este día. Estaba colaborando con la policía en la captura de una banda de africanos que traficaba con drogas y después de meses de seguimiento habían localizado su centro de operaciones. La policía había recurrido a ella por que sospechaban que tenían un topo entre sus hombres, así que habían contactado con Miranda para que ella hiciera el trabajo de campo de forma independiente al cuerpo de policía. Solo tenía un contacto dentro, Iván González, un hombre de confianza para evitar que esa parte de la operación fuera de dominio público. […]