
…Un intenso orgasmo sacudió sus entrañas. Sintíó la toalla totalmente empapada bajo sus nalgas y muslos. En su vida había tenido unos orgasmos así. Cada vez que se masturbaba , tenía que poner una toalla en la cama. Se avergonzó de lo que le estaba ocurriendo desde hacía dos meses. Se sentía rara. Jamás había imaginado que la vida le tendría reservada esa situación. Pensó en su marido y en sus hijos y una sensación de culpabilidad se adueñó de su mente. Amaba a su marido por encima de todas las cosas. Sus hijos y él eran todo para Marina. […]