
Lunes, 22 de abril de 2013. Me llamo José, tengo treinta y nueve años y voy a acabar con mi vida. Mi juventud transcurre en un pueblo de la provincia de Jaén, en el seno de una familia muy conservadora que explotaba algunas tierras de olivar. Vivíamos desahogadamente. Estudié el bachillerato en un instituto religioso y mi formación fue bastante rígida en lo referente al sexo. Para mí era lo normal, tocarse es pecado, la fornicación conduce al infierno, etc. Me fue inculcada y yo acepte y asumí, la más estricta moral católica. Al finalizar mis estudios en el instituto […]