
Siempre he sido un poco pieza. Me crié en un barrio del extrarradio de Madrid y siempre rodeado de las peores compañías. A pesar de todo, era un estudiante razonablemente bueno. Aunque sólo fuera por amor a mi madre que se dejaba la vida trabajando para darnos una educación a mi hermano y a mí, después de que mi padre se “hubiera ido a por tabaco” y nunca hubiera vuelto a casa. Yo era el típico español. Delgado y fuerte. Ni alto ni bajo. Moreno. La mayor parte de las veces sin afeitar. Con el pelo más largo de […]