
I. Año 1368 El calor ya se sentía intenso en las arenosas calles de la ciudad árabe de Bujará, reino de Corasmia, a pesar de que había amanecido hacía pocas horas. El sol se colaba en haces dentro de los pasillos del zoco principal, atravesando el entramado de madera del techo, en tanto los comerciantes armaban sus tiendas y extendían las alfombras con una rapidez y precisión propia de quien ha dominado la rutina durante años. Un soldado mongol patrullaba por uno de los pasillos, llamando la atención con su radiante y largo sable envainado en el cinturón. Destacaba entre […]