Relato erótico: La distraída (POR KAISER)

  Ella esta en su oficina terminando de revisar unos reportes bancarios, esta cansada pero sigue adelante. Se muere de hambre ya que come muy a la ligera, el café y un cigarro son su mejor compañía a esa hora. Mónica es así, trabajolica por excelencia prefiere quedarse en la noche a hacer este trabajo que es bastante aburrido ya que en el día simplemente no tiene tiempo. Mónica es la gerente del banco, tiene un buen sueldo y es respetada, incluso temida se podría decir, por todos. Es una mujer divorciada de férreo carácter y sumamente autoritaria. Sus empleados […]

Relato erótico: Un viaje en el tren (POR TALIBOS)

  UN VIAJE EN TREN: Mi nombre es… bueno, qué mas da. Total, aunque lo dijera, no iba a aparecer ni una sola vez más en el relato… Bastará con que os diga que soy un tipo normal, españolito de a pié y que escribo esta historia porque todavía no me creo lo que me ha pasado. Normalmente yo soy de los que leen estos relatos, sin acabar de creerme que estas cosas pasen, para hacerme unas pajillas, como dice nuestro paisano Torrente. Pero hoy me he erigido en protagonista, así que no me aguanto las ganas de contárselo a […]

Relato erótico: La mujer del empresario. El medicamento (POR RUN214)

    EL MEDICAMENTO  Por desgracia para Miguel fue la mujer de Perecet quien salió a recibirle cuando llamó a la puerta. Allí estaba ella, la mujer de hielo, mirándole con esos ojos de perra-loba. Le hacía sentir como un pordiosero mendigando en la casa de un marqués. -¿Qué haces aquí? –Preguntó ella. -Venía a… yo venía a… -No me gusta verte por aquí. -¿Cómo? -No quiero que te acerques a mi hija. -¿Raquel? N…No he venido a ver a su hija, señora… -Mi hija no es para alguien como tú ni los de tu clase. Estuvo tentado de tumbarse […]

Relato erótico: “En mi finca de caza (3.- El aperitivo)” (POR GOLFO)

Me estaba poniendo un whisky, cuando entraron las muchachas en el salón. Venían charlando animadamente sobre temas triviales, Patricia se había recuperado gracias a los cuidados de María, y viendo el rubor en las mejillas de ambas, supe al instante el tipo de bálsamo usado. Lejos de ofenderme, el que sin mi consentimiento hubieran compartido algo mas que un baño, estaba contento, mis planes se iban cumpliendo al pie de la letra siguiendo la vieja práctica del palo y la zanahoria. Al verme se quedaron calladas, como esperando mi reacción. La sesión de sexo, que sin lugar a dudas habían […]