
Habían pasado cuatro meses desde que Tamiko reconociese a Diana como una verdadera cazadora, y cuatro meses había pasado ésta deseando su venganza. Durante este tiempo estuvo perfeccionando sus habilidades, tanto sus nuevos poderes como su comportamiento y destreza como fémina, ya era capaz de andar perfectamente sobre unos tacones altísimos, lo que le había conllevado bastantes caídas y esguinces. Sabía maquillarse perfectamente dependiendo de la ocasión y de la ropa que llevase, ahora era capaz de prepararse completamente en menos de una hora, cuando al principio podía estar toda la mañana y con desastroso resultado. Y allí estaba. […]