
Diana se levantó feliz y llena de vida, la experiencia del día anterior había sido fabulosa. Saltó de la cama y, desnuda como estaba, se dirigió a la cocina, donde Missy, perfectamente aleccionada, estaba preparando el desayuno. La chica solo tenia por vestimenta un collar de perro. – Buenos días, Missy. – Saludó Diana. – Buenos días, ama. – Respondió solicita la mascota. – Hoy va a ser un día ajetreado para ti. – Missy la miraba con curiosidad. – Vas a salir a hacer unos recados. Diana notó como la felicidad invadía la mente de […]