
Se despertó despejada y descansada, salió de la cama de un salto y se situó frente al espejo. No se cansaba de observar su nuevo cuerpo. Se sentía viva, mejor de lo que había estado nunca. El recuerdo de sus últimos meses como Diego Lozano era ya un espejismo. También se sentía sexy. Mientras más observaba su cuerpo, más le gustaba. Fue al armario y comenzó a rebuscar entre la ropa. A diferencia del día anterior, en el que pensaba que nunca se pondría ciertas cosas de las que allí había, comenzó a rebuscar con entusiasmo entre las […]