Viviana estaba a la espera que le dijera cual sería su castigo y mi cerebro trabajaba a mil para aprovechar lo mejor posible esta situación, con voz seria dije:

-“Primero vas a chupar la leche de todos los forros usados por vos y por Mierda, quiero verlos bien limpios, que no quede ni una gota”

Cuando vio la cantidad de condones que traía su madre, más los suyos, no le causó ninguna gracia, pero empezó a chupar el primero, lo tomo de la punta, con los dedos hizo que cayera el semen en su abierta boca, repitió dos o tres veces esta operación hasta vaciarlo por completo. Se disponía a seguir con otro cuando les ordené:

-“ Esto es muy lento, Mierda traé una tijera, anda cortándoles la punta y ordéñaselos en la boca”

“Y vos acostada con la boca abierta, yo te diré cuando tragar”

Se acostó en la cama con la boca bien abierta, su madre tomaba los preservativos usados, cortaba con la tijera la puntita que caía en la boca de Viviana y luego exprimía bien el forro para que cayera toda la leche.

Mientras, yo fumaba y tiraba la ceniza también en la boca de la esclava con lo que se hacia una pasta inmunda, cada tres o cuatro forros se llenaba la boca y le daba la orden de tragar, le era bastante dificultoso y le daban arcadas.

-“Ni se ocurra vomitar porque vas a tener que tragarte todo y será peor” la amenazaba mientras sacudía su cabeza agarrándola de los pelos, se ponía roja pero lograba tragar todo.

Le ordené a Mierda que la escupiera en la boca para diluir un poco la consistencia de la mescla, me miró agradecida. Mientras, había decidido como seguiría el castigo, lo dejaría en manos de Mierda para ver hasta donde llegaba su sadismo.

Así que cuando termino de tragar todo Viviana se levantó creyendo que el castigo estaba cumplido, la frené en seco: “pará un poquito nena, adonde crees que vas? Esto es solo el principio, ahora será Mierda quien te seguirá castigando hasta la hora de irte”

Esta vez logré sorprenderla, ella creía que sería ella quien ocuparía el papel de Ama, enterarse que sería la esclava de su propia madre-esclava la dejo descolocada, pero Mierda se ocupó de traerla a la realidad rápidamente, le dio un par de terribles cachetadas y le gritó: “ a ver si te despiertas , pedazo de pelotuda, o te voy a tener que seguir pegando”

La agarró de los pelos y la arrastró hasta un silloncito, la sentó mientras ordenaba “esperame aquí” Buscó algunas cosas en mi bolso y bajó a la planta baja a buscar otras. En unos minutos comenzó su trabajo, primero la hizo parar con el culo para afuera y le metió el inmenso butt plug que le compramos a Verónica.

Luego la hizo sentarse sobre el mismo para que se hundiera lo más posible, ato sus rodillas a los apoyabrazos dejando su concha totalmente expuesta, me llamó para mostrarme algo: “ Ves, este agujerito chiquito que tiene acá es la uretra, por donde mea, es muy sensible y delicado, por ello puede producir mucho placer o dolor, ahora verás”

Y pasando del dicho al hecho tomo una vela de forma cónica, empezaba finita y se iba agrandando hasta llegar a unos tres centímetros en su base, metió la puntita que entró sin dificultad pero hizo que Viviana pegará un gritito, Mierda se burló diciendo:”pero que te pasa, no me vas a decir que no te gusta, mejor te vamos a ayudar a estar callada”

Agarró todos los forros que había chupado Viviana y se los metió en la boca, sellando la misma con varias vueltas de cinta adhesiva gruesa, siguió con su tarea sin interrupciones. Fue metiendo cada vez más adentro la vela haciendo que la uretra se agrandara más y más, cuando ya tenía más de media vela adentro la comenzó a masturbar con ella metiéndola y sacándola, pero cada vez la introducía un poco más.

Viviana se estaba muriendo, se escuchaban sólo sordos quejidos, transpiraba y estaba totalmente colorada, parecía que iba a estallar, Mierda no se inmutaba seguía con su tarea hasta que estuvo toda adentro y el díámetro del agujerito de mear permitía fácilmente meter un par de dedos o un consolador pequeño.

Riéndose Mierda dijo:”bueno, con esto va a estar entretenida un buen rato, vamos a divertirnos nosotros mientras ella mira” pero antes de dejarla completó la decoración de la esclava con dos pinzas con dientes en los pezones.

Volvió a la cama conmigo y me dijo: “¿Qué te gustaría que te hiciera que te guste mucho y haga reventar de bronca e impotencia a esta puta, papi?”

-“ Para empezar me vas chupar el culo, las bolas y toda esa zona, yo cada tanto te voy a ir dando chorritos de meo”

Se esmeraba en hacerme gozar, lamia, besaba y chupaba todo con abundante saliva, metiendo su lengua lo más posible dentro de orto, a cada rato le decía:”ponete la pija en la boca” y le soltaba una breve meada que ella bebía con placer: Me agradecía diciendo:”si mi amo, deme toda su meada, toda su leche, toda su mierda, deme lo que quiera que yo lo engulliré con placer”

Mientras Viviana seguía en su incómoda posición sufriendo y sin ningún tipo de placer, de a ratos se dormitaba, en esos casos su madre la atendía y la despertaba poniéndole un cigarrillo en la teta, hundiendo aun más la vela en su uretra o con un terrible tirón de pelo al tiempo que escupía su cara.

Seguimos cogiendo hasta que amaneció, allí Mierda quitó la mordaza de Viviana y le preguntó:

”¿Tenés algo que hacer o querés seguir disfrutando un rato?

-“Por favor soltame que en cualquier momento se va a despertar Maxi y puede venir para acá”

-“¿Desde cuando te autoricé para que me tutees y además con reclamos e imposiciones? Pedazo de imbécil !!, ahora se prolongará tu castigo”

Por primera vez vi a Viviana asustada realmente, lo único que le importaba era su hijo y el sólo pensar que podía encontrarla en esa situación la hacía actuar de forma irracional, llorando rogó:

-“No por favor, no me haga eso mi Ama, si quiere después vuelvo y le juro que dejaré que haga conmigo absolutamente todo lo que quiera, las torturas más crueles, la peor humillación que pueda concebir… “

Mierda no la dejo terminar y con una sádica sonrisa dijo: “justamente eso es lo que pienso hacer ahora, abrir la puerta del dormitorio y traer a mi nieto para que vea a su mamá en esta situación. ¿Qué mejor humillación se te ocurre?

Viviana rompió en un llanto desconsolado, ya no podía ni rogar, solo lloraba desahuciada.

Mierda dejo un rato siguiera sufriendo y cuando se le ocurrió la desató, le quito la vela y las pinzas y le ordenó: “ponete algo y anda a ver como está”

Salió de inmediato poniéndose el vestido, regresó en unos minutos con cara feliz diciendo: “aún duerme como un angelito”

Mierda tomo la iniciativa: “bueno, esta vez te salvaste, tal vez la próxima le mostremos al chico una imagen de su mamá para que no se olvide en toda su vida”

Viviana sólo contestó: “vamos a vestirnos todos, prepararé el desayuno para cuando se despierte.”

Al poco rato estábamos los cuatros desayunando y haciendo bromas como si fuéramos una familia de lo más normal.

CONTINUARÁ

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