Nos mantuvimos echados, ella sobre mí, en una extraña posición, en silencio, bueno en agitada respiración mientras nos recuperábamos… hasta que mi verga fue saliendo de su ano y la leche con ella… solo ahí ella se salió y procedió a limpiarse con su pequeña ropa interior…

En eso vimos una luz moviéndose alrededor nuestro… era una linterna… mierd… el vigilante… Mili vino rápidamente a mi lado. Nos acurrucamos silenciosamente detrás de un arbusto para ocultarnos. Esperamos un momento hasta que la luz fue desapareciendo a lo lejos.

– Ufff… suspiro ella al ver disiparse el peligro.

Luego Mili me diría que era un conocido de su padre, hijo de un militar amigo suyo que se había quedado sin empleo y que él le consiguió el trabajo ahí. Seguro era con el que me amenazo respecto a que tenía gente en el club para cuidar a su hija y vigilar la cabaña.

Al ver Mili que yo seguía inmóvil, sumido en mis pensamientos, recuerdos, remordimientos, etc., Mili se recostó de lado para verme, tal vez pensando que seguía resentido o molesto con ella… yo parecía una de esas chicas en shock después que pierden la virginidad… era casi una estatua…

– ¿Te pasa algo?… pregunto preocupada.

– Nada… me dio un mareo, el trago, la agitación, creo que fue mezcla de todo… me disculpe.

– Uhmmm… yo sé que te puede reanimar… me dijo coqueta.

Seguro pensó que en esa posición yo esperaba nuestro sabido ritual… se alejó un poco y luego se arrodillo y me limpio la verga de manera muy hacendosa. Logro relajarme, sacándome unos placenteros suspiros y algunas gotitas extra de mi leche, que ella engullo sin problemas… como para congraciarse del berrinche que hizo… después, se echó a mi lado…

– En realidad crees que seré tu ultima pareja… dijo cariñosa apoyando su cabeza en mi pecho.

– Sí, me gustaría… dije sinceramente, luego agregue… creo que te voy a regalar una lámpara, como la de Aladino…

– ¿una lámpara?¿para qué?… pregunto curiosa.

– Para que guardes ese genio de mierd… que tienes… le dije en tono de gracia y reproche.

– Jajaja… está bien… me dijo como niña regañada.

– Tienes que aprender a controlarte… eres muy explosiva… le reclame más calmado.

Quizás pueda sonar racista, pero a uno le queda la imagen, que las morenas son más belicosas o al menos es el estereotipo de algunas películas… pero yendo más por el lado familiar, su madre a pesar de ser de piel clara parecía algo colérica, si dominaba a ese moreno gigante… y bueno su padre tenía un aire autoritario también… Caraj… domesticar esta chica iba ser trabajoso, pensé.

– Pero es que mirabas mucho a Vane… dijo justificándose y luego hizo la pregunta que temía… ¿es que te hizo algo? ¿o te dijo algo?…

Quizás en ese momento debí decirle la verdad, las mentiras no duran mucho… además lo que paso con Vane no fue mi culpa… pero no quise malograrle el momento, suficiente tenía Mili con la preocupación por lo de su mama.

– Con todo lo sucedido… no la paso… no sé cómo actuar con ella… no me da confianza… y no sé si sea buena para Guille… respondí.

– Bueno, eso como me dijiste, es problema de ellos… son adultos… repuso Mili.

– Si… Tienes razón… dije callando todo.

Optamos por volver a la fiesta, en el camino me percate que Mili aún tenía la falda sobre el pubis y el escote debajo de los senos… se lo hice notar y enrojeció como tomate… luego tuvimos que escondernos otra vez… Mili me jalo repentinamente, pensé que era el vigilante de nuevo… pero…

Eran Vane y Guille, estaban saliendo de la fiesta, al parecer ellos también tenían su pequeña discusión, Guille parecía reclamarle algo… sin embargo notaba como Vane más que prestarle atención, observaba a todos lados… ¿nos estaría buscando?, saber si termine con Mili para aprovechar la situación… ¿estaría molesto Guille por la atención que aun ella me daba?…

Tras el acicalamiento de Mili, decidimos salir de entre los árboles, tomados de la mano… ahora el rostro que se descompuso fue el de Vane… su treta de hacernos pelear había funcionado al revés… Guille más bien menguo su molestia con ella, intentando disimular que ellos también estaban bien.

– Ya me imagino que habrán hecho… me dijo bromeando en voz baja, sin embargo Mili escucho.

Le hice un gesto como para que se calle, había confianza entre nosotros como amigos… pero no con Mili, que no le gustaban ese tipo de bromas… y se dio cuenta al ver que ella enrojecía.

Luego Mili fue a consolar a Vane que parecía abrumada… fuerza de genero será, en algunas situaciones las mujeres se apoyan mutuamente… y más con la arpía de Vane dándosela de victima seguro por su discusión con Guille. Ambas se fueron al baño, el pretexto que usan las féminas para hablar…

– ¿Qué paso?… me atreví a preguntar, viendo a Guille contrariado.

– Vamos… tú lo sabes… me dijo incómodo.

Pensé un instante que Vane le conto todo, pero de ser así… al igual que Javier ya me habría golpeado.

– ¿A qué te refieres?… insistí haciéndome el desentendido.

– Ella aún tiene una fijación contigo… ¿hizo algo? o ¿te dijo algo?… pregunto hastiado.

Era la segunda vez que me lo preguntaban, primero fue Mili y ahora Guille… y nuevamente me negué, esta vez con la cabeza… desperdicie la segunda oportunidad que tuve, tampoco quise malograrle la ilusión a mi amigo que tanto me apoyo… creí que no era el lugar ni el momento apropiado.

Pero sentí que por proteger a mi amigo y a mi enamorada, estaba cavando mi propia tumba… como el sabio Guille dijo “hagas lo que hagas, la vas a cagar”… antes por contarles las cosas a ellos, los metí en este lio… ahora quizás caería solo en la trampa que Vane me ponga y sufriría solo las consecuencias.

– Lo siento, no estoy cómodo con Vane cerca, no sé cómo actuar después de todo lo que paso… le confesé y agregue… es muy cambiante… no me da confianza…

– Tienes razón, ella se mostró afectuosa conmigo, ahora me dice que soy muy celoso y posesivo… pero solo quiero saber que pasa por su cabeza… ¿por qué actúa así?… me dijo afligido.

– No te ilusiones con ella… es muy complicada… te va fregar la vida… le aconseje.

– Lo se… pero ya me complique… me dijo abrumado, era un ciego enamorado o encaprichado.

Por más que le aconsejara, no me haría caso hasta que el se diera cuenta… cada quien elige la pared contra la cual estrellarse, es decir, todos nos entercamos alguna vez con una relación, forzando las cosas para que funcionen… solo me quedo invitarle un trago para que se olvide un momento de eso…

Tras un rato las chicas volvieron, se unieron un poco sombrías a nuestra mesa, luego fueron haciéndose participes de la conversación… nuevamente Vane se puso en modo neutro, decidí no darle importancia y difícil con lo ebrio que me puse y lo seco que me dejo Mili. Vane más bien enfilo su atención a Guille, el chico que la riño, le daba unas miradas rencorosas… y Mili, bueno volvió a ser cariñosa conmigo.

Mientras mirábamos a los pocos jóvenes que quedaban bailar, nos dimos cuenta que estábamos cansados y decidimos regresar a las cabañas… en el camino Guille y yo nos enteramos que las chicas habían decidido, mientras estaban en el baño, dormir en la misma cabaña, en la de Mili…

Evidentemente era el castigo que Vane le imponía a Guille por gritarla… pero que culpa tenía yo de eso, ya había ideado escabullirme a ver a Mili… después lo pensé… eso de dormir juntas, seria literal, es decir, la última venganza de Vane seria… ¿dormir con mi enamorada?… ¿volverla lesbiana?…

Creo que en mi estado etílico estaba desvariando… pero con esa loca nunca se sabe… me saco de mi abstracción, la sentida aceptación de Guille a esa situación… Caraj… Vane se estaba llevando sus bolas, lo había convertido en su perrito faldero que aceptaba todo de ella, pensé.

Las dejamos ir… voltee a ver a Mili, le hice un gesto… que se cuide de esa loca… ella entendió y me hizo un gesto para que no me preocupe. Me fui tambaleando con Guille… en el camino y en la cabaña me conto toda su relación con Vane… me estaba muriendo de sueño pero lo escuche…

Cuando se dio cuenta que me dormía con los ojos abiertos, que era como hablar con un maniquí… me libero de ese castigo y me dejo irme a dormir… otra vez me deje caer sobre esa maldita cama que no me dejaría descansar tan fácilmente…

Nuevamente empezaron mis sueños primero con Viviana, pasando después a mis sueños pseudo húmedos con Vane… había algo de lógica en mi sentimiento de culpa por lo de Viví que ahora reflejaba en Vane… sentía que todas esas situaciones eran producto de mis errores, que ellas pagaron las consecuencias de mis actos y de alguna manera debía congraciarme con Vane para sentirme perdonado.

Una cosa es pensar racionalmente en resarcir un daño… pero la otra cabeza (del pene) a veces no piensa igual, solo se queda con las imágenes candentes de mi sueño con mi cuerpo entrelazado con el de Vane en un confuso acto sexual, mezcla de pasión animal (que tenía con Mili) y cariño (que tuve con Vivi)…

– Por la put… madr… casi grite al despertarme de golpe, luego agregue palmeando mi frente… sal de mi cabeza… puta de mierd…

Aún era de noche… Guille roncaba en el cuarto de al lado… intente dormir otra vez y me asaltaban imágenes similares… Caraj… me había obsesionado con esa loca… pensé que solo había una forma de exorcizarme de eso… iría a buscarla y le haría el amor salvajemente… a mi enamorada, mal pensados…

Como en la mañana, el cuerpo de Mili me ayudaría a callar esos demonios, quizás sería bueno despertar acurrucado con ella de manera placentera y romántica… luego llamaría a Viví para hacer las paces, y buscaría la manera tranquila de conversar con Vane racionalmente… así mataría mis culpas y demonios, luego al fin volvería a dormir tranquilo…

Esperando a Mili antes del baile, fisgoneando en los alrededores de su cabaña, había encontrado un lugar por donde entrar… se trataba de una puerta de acceso secundaria, que en teoría había sido clausurada, estaba fijada por unos clavos… pero… era de esas puertas divididas en 2: una parte inferior de 1 metro de altura y la parte superior el resto…

En mi exploración note que solo la parte superior de la puerta estaba fija, la parte inferior se había descolgado un poco. Seguro los niños que se hospedaron ahí anteriormente habrán jugado con esa parte inferior de la puerta, dejándola maltrecha… ahora lucia apenas pegada o juntada al marco de la puerta, se veía que con un empujón se abriría sin problemas.

Ya que veía que mi cabaña estaba embrujada, maldita por el abuso que Vane me infringió, más aun por los sueños repetitivos que tuve… entonces tentaría suerte en la cabaña de Mili…

Me escabullí mismo Rambo, entre los arbustos alrededor de la cabaña de Mili… note, que el vigilante se había tomado a pecho su misión de cuidar ese lugar, dio minuciosamente una vuelta alrededor, seguramente esperando oír algo que pudiera interpretar como mi presencia dentro… al no notar nada fuera de lo normal, decidió proseguir su camino, pero volteando de cuando en cuando…

Al ver que estaba prudencialmente lejos, me acerque a la puerta descrita, le di un pequeño empujón, para no hacer ruido y, como esperaba, la puerta cedió fácilmente… a pesar de mi ansiedad de entrar, tuve que ser paciente y abrir de a pocos, para evitar que el chirrido de esa vieja puerta me delate… luego cerrar la puerta también lentamente, para no dejar huellas de mi ingreso…

Una vez adentro habían 2 dormitorios, igual que en mi cabaña, uno grande: que en mi caso usaron Guille y Vane, supongo que acá lo usaron los viejos de mili… y otro dormitorio más pequeño, que use yo en mi cabaña y supongo Mili aquí… entonces enrumbe a este cuarto…

Mi corazón latía a mil por la adrenalina de la situación y poseer a Mili en ese lugar prohibido, escapando de la vigilancia y tomándola por sorpresa… me recordó la vez que la desperté en mi casa con mi verga por detrás… esperaba que esta vez fuera algo diferente… debía tener cuidado también de no hacerla gritar para no llamar la atención de Vane o del vigilante en alguna de sus rondas…

Abrí esta puerta también con sigilo… dentro vi que sobre la cama se dibujaba una apetitosa silueta tapada por las sabanas… observando el cuarto, encontré que la ropa que Mili había usado en la fiesta, estaba en el suelo… su ropa de baño colgada en un mueble… algo desordenada la niña…

En este caso la luz no entraba tan directamente al dormitorio como en mi cabaña, había más penumbra… Pero igual pude distinguir que Mili descansaba boca abajo… posición propicia para mis fines, pensé… seria que me estaría esperando para que la atore por detrás como le gustaba…

Me restaba dar unos pasos para llegar a la gloria… sentí nuevamente el mareo, tomar dos días seguidos no me cayó bien, seguía semi embriagado … o era la ansiedad de tenerla otra vez… mi verga estaba dura de nuevo viendo el bulto que formaban las posaderas de Mili que sobresalían de las sabanas.

Frente a la cama, fui jalándole suavemente las sabanas para no despertarla… fueron apareciendo sus piernas y su enorme rabo… ella ni se inmuto… vi que tenía un polo que apenas si le cubrían sus nalgas… se veía esa deliciosa raja y lo abultado que se ponían glúteos al llegar a las piernas…

Yo me desnude, para que nada entorpeciera mi faena… fui subiendo lentamente a la cama, para no hacer ruido ni movimientos bruscos que la saquen de su sueño… mis piernas ladearon sus piernas, comencé a acariciar sus nalgas… maldito mareo… mis sentidos no se sentían del todo bien…

En la maraña de pelos que cubrían su rostro, podía jurar que la note sonreír o al menos emitió un sonido de complacencia entre sueños… bueno es suficiente, ya no puedo esperar más, me dije… estaba a mil, aparte con el temor que el volviera el vigilante y se le ocurriera ver por las ventanas…

Le abrí un poco las nalgas y fui enfilando mi verga a su pequeño ano… aquí si tuve un poco de paciencia, no quería clavarla de golpe y despertarla bruscamente… había llevado algo de crema por si acaso, la incursión seria repentina y necesitaría algo de ayuda para que entre mi verga.

Me unte la crema y fui metiendo de a pocos mi verga, empujando paulatinamente… apenas escuche unos leves quejidos, pero sin mayor movimiento u oposición… Mili también estaba ebria, seguro con los sentidos más adormilados y anestesiados que los míos…

Ya había logrado insertar la cabeza de mi pene, su esfínter parecía oponer resistencia, seguro inconscientemente iba apretando las nalgas… pero no me desanime…

– Ohhh… ufff… escuche su gemido entre sueños, cuando la parte más gruesa le entro.

Al oírla, casi me da un paro cardiaco… me detuve… al ver que se relajaba nuevamente y que el sonido fue más de complacencia que de queja, entonces procedí a insertarla más… ya veía media verga desaparecida entre sus golosas nalgas… más bien ella realizo un pequeño movimiento involuntario quizás, abrió un poco las piernas, como para separar las nalgas y que la atoren mejor…

A medida que le iba entrando la otra mitad, notaba como movía el cuello nerviosa, resoplando y gimoteando por momentos… cada vez más sentía que levantaba un poco sus caderas para que le entre mejor… mientras yo seguía forcejeando para metérsela toda, hasta la raíz…

Una vez que mi ingle finalmente choco con sus redondos glúteos, solté un suspiro de alivio… al fin la tenía enganchada hasta el fondo… de la emoción, una gotita de leche se me escapo… Mili a su vez, se retorció satisfecha… sus piernas se comenzaron a mover, como escaneando cada centímetro de mi verga en su interior… era como cuando uno se estira en la cama al levantarse…

– ¿Qué?… ouuu… uhmmm… exclamo suavemente, levantando un poco la cabeza.

Se estaba despertando, se había sentido deliciosamente atorada, esa opresión en sus nalgas, más esa tiesa barra de carne en sus entrañas… era evidente que por más borracha que estuviera, en algún momento se daría cuenta que se la estaban clavando, prácticamente violando…

Me incline, casi eche encima suyo, mi brazo izquierdo se apoyaba en la cama y mi mano derecha le tapaba la boca para evitar que grite… me acerque para susurrarle, al menos donde yo creía que estaba su oído, porque su cabello era un desorden que cubría su rostro…

– No te preocupes… soy yo… le dije.

– ¿Dannyyy?… pregunto excitada aun adormilada.

– Así es… replique.

– Siii… al finnn… susurro satisfecha Mili entre mis dedos.

– No grites… le advertí.

– Nooo… hazme tuyaaa… exclamo ahogadamente.

Ahora sabiendo quien la poseía, se retorció más, aun adormilada estaba disfrutando ser clavada… yo me separe un poco de ella para empezar la faena. Vi como sus manos arañaban las sabanas, mientras suspiraba ahogadamente…

Se dio cuenta que estaba haciendo ruido y no quería despertar a Vane o llamar la atención del vigilante, así que ella misma jalo una almohada hacia su rostro para ahogar sus sonidos placenteros y sus futuros gemidos ahí. Luego nuevamente sus manos buscaron que asirse del colchón… sus brazos ladeaban su cabeza cada vez más enterrada en la almohada…

Para apoyarme mejor, y a su vez someterla… tome sus muñecas y me apoye sobre ellas, con mis rodillas ladeando sus piernas y apoyadas en el colchón… estaba en una posición como manejando una de esas motos de carrera. Mili con su pequeña estatura, estaba sometida debajo de mí en una posición casi como de rana, brazos hacia arriba, piernas separadas y culo oportunamente levantado…

– Ohhh… siii… que ricooo… exclamaba ahogada entre la almohada.

Estaba meneando su delicioso culazo en mi entrepierna, gozando esa unión, por momentos relajándose y por momentos apretando sus nalgas como para comprobar si era cierto o un sueño… o solo para que su goloso trasero saboree mi verga en toda su magnitud…

Sentí que era momento de iniciar mi faena… comencé a meter y sacar lentamente mi verga… ella desesperada no me dejaba alejarme mucho… su ansioso trasero perseguía hacia atrás a mi verga, no dejando que se aleje, como si temiera que no volviera a ingresar…

Así casi sin querer, Mili fue adoptando una posición peculiar… sus caderas un poco levantadas, quebrando la espalda para recibirme… no estaba completamente echada, tampoco precisamente en 4, era una figura intermedia… con las rodillas bien fijas en el colchón como para soportar mis arremetidas…

– Ayyy que placerrr… uhmmm… suspiraba en voz baja.

Por un momento temí que se ahogara en la almohada, que parecía contener no solo sus gemidos sino también su entrecortada respiración… pero mientras siguiera arañando la cama, soportando con sus enormes nalgas levantadas, supongo que todo estaría bien…

El martilleo y rebote de mi ingle en su inflado trasero empezaba a hacer un armónico ruido, ese placentero golpeteo… pero no me importo… si nos oía Vane o si se atrevía a entrar, no vería nada que no haya visto antes… así que… que se muera de envidia esa bruja…

Cada vez nuestros movimientos eran más rápidos, producto del placer que nos causaba esa fricción, esa inesperada incursión de madrugada… cada vez mi ingle rebotaba con más fuerza en sus voluptuosas nalgas, a su vez ella empujaba con más fuerza sus caderas contra mi… esperando que la estampe mi verga con mayor dureza y profundidad… hasta que no aguantamos…

– Ohhh… Ufff… exclame casi sin aliento, con mi verga escupiendo leche en sus entrañas.

Ella se dejó desparramar sobre la cama, respirando forzadamente… había hecho un gran esfuerzo físico, me sorprendía que Mili no haya terminado acalambrada, más aun después de brincar unas horas antes sobre mi verga tras abusar de mi entre los arboles al lado de la fiesta…

Hasta que final escuche su voz más claramente, voz q no escuche bien antes entre la maraña de sus cabellos y la almohada… pero no era lo que esperaba…

– Ufff… oh my god… ufff… suspiró satisfecha.

Continuara…

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