Mi vida no podía ser mejor, habían pasado más de 8 meses desde la mudanza y unos 6 en los que Ana y yo hacíamos vida normal de pareja, estaba subido en una nube constante de alegría, Ana era todo lo que podía haber soñado, o mejor aun, no ya es que fuera una preciosidad de mujer, que lo era, ni que su forma de ser era tan bella como ella, que lo era, ni tan siquiera era que me completara y me hiciera feliz, que lo hacia, incluso el hecho de que fuera una autentica tigresa en la cama que me costaba domar a fuerza de tenerla 3 horas siendo castigada por mi enorme polla, no, es que ahora encima empezaba a disfrutar, la etapa de aprendizaje y adaptación de Ana había acabado, por ahora, me había costado trabajo, dinero, tiempo y paciencia, pero logré convertir a una mujer sexualmente inexperta, tímida, avergonzada e incomoda con su cuerpo y con el acto en si del sexo, una mujer que le daba vergüenza que la vieran besándonos juntos en su día, ahora era una loba insaciable, un femme fatale que se entregaba a mi con devoción casi militar, que no solo tomaba partido y soportaba mi vehemencia, si no que cogía la iniciativa en el sexo, que me pedía y me exigía sacar lo mejor de mi para complacerla y, cogiendo la comparativa anterior, ahora se me subía encima para calentarnos con largas sesiones de besos y caricias en sitios públicos.

Todo ello, siendo genial formar a tu propia amante desde 0, no me hacia ni la mitad de feliz que el hecho de que fuera de aquello, dejando de lado el sexo, éramos la pareja ideal, visto desde fuera debíamos dar asco de lo bien que congeniábamos, juntos o separados, Ana seguía con su candidez e inocencia innata, pero ya era resabida, no solo conmigo, si no que se hizo de ciudad, aprendió, a veces de malas maneras, que el mundo es cruel y la gran ciudad una selva de cemento peligrosa para animales indefensos y confiados, no podía seguir siendo tan buena que parecía tonta, eso en una Universitaria de un pueblo de Granada, en Madrid, se paga caro.

Como ejemplo extenso, os diré que uno de los profesores se fijo en ella, Ana me hablaba de el, de lo bien que la trataba y de cómo la prestaba mas atención aludiendo a su inteligencia superior al resto, de las veces que la llamaba a su despacho o la hacia quedarse después de clases a charlar con ella, la forma en que Ana me lo contaba era tan dulce y amistosa que no le di importancia hasta que un día para darla una sorpresa fui a la Universidad antes de hora a buscarla, como tardaba en salir entre a preguntar por ella y la encontré charlando de pie con aquel profesor, me había enseñado fotos juntos y le reconocía, me acerqué tranquilo pensado que estarían hablando de cualquier cosa relativa a los estudios, pero según me iba acercando mi detector de problemas se encendió, no era por Ana, estaba sonriendo y charlando amigablemente de espaldas a las taquillas con unos libros abrazados en el pecho, jugueteando con mi gargantilla y cruzada de piernas. Era la pose de el, aparte de ser un hombre de unos 35 años, bastante apuesto, alto y bien arreglado, fueron las posturas las que me recordaron algo, estaba apoyado en las taquillas con el brazo ligeramente por encima de Ana, y con una mano en el bolsillo, la postura me sonaba, Eli me explico en su ida en mis entrenamientos con ella, que el lenguaje corporal del hombre es mil veces mas sencillo que el de la mujer, estaba oxidado, pero recordaba las lecciones, el lenguaje inconsciente del cuerpo, como Ana, al cruzarse de piernas indica que no esta dispuesta o que no le gusta o quiere lo que se le propone, con los libros como barrera natural y cogiendo nuestro amuleto de amor entre los dedos, no podía ser mas elocuente y contundente en su negativa, aun siendo inconsciente. Mientras que la pose de un hombre al acecho suele ser esa, pegarse lo mas posible y cubrirla o rodearla con los brazos para hacerla sentir segura, dejando que el torso se acerqué lo suficiente para dejar que la colonia haga su efecto, y la mano en el bolsillo del pantalón es una simple flecha, le indica donde mirar a su presa. Ese tío iba detrás de Ana, no necesitaba mas para saberlo, hasta llegó a apretarla de un brazo y quitarle un pelo del hombro, pero me quise cerciorar. Si estaba siendo cortés o solo estaba siendo amable, en cuanto me viera y me presentara, el tío me saludaría cordial sin mas, sin cambiar la pose, o sin sobresaltos, así que me acerqué despacio para que Ana me viera antes que el, justo cuando estaba llegando, la mirada de Ana se iluminó ante la sorpresa, obligando al profesor a mirarme sin cambiar la pose, al verme echó su cabeza algo hacia atrás, lo habitual cuando la gente veía mi corpulencia, pero sin variar la pose.

-ANA: ¡¡¡hola amor!!! ¿Que haces aquí? – no la di tiempo a que se moviera y la di un suave beso.

-YO: nada, quería darte una sorpresa, así te recojo y nos vamos a tomar algo.- el profesor dio un salto y se cuadró como un hombre del ejercito ante su general, su cuerpo se tensaba.

-ANA: ah, este el profesor del que te hable, Pablo, este es mi novio, Raúl.- la pobre era tan educada y buena que no se percató de lo que sucedía, lancé mi mano firme para saludarle y el respondió cortésmente con un fuerte apretón de manos saludado.

-PABLO: ah hola, encantado, me han hablado muy bien de ti.- me miró a los ojos y de la forma en que nos miramos los tíos, supo que me había dado cuenta. Apreté mi mano con fuerza como me gustaba hacer, pero esta vez era una demostración de fuerza animal para dejar claras las cosas, el era alto, pero yo más.

-YO: pues no se quien – hice la broma pera destentar la situación un poco, o para que no se notara tanto, mientras rodeaba a Ana con mi brazo, rieron, Ana de broma, conociéndome, el siguiendo la farsa que los 2 sabíamos que era.

-ANA: pues nada, Pablo, mañana hablamos de lo del fin de semana.

-PABLO: esto…si claro, piénsalo, puede ser importante para ti.- por fin solté su mano, y sin mirar a Ana se despidió saliendo casi huyendo de allí, Ana se me abrazó y me dio otro tierno beso, pero notó que mi mirada se clavó en la espalda de aquel hombre.

-ANA: ¿que te pasa?

-YO: nada, es solo que……… bah da igual, ¿vamos?

-ANA: vale- sonrió de nuevo con su inocencia intacta y se agarró de mi brazo, casi presumiendo de compañía por el pasillo hasta la salida.

Como ya apretaba el calor, y la gasolina esta cara, fui con la scooter, y nos llevé a un parque con una heladería que a ella le encantaba, para echar allí unas horas tirados en el césped, quería ser como siempre, pero si cuando soy feliz me gusta extrapolarlo físicamente, cuando algo me preocupa se me nota en la cara.

-ANA: amor, ¿que te pasa? estas muy raro.

-YO: nada, es solo que……….me he fijado en algo y no me ha gustado.- se quedó petrificada, era la 1º vez que me veía así, y que la comentaba algo que no me había gustado, si, de forma casi imposible, la relación había sido así de idílica.

-ANA: dime.

-YO: veras, no quiero que pienses mal ni nada, pero ese profesor, Pablo, me parece que te tiene enfilada.- se quedó tan quieta como estaba.

-ANA: ¿Pablo?, que va hombre, ¿como piensas eso?

-YO: por como os he visto en el pasillo, mas bien como le he visto a el.

-ANA: no seas bobo, es solo un profesor que le caigo bien.- mi cara era tal que se percató de que iba en serio, se sentó mas cerca de mi, me agarró la cara y me hizo mirarla a los ojos.- me crees ¿verdad?, yo no te haría eso- la sujeté una mano suavizando mi mirada

-YO: no es por ti peque, pero eres demasiado buena, su pose y como se ha puesto al verme y decirle que era tu novio, ese tío va detrás de ti.

-ANA: pero no te pongas celoso, es solo que se ha sorprendido al verte, si es que eres muy grande jajaja solo me deja ayudarle con trabajos y exposiciones- quería rebajar la tensión con su dulzura, me dio un beso tierno que no respondí.

-YO: no son celos…..o si, pero no son imaginaciones mías- esta vez fui yo quien la sujetó la barbilla para mirarla a los ojos firmemente- sabes que te quiero, y que no haría nada en tu perjuicio, no es que quiera que no estés cerca de el y por eso quiera estropear tu posición en la Universidad, hasta ahora no me ha importado, ya lo sabes, pero hazme caso, en cuanto le he visto, lo he sabido, créeme, soy tío y sabes que tengo mas en la cabeza que pájaros, se de lo que hablo.

-ANA: esta bien, te creo, pero aunque fuera cierto, no pasara nada, yo te quiero a ti, confía en mi.

-YO: lo hago, de quien no me fío es de Pablo, veras, ¿que es eso del fin de semana?- me miró riendo ansiosa por contarmelo, pero luego dándose cuenta de algo.

-ANA: bueno, en principio……… me pidió que le ayudara con una tesis que estaba haciendo, y como la quiere acabar antes de los exámenes, me pidió que le ayudara este fin de semana.- sus ojos y gestos denotaban cierta tristeza, se había dado cuenta de algo gracias a mis palabras, pero no lo quería admitir.

-YO: y déjame adivinar, será en su casa………- Ana asintió echándose las manos a la cara.

-ANA: si, de hecho me quiere invitar a cenar y asi trabajar hasta tarde, dios, ¿no creerás que………? no, no me lo creo.

-YO: mira, ni tu ni yo somos tontos, el tío lleva semanas trabajándote hasta que te ha convencido que te necesita, y quiere que le ayudes por que sin ti no puede acavar una tesis quedando en su casa, para quedarte a cenar y trabajar hasta tarde……….es de guión de película de serie b.

-ANA: joder, pero no puede ser, me ha enseñado su trabajo, le he ayudado, me ha hecho caso en mis ideas, es demasiado elaborado como para que sea una trampa.

-YO: no lo se, tu eres mas inteligente que yo, quizá lo tenga preparado o quizá sean imaginaciones mías, no lo se, solo quiero que sepas que ese tío me da mala espina, si alguien es capaz de reconocer a un cazador, es otro cazador.

-ANA: ¿y que hago?, he trabajado duro en su tesis, si sale a la luz me ha dicho que la publicara con mi nombre como junto al suyo, es una buena oportunidad de hacerme un nombre.

-YO: por eso no quiero que pierdas la oportunidad, pero ese tal Pablo se quiere meter entre tus piernas, y no me gusta.

La tardé paso algo mas animada, ahora que estaba hablado, olvidé un poco el tema con la promesa de que Ana tendría cuidado y preguntaría por ahí sobre Pablo.(Aquí hago un inciso, es lo mas difícil del mundo, pero en estos momentos aprendí, aunque no asimilé, la base de una relaciono sana entre pareja, los hombres se hartan de decir que las mujeres son complicadas y no las entendemos, las mujeres que somos simples y brutos, en el fondo, lo que pasa es que no se habla, se quiere que el otro adiviné lo que quieres, y eso es un fallo de base, una mujer se enfada contigo y no sabes por que, al preguntarle solo estas afirmando que no has entendido la ofensa y en vez de tratar de averiguarlo por ti mismo y solucionarlo, demostrando que la importas, vas y se lo preguntas como un tonto, eso las cabrea aun mas, o el cambio, un hombre quiere algo y lo dice o hace sin mas, dando por sentado que a ella también le gustará sin preguntar, cosas así. La confianza puede ser muy traicionera en una pareja, no siempre vas a saber que quiere el otro si no lo preguntas y no siempre van a darte justo lo que necesitas sin decirlo, por lo tanto solo queda hablar del tema, entender y ponerte en los pies del otro, pero sin adivinaciones, eso es imposible y jugártela siempre a que conoces a alguien mejor que ella misma, en este caso me viene a la cabeza por que Ana quería seguir con su tesis pese a mis insinuaciones, y yo no quería que ella siguiera pese a saber que era lo que ella quería, solo dios sabe que hubiera pasado si no lo hablamos.)

Los días pasaron y Ana me comentó que Pablo tenia cierta fama en la Universidad, las nuevas amigas y Alicia la ayudaron a descubrir que varias alumnas con el paso de los años habían tenido sus líos con el, o eso se rumoreaba, llegaron a contactar con una mujer ya de unos 24 años que les dijo que le había denunciado por acoso e intento de violación, pero que al final entre el juez y la Universidad enterraron aquello como un malentendido. Ana se mostraba retraída, no quería comentármelo, pero no tenia mas remedio, estaba empezando a preocuparse, y yo ni os quiero contar, no se lo ordené por que no podía, pero le dejé claro que ni loco la iba a dejar meterse en la casa de aquel tipo, ella le exculpaba diciendo que solo eran rumores, que otros profesores los tenían igual y que no me preocupara tanto, pero veía como sus ojos no estaban tan convencidos, la pobre estaba tan ilusionada con aquella tesis y con las promesas de recomendaciones y grandes trabajos que le podían suponer en un futuro, que no quería ver nada mas. Llegó el viernes y la fui a recoger, quería hablar con ella, al salir me vio y se acercó segura pero preocupada, no se le notaba pero iba vestida de la forma menos sexi que podía, con unos pantalones anchos, un blusa de lana gorda que el cubría desde el cuello hasta las piernas, y unas botas planas, no era su forma de vestir habitual, no quería provocar nada.

-YO: hola amor, ¿como vas?- me abrazó y me besó saludándome, me di cuenta de que ni olía a coco, su cuerpo, su pelo, todo, estaba casi estudiado para no generar reacción sexual alguna.

-ANA: bien, preparada para esa tesis jejeje, tengo 1 hora para comer, quiere tenerlo todo preparado en casa para cuando llegue, ¿que haces por aquí?, ya te dije que iría en bus a casa de Pablo.

-YO. Por que ni loco te voy a dejar ir sola, te llevó.- me dedico una de sus amplias sonrisas y me besó de nuevo.

Creyendo que era un gesto de aceptación y de confianza hacia ella, y lo era, no quería estropear una oportunidad única ni que pensara que no confiaba en ella, pero mi 1º objetivo era saber donde vivía ese tío, me dio una dirección y allí fuimos, aparqué en la calle comiendo algo en un bar cercano, y me quedé charlando con Ana antes de que subiera, la regalé un bolígrafo y todo para que lo tuviera a mano.

-ANA: eres un sol, gracias por entenderme.

-YO: confío en ti, eso es todo, ¿cuando acabareis? Así te llevo a casa- me besó de nuevo feliz como una princesa.

-ANA: pues puedes pasar a recogerme luego, ¿te llamo para que vengas? Es que no se a que hora será, lo mismo me vuelvo en bus.

-YO: tranquila, no hará falta, me voy a quedar aquí.- me miró sorprendida.

-ANA: pero que dices bobo, si son las 4 de la tarde, lo mismo salgo a la 1 o 2 de la mañana.

-YO: pues las voy a pasar aquí.- mis palabras no eran sugerencias ni ideas, eran aclaraciones.

-ANA: que no va a pasar nada……….- ni la dejé terminar.

-YO: exacto, ya me encargaré yo de que no pase nada, tu dime el piso, subes y trabajas, de vez en cuando me mandas un mensaje diciéndome que todo va bien y listo, cuando acabes te llevo a casa.

-ANA: pero no vas a estar aquí 5, 6 o 10 horas sin que al final pase nada.

-YO: lo que no va a ocurrir es que pase algo y no este aquí, si se le ocurre cualquier cosa, te vas, te disculpas por que te encuentras mal y sales de allí.

-ANA: vale, es el piso 5º B, pero me da cosa que te quedes aquí solo….- ponía sus morritos de cría de 6 años.

-YO: por mi no te preocupes, así que ve subiendo y dale recuerdos de mi parte.- trató de convencerme, pero no había argumento posible.

La di la vuelta y la di un azote para que fuera andando, su mirada era de pesadumbre por mi, por que estaba convencida de que iba a ser una perdida de tiempo que estuviera allí, hasta yo pensé que podía serlo, pero era demasiado lo que me jugaba si acertaba, valía la pena estar el resto de mi vida en esa calle, solo para asegurarme que Ana estaba bien. La 1º hora paso sin noticias, luego Ana me mandó un mensaje tranquilizador, estaban trabajando en la tesis, muy ilusionada, con caritas sonrientes y de mas, al igual que las siguientes 3 horas, de vez en cuando me mandaba un mensaje de las mismas características, pidiéndome que me fuera a casa a descansar, empecé a pensar que me había equivocado con aquel tío, ¿estaba oxidado o serian celos quizá?, pero estaba firme en mi posición, aunque no pasara nada, iba a estar allí, prefería quedar como un autentico imbécil tarado antes de que pasara nada. Por suerte, o pura estadística, había una tienda de chinos, de alimentación, refrescos y patatas, cosas así, de vez en cuando iba al bar a mear y charlaba con alguien por teléfono sentado en el bordillo de la acera. Se fue acercando la hora de cenar, y pasaron unas 2 horas sin noticias, al final me mandó un mensaje, diciendo que estaban muy concentrados y que Pablo estaba encantado con ella, que la tesis se escribía sola y que iban a tomarse un descanso para cenar, iban a pedir pizza, eso me dio una idea, esperé a que llegara el repartidor y al abrir la puerta me colé en el portal, con un papel de propaganda, que doblé 5 veces, lo puse en el marco de la puerta en la cerradura, de forma que la puerta no se cerraba del todo, era un ligero truco que me enseñó mi padre, me sentía como un espía y repasaba en mi cabeza cada escenario posible, imaginando peleas al estilo asiático y todo, mi imaginación y el aburrimiento durante horas hacia su mundo aparte, y ahora me sentía mas seguro sabiendo que tenia acceso a la casa, Pablo sabia donde vivía, pero no subí, me salí a seguir trasteando con un brick pequeño de batido de chocolate vacío, que se había convertido en mi mejor amigo en la espera.

Al poco, Ana me mandaba mensajes muy seguidos, paso de picarme por lo rica que estaba al pizza, pasando por decir que Pablo no paraba de llenarla la copa de vino, y de beber, hasta que me tensó con un mensaje diciendo que estaba empezando a ponerse nerviosa por que Pablo le quería quitar el móvil y estaba muy sobón con la bebida. Estaba nervioso, dando vueltas en la calle, mandándola mensajes sobre si estaba bien o que ocurría, pero no contestaba, eso era lo peor que podía pasarme, estuve a nada varias veces de subir pero podía meter la pata, por fin recibí un mensaje de Ana, “sube0”, no hacia falta mas para ponerme a correr, sumándole, Ana era impecable a la hora de escribir, incluso en los mensajes, ese 0 mal puesto, la 1º sin mayúsculas y que no terminara con un punto……….. no había tenido tiempo y calma para escribirlo. Os podéis imaginar mi reacción, avasallé el portal con el hombro sabiendo del papel de la cerradura, y estoy seguro de que aunque hubiera estado cerrada no me hubiera detenido, el golpe que dio contra la pared fue bestial, ni miré el ascensor, subí por las escaleras de 4 en 4, acelerando el ritmo al oír y ver algo de jaleo por encima de mi, pasado por el 3º reconocí la voz de Ana pidiendo que la soltara, el ultimo piso lo subí casi sin tocar las escaleras, dispuesto a echar la puerta abajo, me hubiera dado igual que fuera reforzada o blindada, hubiera hecho un agujero en la pared a cabezazos, por suerte antes de llegar vi a Ana en el rellano con la puerta del piso abierta, tratando de soltarse de Pablo que la tenia agarrada de un brazo.

-ANA: ¡¡suéltame Pablo, por favor!! ¡¡Me tengo que ir!!.

-PABLO: no seas así, lo siento, no quería ofenderte, no te vayas enfadada, pasa y………..- no le di tiempo a mas, me vio de refilón y su mirada al verme subir los últimos 5 escalones de un salto fue de horror, aquella mole iba a por el, y lo sabia, soltó a Ana pero no evitó que mi puño en caída le reventara la cara con tal fuerza por mi inercia e ira, que se estampó contra la pared , haciéndole rebotar, cayendo de espaldas en el marco de la puerta abierta de su casa.

-YO: ¡¡¡que haces maldito carbón!!!- me fui a por el en el suelo, le agarré de la camiseta dispuesto a matarlo, pero me pararon varias cosas.

La 1º fue mi educación en artes marciales, pegar a un tío en el suelo era de cobardes, la 2º era que Pablo estaba inconsciente ya, sangrando por una brecha en la ceja, la 3º fue que Ana me sujetó del brazo tirando de mi, todo ello, y quizá algo de conciencia me llevó a rebajar mi enfado poco a poco, aquel mierda no sabia la suerte que tenia de haberse desmayado a la primera, de hecho creo que, ahora, visto con el tiempo, el que tuve suerte fui yo, si no, lo mismo os estaría escribiendo esto desde la cárcel, si me llega a responder mal o a intentar devolver algún golpe no se que hubiera pasado.

-ANA: ya esta, déjalo, vámonos – la pobre sollozaba, queriendo contenerme, mas asustada y nerviosa de lo que parecia. Tragué saliba y con ella recuperé mi cordura.

-YO: ¿tienes tus cosas?

-ANA: si, todo, vámonos.- imploraba.

-YO: ¿y el bolígrafo que te he dado?

-ANA: esta dentro, déjalo, da igual, vámonos por favor.- solté el cuerpo semi inerte de Pablo, sujeté a Ana por los brazos acariciando su pelo, dejándola ver que ya habia pasado, que ya no era un volcán a punto de estallar, tranquilizándola.

-YO: entra y cógelo.- asintió secándose unas lágrimas que me dolían en el alma.

Me quedé mirando como Pablo volvía un poco en si, debatiéndome, entre querer rematarlo y alegrarme por que se movía y no lo había matado, Ana salió del piso enseñándome el bolígrafo y cogiéndome de la mano tiró de mi para bajar las escaleras, al llegar abajo, a la calle, quiso salir corriendo de allí, pero la abracé y la dejé que se tranquilizara, rompió a llorar desgarrándome por dentro, pero poco a poco mis fuertes latidos y mi respiración se calmaron, y su cabeza pegada a mi pecho fue asimilando y copiando aquello, hasta que normalizó y dejó de llorar.

-ANA: vámonos, por dios, no quiero seguir aquí, soy estúpida y tonta, soy una imbécil, mira que me lo dijiste, pero no, tengo que ser la tonta que todo se lo cree.

-YO: tranquila, no pasa nada, no has hecho nada malo, la culpa es de el, no tuya.

-ANA: no, es mía, no tenia que haberle creído, me lo dijiste.

-YO: tu tranquila, deja que me ocupe de todo, tu solo respira y sigue mi ritmo, respira profundo y suelta el aire, venga, conmigo, 1 y 2, 1 y 2- se fue calmando poco a poco, cuando se estabilizó, cogí el móvil, y llame a la policía.

-ANA: ¿que haces?

-YO: voy a denunciar y hacer que arresten a ese desgraciado.- casi echa a llorar de nuevo.

-ANA: no por dios, no hagas eso, se enteraran en la Universidad.

-YO: Ana, ese tío ha intentado forzarte o acostarse contigo, es tu profesor y no puede hacer eso, a saber con cuantas lo ha intentado ya, no volverá a pasar.- intentó convencerme pero de nuevo, no había opciones.

Hablé con la policía, era necesario, tenían que ser así, la 1º versión es la que cuenta y no dejaría que fuera la de el o la de algún vecino diciendo que yo agredí antes, al llegar, les explicamos lo ocurrido a la policía, nos tomaron declaración y subieron a buscar a Pablo, tuvieron que llamar a una ambulancia, seguía en el rellano sangrando, arrastrándose desorientado, paso 1 hora hasta que pudieron hablar con el después de que los médicos le atendieran y le bajaran a la ambulancia, le tuvieron que dar 9 puntos en la ceja, tenia una ligera contusión en el pómulo y un golpe en la cabeza del rebote en la pared, no se que les dijo pero volvieron, diciendo que me acusaba de haberle agredido sin motivo por celos, era su palabra contra la nuestra y el era un profesor reputado y nosotros 2 críos, casi me acusaban y me querían llevar a interrogar a comisaria. Pero era perro viejo, tenia 19 años pero no era ningún tonto, le pedí a Ana el bolígrafo, sollozaba viendo que podía salir mal todo aquello para nosotros, me lo dio, lo abrí y saque de dentro una grabadora espía, lo había comprado hacia unos días, con mas de 12 horas de grabación, lo activé antes de dárselo a Ana para que subiera, era la leche, solo si lo girabas de cierta manera se descubría y hacia copia automática en un pc que enlazaras, hasta escribía de verdad. Rebobiné unos minutos, y se lo puse a la policía, que lo escuchó durante media hora, delante de nosotros, Ana me miró entre sorprendida, agradecida y furiosa. Se oía perfectamente como Pablo iba pasándose y Ana le rechazaba, queriendo volver al trabajo, pero Pablo insistía pese a que Ana le decía que tenía novio y que dejara de tontear, en un momento, el vino de la comida entró en acción, Pablo la decía que le daba igual y que si estaba allí era por que era una golfa, afectado por el alcohol, decía que sabia que Ana en realidad quería liarse con el, que no podía ser tan tonta de creer que la tesis era real, era un copia pega de sus alumnos del año pasado, que un gran profesor como el no necesitaría la ayuda de una niñata de 1º año tan guapa como ella, Ana comenzó a llorar en mis brazos, rememorando aquello. Se oyó en la cinta como se echaba encima de Ana y esta le daba un bofetón queriendo salir de la casa, oyéndose como forcejeaban, con Ana gritando mi nombre con miedo, oír el proceso y los gimoteos de Ana, que me abrazaba fuerte, me iba cabreando mas, cuando le vi que salía de la ambulancia, sonriente charlando con un medico, me fui a por el de cabeza, dispuesto a matarlo sin piedad esta vez, me tuvieron que parar, a duras penas, entre 4 policías, ni ver como arrestaban a Pablo me tranquilizó, no le gritaba, no hacia movimientos bruscos, no amenazaba, solo le miraba a la cara con odio puro, no era un numero, quería su puta cabeza para desayunar, y la cara de Pablo demostraba que lo sabia. Solo ver a Ana pidiéndome calma entre tanto policía, tapada con una manta, con su cara abrumada y sus dulces ojos llenos de tristeza, me devolvió a mi ser, de nuevo me vi como en el ascensor en la mudanza, siendo la bestia que solo ella podía calmar.

Al final, nos fuimos a casa, le pedí a Alicia que cuidara de Ana unos días, para alejarla de todo aquello, estaba tan tensa y asustada que no pude ni tocarla en 1 semana, mientras que con el Padre de Teo, que era abogado, nos ayudó a tramitar la denuncia, quisimos ir a juicio, montar un escándalo que saliera en las noticias, pero de nuevo la Universidad medio con el juez, no se llegó a juicio, logramos que echaran a Pablo, o como lo llamaron “rescisión de contrato de mutuo acuerdo”, ocultando a la luz publica todo, incluyendo que lo inhabilitaron para la enseñanza, quedó con antecedentes de por vida y unas horas de trabajos sociales, ¿justicia?, eso fue una broma, justicia hubiera sido que me dejaran a solas con el 5 minutos en una habitación sin ventanas. A mi pobre ángel, Ana, le gustó más esa resolución, pese a los rumores, una vez mas, todo quedó en eso y así Ana pudo seguir con su vida en la Universidad sin verse señalada.

Se que no tiene nada que ver con un relato erótico, pero es una experiencia vital para entender el cambio de mentalidad de Ana, mas que un ejemplo, fue la lanzadera del cambio en algunas cosas del carácter de Ana, desde ese día se volvió mas espabilada y lista, era infinitamente mas inteligente que yo, pero se dio cuenta de que en la escuela de la calle, yo la sacaba mucha ventaja, una cosa es ser listo y otra inteligente, y ella aprendió a ser ambas cosas, seguía siendo dulce y cariñosa, pero ese punto de candidez que rozaba la estupidez, desapareció, no se lo podía permitir en una gran ciudad siendo tan bella. Ahora toreaba a los tíos que la entraban, se percató de que muchos de sus nuevos amigos iban detrás de ella, incluso mal metiendo contra mi, yo la daba algunas indicaciones básicas, ahora le parecía increíble no darse cuenta de determinados roces o conversaciones con ellos, somos hombres, se nos nota rápido cuando una mujer nos atrae, sobretodo si esta ya no piensa que todos los tíos somos así de buenos y amables sin esperar nada a cambio. La transformación real fue con sus nuevas amigas, había hecho muchas, pero a la hora de la verdad, cuando surgió lo de Pablo, muchas le dieron la espalda, o hasta se pusieron en su contra con los rumores, Ana se podía convertir en una abeja reina, tenia el físico y la inteligencia para ello, y el resto de abejas no lo podían permitir, se tuvo que hacer mas fuerte, mas contundente en sus respuestas, o al menos ahora las respondía. O de otras muchas que la metían en el grupo de turno solo para usarla de mascota social, ese enjambre que es una Universidad, lleno de chavales que se creen el centro del mundo. A mis ojos ese cambio fue bueno, ahora era capaz de defenderse sola en la cruda realidad, te puede gustar ser el caballero blanco de una dama en apuros, pero tener a tu lado a una mujer fuerte y segura no tiene comparación. Su grupo de amigos se redujo bastante, pero eran de verdad.

Empecemos con el sexo.

Según fue pasando el final del curso, Ana y yo nos volvimos unos amantes de 1º nivel, verla vestida de primavera y verano era un provocación constante, faldas, mini faldas, shorts, blusas vaporosas, tirantes de top ceñido, hombros o espalda o vientre, al aire, o todo a la vez. Siendo de Granada no lo pasaba tan mal con el calor que iba ganando terreno al frío, y se fue haciendo a la moda de Madrid, esa tan bella en que cuanto mas enseñes, sin parecer una puta barata, mas mona vas. Eso provocaba que salir con ella fuera un tormento, podía estar 2 horas follándomela sin parar a gran velocidad, ducharnos, salir a pasear y de ver como iba vestida, las caricias y los roces, ir empalmado toda la puta tarde, llegar a casa y volver a tirármela sin compasión alguna, ya apenas jugaba con la pobre Lara, que se vio obligada a pendonear con varios tíos y desistir de mi, no tenia tiempo material para ella, pero no le resultaba difícil con aquellas tetas que ahora sabia aprovechar tan bien, incluso creo que se lió con Manu, el otro compañero de piso, pero era tan reservado en sus cosas que no lo tengo claro.

Eso si, podría pasarme 1, 2 o 3 capítulos contando como Ana evolucionó hasta convertirse en mi nueva Leona, fue mejorando a pasos agigantados, el ritual era el mismo casi siempre, sexo oral hasta que me corriera y se tragara mi semen, eso era inamovible, a veces yo le correspondía con masturbaciones o comidas de coño, a la vez o posteriormente, pero en cuanto sentía mi simiente en su garganta, pasaba a montarme, la dejaba llevar las riendas hasta que no aguantaba mas, y cada vez era antes, ella disfrutaba al ver como su forma de moverse me excitaba tanto como para no poder sujetarme mas, tomando el mando, allí ella ya no solo soportaba, respondía a mis acometidas como bien podía, y cada vez era mas tiempo. Sus caderas se movían sin parar, no solo recibía, actuaba en consecuencia, daba igual cuantas veces se corriera y cuantas veces me bañara, gritaba alguna obscenidad y seguía pidiendo mas. Probábamos todas las posturas posibles, tumbados, de pie, sentados o en el suelo, la que mas me gustaba era dejándola contra la pared colgada en el aire por mis brazos y amartillarla de cara, mientras me rodeaba con los las piernas, hasta que me corría por 2º vez, normalmente era mas o menos hora y media, dependiendo de cómo Ana reaccionara o se comportara. Si ya estabamos satisfechos, parábamos allí, pero Ana quería mas, con el paso de las semanas su capacidad aumentaba, y yo no podía negarme, de vez en cuando pedía un 3º round, ya se encargaba ella de ponérmela dura de nuevo, entonces era cuando sus ojos brillaban de lujuria, se tumbaba de lado, como cuando dormíamos, me colocaba detrás y le penetraba lentamente desde esa poción, agarrándola fuertemente, y masacrándola lo mejor que sabia, era en este punto en el que ella, poseída por el ritmo frenético de mi falo en su coño incidiendo directamente en su punto G, abriéndola por la mitad, me pedía que sacara a la bestia, la había hablado de ella, y de Zeus pero el no importaba, estaba bien oculto, solo la bestia, clamaba entre gritos y gimoteos que la llamara, y aunque me daba miedo, si quería seguir “entrenándola”, debía acudir a ella, sus ansias por avanzar, y las mías de comprobar hasta donde podíamos llegar, me exigían invocarla.

Con sus nuevas habilidades disfrutamos del inicio del verano y del fin de la Universidad, Ana había sacado la 3º mejor nota de su promoción, le costó dejarme de lado las ultimas semanas por los exámenes, lo celebramos sin salir de la habitación durante una semana, me la había pedido de vacaciones en el trabajo para salir de Madrid con ella e ir a la playa o algo, pero fue acabar las clases, llegar a casa y le dieron por el culo a todo, disfrutamos como gorrinos en barro cada segundo de esa semana, hicimos lo que nos dio la gana el uno con el otro, apenas salimos a beber o comer algo, algunas horas nos quedamos tumbados de cara mirándonos sonriendo, sin tocarnos ni hablar, solo gozando del momento, o que pasáramos 10 horas durmiendo, descansando sin mas, para luego volver a follar durante horas. En uno de esos días, no recuerdo muy bien cual la verdad, nos pasamos de la raya, normalmente cuando Ana pedía el 3º round, eso la mataba durante al menos una hora, no podía ni moverse entre espasmos y temblores, pero esa semana fue un curso acelerado, y ese día según terminamos la 3º ronda, fue Ana la que me saco el semen a mi, y no yo matándola, sus caderas fueron las que hicieron la fuerza, no se si estaba cansado o que ella había mejorado tanto que podía hacerlo, pero cuando eyaculé, ella quedó a medias de su ronda de orgasmos, masturbándose de forma desenfrenada en pleno acto por que no podía seguir percudiendo, se volvía grosera en ese estado de excitación.

-ANA: no me vas a dejar así, ¿no?

-YO: joder Ana, no puedo mas, me acabo de correr, dame un rato.

-ANA: carbón, yo estoy caliente ahora.

-YO: anda, ponte encima y te como tu precioso coño.

-ANA: no, quiero que me folles, esto no se me pasa con unos lengüetazos, necesito tu polla partiéndome por dentro.- se giró echándoseme encima masturbándome mientras su boca se mezclaba con la mía y su lengua, ahora experta, me hacia repasar su cuerpo ardiente con mis manos.

-YO: ya seria la 4º seguida, no puedo mas.- mi cuerpo me traicionaba, mi verga se ponía dura de nuevo ante sus caricias.

-ANA: si puedes, si ……ya sabes…traes a tu amigo.

-YO: ¿quien?, ¿Zeus y la bestia?- sonrió juguetona asintiendo mientras mordisqueaba mi mentón- no, no puedo, no contigo, no hasta que sepa que estas preparada.

-ANA: ¿y que mas preparada puedo estar? Estoy encima tuya, ardiente de deseo, poniéndotela dura y pidiéndote que me abras el coño por 3 vez y saques al animal que se que llevas meses enjaulando, no es un calentón, estoy preparada.- su mirada era segura, pero mi pánico, al conocerme, era mayor.

-YO: no lo se, quizá sea así, pero una cosa es que ahora puedas y otra que cuando empiece seas capaz de acabarlo, si los saco de su agujero no pararé, te quiero con locura, pero aunque te vea llorando y gritando que pare, aunque te desvanezcas, Zeus no tiene compasión, y seria la 4º corrida, puedo estar casi 2 horas con la bestia, o al menos podía antes, no eres capaz de aguantar eso.- mis palabras mas que argumentos en contra, lo eran a favor, de hecho Ana ya se había empalado con mi barra candente que estaba ya a reventar, y me estaba follando casi sin mi permiso.

-ANA: solo hay una forma de saberlo- sus giros de caderas me estaban llevando al cielo, con su larga cabellera húmeda del sudor cayendo por uno de sus hombros.- quizá conmigo si seas capaz de pararte.

-YO: no, para, no con Zeus, no hay piedad.

-ANA: ¿y si solo sacas a la bestia, y no a Zeus?- me asombraba, no tanto ya, que su conversación fuera tan lógica teniendo en cuenta que se estaba follando una polla enorme tan tranquilamente.

Pero sus palabras me abrieron los ojos, siempre que había sacado a la bestia, fue por que Zeus lo demandaba, estaba en plena vorágine depravaba por aquel entonces, y encerrando a Zeus, pensé que la bestia se iba con el, pero nunca me había planteado, ¿y si Raúl, y no Zeus, era quien la traía? ¿Podía acaso? ¿Solo era una 7º velocidad que cualquiera podía meter? ¿o solo la arrogancia y violencia de Zeus podía elevarme hasta ese nivel?, eran dudas importantes, por que Ana ya se estaba corriendo sobre mi, pero seguía siendo empalada de forma criminal por ella misma y llegaba al punto de tomar yo el control y si eso pasaba sin tenerlo claro, podía arruinar todo lo trabajado con Ana.

-YO: esta bien, pero júrame que no cambiará nada si no soy capaz de parar.

-ANA: te lo juro, pero destrózame de una vez, carbón de mierda.- se recostó sobre mí besándome de forma ofensiva, casi provocándome con sus movimientos pélvicos, era una acusación a mi hombría.

Fue como activar un motor a reacción, agarré de sus nalgas separándolas bien y fijándola en la posición, planté los pies con firmeza y comencé a ser yo quien la penetraba, lentamente, sacándola entera y metiéndola de nuevo, cada vez era mas rápido, poco a poco volvió a un estado de excitación que la provocó algún orgasmo leve, la espera la estaba matando mas que si hubiera empezado de golpe, pero no tardó en notar la diferencia a los 5 minutos. Ya no era fácil verla con los ojos abiertos por sorpresa, estaba muy bien acostumbrada ya a mi polla y mis ritmos rápidos, pero irregulares, ahora estaba siendo la bestia, claramente, o volviendo a serla. Como os dije, la bestia no es nada misterioso, no es que ahora se la metiera mas, no era posible, ni que la abriera mas el coño, otro imposible , era el ritmo, ese que pones cuando te pones a 100 con tu pareja, que algunos aguantan 1, 2 o 5 minutos, yo ya iba por 10, a esa velocidad no aprecias los matices, solo veía a Ana moverse incomoda, buscando apoyos en mi pecho, la cama o la pared, sin encontrar consuelo, con orgasmos intensos cada minuto que terminaban en fuente, normalmente ella cuando se venia de esa forma, salía de mi y cuando se le pasaba se volvía a meter mi polla, pero la bestia no daba esa opción, seguí masacrándola hasta que sus ojos se pusieron en blanco y se desvaneció encima mía a los 15 minutos de haber comenzado con la bestia en serio, solo balbuceaba algunas palabras sueltas mientras movía los brazos de forma incoherente, tenia que parar aquello, el problema es que no era capaz, mi mente lo pedía, exigía y ordenaba, pero mi pelvis iba en automático. Tardé como 1 minuto mas en pausar un poco, el tsunami de sensaciones al recobrar a aquel animal salvaje e indómito, me obligaba a seguir, pero no hay mayor fuerza que el amor, fugazmente se me paso por la cabeza la imagen de Madamme, aquella diosa de las calles experta en pollas grandes en sus mejores épocas de puta de lujo, que apenas probó 30 minutos de aquello, y se convirtió en mi esclava particular, Ana en 15 minutos ya estaba ida y si seguía podía ocurrir lo mismo, y no lo queria. Así que la saqué de Ana en uno de los gestos, haciendo brotar un manantial del interior, semen, fluidos y hasta puede que orina, soltó varios chorros largos, y alguno mas corto hasta que su cadera dejo de palpitar, mientras mi polla seguía moviéndose masturbándose con los muslos de Ana, tenia que correrme o corría serio peligro de volver a penetrarla, todo mi ser me lo exigía, pero apretando mi polla entre sus nalgas haciendo presión con mis manos me hice una paja follándome la raja de su trasero, no era la bestia pero si con un ritmo que me saco la 4º corrida a los 10 minutos, en los que Ana había vuelto un poco en si y hasta me besaba. Me vine de tal forma que los chorros de semen salían despedidos al aire y cían en las nalgas y los riñones de ella.

Yo sonreía de forma tonta, había ganado la batalla a la bestia, a duras penas, si, pero había logrado no seguir matando el cuerpo inerte de Ana, Zeus lo hubiera hecho, y ahora estaría de camino al 5º, y el muy animal seguramente aprovechando su inconsciencia la estrenaría el ano ahora que no podía negarse. Pero yo no, y pese a ser difícil había demostrado que podía con ella. Ana estaba recuperándose sin poder levantarse de mi pecho, al soltarla las nalgas y dejar su cuerpo suelto es cuando aprecié que temblaba como una hoja, pero reía y jugaba con mi barbilla, y se agarraba de forma casi hipnótica la gargantilla que le regalé, como si fuera una cadena que le ataba a la realidad, seguía siendo ella, me tranquilizó, la desmonté suavemente dejándola tumbada de cara a mi, durante un rato, hasta que su cuerpo dejo de temblar.

-YO: ¿estas bien?

-ANA: por 1º vez, me alegro de que lo preguntes, esta vez si me has sobrepasado, de verdad creía que estaba lista, pero no, esa puta bestia es imposible, me he perdido, no sabia donde estaba, si no llegas a parar me muero aquí mismo.

-YO: te lo dije, y apenas han sido 15 minutos.

-ANA: ¿tan poco? ¡¡¡Pero si me ha parecido una eternidad!!! Solo quería que parara, pero…. no deseaba que lo hicieras, jajajaja ha sido maravilloso, ¿y tu como te sientes?- me perturbó la pregunta, hasta ahora ninguna de mis amantes se había interesado por mi después de la bestia

-YO: no lo se, joder, me ha gustado volver a probar esa fuerza, pero casi te hago daño.

-ANA: no exageres, daño ninguno, solo me has sorprendido, creía que ya podía con todo, pero veo que no, aun me queda, pero de esta semana no pasa.

Se acurrucó a mi pecho y se durmió con una de sus grandes sonrisas, la abracé fuerte, casi sin creerme la suerte que tenia de tenerla a mi lado, me quise dormir pero mi cuerpo estaba demasiado acelerado, mi mente volaba y el tacto de la piel de Ana me estaba poniendo a tono de nuevo, no podía ser, no había con quién desfogarse, o eso creía. Ella cuando se ponía en mi pecho no lo notaba pero se giró semi inconsciente, y como solía, me agarraba la polla para metérsela entre las piernas y dormir así, solo que esta vez no se encontró con una gran polla en reposo si no con una erección colosal, se despertó de sopetón, mirando la polla agarrada.

-ANA: ¿pero como esta esto así otra vez?- estaba atónita.

-YO: lo siento, no puedo controlarlo, estoy muy acelerado, me has hecho revivir algo que esta fuera de mi control.- estaba avergonzado por 1º vez delante de ella.

-ANA: pues nada, habrá que volver a sacar al animalito, la verdad es que yo también estoy caliente como una perra- y sin más se llevó la polla a la boca empezado una mamada de la suyas.

No me lo podía creer, Ana estaba desatada, tanto o más que yo, apenas 1 hora después de irse de viaje astral por culpa de la bestia, ya pedía más, pero dejó de chupármela.

-ANA: dios, esto esta asqueroso, sabe a….no quiero ni saberlo, vamos a la ducha.- me guiño un ojo mientras se incorporaba, sabiendo que su cuerpo húmedo era demencial para mi.

La seguí hipnotizado por una gota de sudor que recorría su espalda hasta la corva de su cintura, encendí el agua y dejó la alcachofa arriba enganchada a la pared, comenzando ante mis ojos un sensual baño, no hacia falta, yo ya estaba metiéndome en la ducha colocándome detrás de ella, lo que aprovechó para ducharnos a los 2, llevó mis manos a sus senos y a su entre pierna, obligándome a repasar cada recoveco hasta dejarla limpia, lo que salía de su interior era un caudal de agua, semen y fluidos, antiguos y nuevos, con mi polla palpitado entre sus mulos. Mis caricias en su vientre no tardaron en ponerla a 100 y que levantando su cadera se metiera del tirón mi falo hasta el fondo, apoyándose en la pared e iniciando un movimiento de sube y baja cada vez mas rápido, no duro ni 5 minutos, estaba físicamente muy mal, pero aun así se saco sola un orgasmo delicioso.

-ANA: vuelve a sacar a la bestia, mátame de nuevo, y ahora no pares, aunque me muera, ¡¡¡no pares!!!

No hizo falta mas, la sujeté con firmeza y esta vez sin preámbulos arrasé, saqué a la bestia que aun anudaba por allí acechando, deseosa de acabar lo que no le habían dejado hacían un rato, y cuando vio la oportunidad, no perdono. Ana soportó bastante bien los 15 minutos que antes habían sido suficientes, a partir de ahí, volvía a buscar acomodo donde fuera, mis acometidas eran tan animales que la hicieron elevarse en el aire de puntillas, apoyó un pie en cada borde de la bañera y asegurándola con mis manos, se elevó dejándola totalmente abierta y siendo masacrada en el aire, sus orgasmos la hacían retorcerse y hacer sonar sus emanaciones contra el suelo de la bañera, fui recordando como sacar lo mejor de aquel ser que ahora me poseía y pegué un acelerón final aguantando mas de 20 minutos una sangría que rozaba la violación, pero ver su aguanté me prohibía bajar el ritmo, y aunque hubiera querido no estaba por hacerlo, hasta que se le resbaló un pie del borde de la bañera y se medio ladeó, la tenia bien sujeta por la cintura, abrazada desde atrás, y empalada, así que seguí arremetiendo, pero esa posición generaba mas fricción en su interior y se comenzó a quedar colgada de mi, levantaba los 2 piernas recogiéndolas o abriéndolas, buscando menos placer, pero sin encontrarlo, cuando parecía que aguantaba le venia otro orgasmo que la sacudía todo el cuerpo, al final se apoyó con lo pies en la pared de enfrente, haciendo fuerza con su espalda contra mi pecho, y teniendo cierta estabilidad se dejó machacar hasta que me corrí con ella ida casi en su totalidad, pero me vine como nunca con ella, bañándola con una rayo partiéndome la espalda y un volcán de sensaciones olvidadas, hasta llevé mi mano a su coño hirviendo y la masturbé con mis ultimas sacudidas para sacarla un orgasmo final que no pudo ni gritar, ni gemir, solo sentir.

Despacio, me fui sentando en la ducha, con ella bien agarrada, estaba como un títere aguantándose solo por mis brazos rodeando su cintura, sentándola entre mis peinas y abandonando su interior, la pobre estaba convulsionando, pero ahora de forma amplia, no eran tirones cortos, si no que sus piernas se abrían al máximo para cerrarse de golpe, mientras su pechos rebotaban de la respiración agitada y su cabeza luchaba por levantarse de mi hombro derecho. Quise hablar con Ana, pero no respondía, solo gemía, o gruñía más bien. Con cuidado de no tener otra erección, la duché, y poniéndole una camiseta mía vieja y unas bragas, la deje en la cama durmiendo, me di una ducha rápida yo solo. Por algún motivo el miedo a haber destrozado a Ana hasta hacerla un juguete roto, mi mayor temor, no estaba presente, me había dado motivos suficientes para confiar en ella y en que eso no pasaría. Salí a beber algo, estaba tan seco que lo hice en bolas sin saber muy bien que hora era o si había alguien en casa, y al hacerlo me encontré a Lara desnuda, apoyada en la pared acariciándose con un dedo en el coño, mirándome a la cara, y luego a mi polla, su gesto era congestionado, y sin parar de hundir ese dedo en su clítoris. Hacia mucho que no la veía así, se había cansado de ser un don nadie para mí, pero esta vez estaba allí de nuevo.

-YO: hey, golfa, eso en tu cuarto.

-LARA: es que desde allí no oigo bien como te follas a Ana.

-YO: ¿otra vez con eso?

-LARA: si, no puedo evitarlo, no se que la has hecho pero hoy sus gritos me han puesto a mil.- su mano solo aumentaba el ritmo.

-YO: pues nada reina, que te cunda – me giré y me fui a la cocina, me metí entre pecho y espalda media botella de agua fría, pese a las recomendaciones de que eso era malo, pero me ardía el cuerpo, solo quería calmarlo, regresé con un vaso grande para Ana, viendo como Lara seguía a lo suyo.

-LARA: ¿cuando me vas a follar a mi así?- se me echó encima restregando sus enromes y apetecibles tetas por el cuerpo, mientras me miraba implorando. La respuesta era nunca, pero no quise ser grosero con una mujer desnuda que se masturbaba con los ruidos que le llegaban de nuestra habitación.

-YO: ya te he dicho mil veces que soy de Ana, y nadie mas, ahora aparta tu mano de mi polla y déjame volver con mi chica.- si, su mano se había desplazado hasta mi miembro, algo que no era la 1º vez que hacia, pero siempre recibía la misma respuesta. Me metí en el cuarto y no se volvió a saber de nosotros hasta acabar esa semana.

Ana tuvo que usar un par de veces lubricante y vaselina para su coño, estaba al rojo vivo los ultimo días, aun así nos fundíamos como uno solo, y llegamos a nuestro techo, Ana no podía mas, no le era posible llegar mas lejos conmigo a el ritmo de la bestia, 2 y media largas eran su limite, si en esa semana no había avanzado mas, es que ya no podía. Yo estaba como en mis mejores momentos, físicamente estaba hecho un toro, mi cuerpo era casi esculpido de gimnasio, tableta, brazos, piernas, espalda, pecho…..etc, todo marcado y bien colocado, pero no había pisado un gimnasio para hacer ejercicio desde hacia mas de 1 año y medio, todo era de haber follado sin parar y mas aun con Ana los últimos meses, la constancia y el no parar con ella me tenían en el estado físico perfecto, algo que había aborrecido durante mucho tiempo, un tío macizo que podía derretir el polo sur si fuera una mujer. Era consciente de que con la bestia podía dar mas de mi, pero la tenia controlada, según Ana me sacaba su ración de leche con una mamada, llamábamos a la bestia al ruedo, cuando terminaba la 3º o 4º corrida dentro de Ana, apagaba motores, se desmayara o estuviera a punto, me contenía por el propio bien físico de ella, a esas alturas de las sesiones de sexo animal, su cuerpo ya se había rendido, y dejado de intentar igualar las fuerzas hacia rato, era un cacho de carne atropellado por un tren de mercancías, pero a la hora o poco mas , volvíamos a empezar, el ultimo día conté casi 9 horas seguidas, descansando media hora entre sesiones, unas 3 , Ana salió titulada “cum laude” de esa habitación.

Pasados unos días de descanso, de follar y de nosotros mismos, en los que el 1º fue aprender a volver a andar para los 2, noté como sus caderas se habían desplazado, se compró ropa nueva por que había aumentado 1 o 2 tallas de cintura, dejándole aun mejor culo y una figura con curvas que provocaba erecciones con sus andares cada día mas insinuantes, para el final del curso y la vacaciones de verano, Ana era, al menos, tan buena como Madamme, unas 2 horas, y no le andaba lejos a Elonor, casi 3, ya con la bestia sobre el tablero. De nuevo la compararon era injusta, Ana había sido entenada poco a poco desde 0 durante mas de 9 meses, el resto de mujeres no tuvo esa opción, Madamme y también Eleonor con anal, la ultima sumándole a su hija. Ana había sido la mujer que durante mas tiempo seguido me había tirado, y eso se notaba, ahora, aguantaba 1 hora larga a la bestia ella sola, nada mal, pero se recuperaba en unos minutos y volvía a por mas durante otra media hora o mas, sumando desde que empezamos a follar quitando preliminares, unas 2 horas y media sin parar cuando nos poníamos serios, repito, eso ella sola, sin ayuda de su madre o hija, como mis colombianas, y sin “descansos” por el sexo anal como Madamme, masacraba su coño como a ninguna otra y era espectacular, volvió a gritar poseída al follar, no podía contenerse, pero esta vez con razón. Solo mi leona, Mercedes, había sido capaz de aguantar eso, pero es que mas que aguantar, es que aquella mujer lo superaba, las ultimas veces con ella habían sido casi 4 horas de bestia antes de desmayarse, y se recuperaba igual de rápido para aguantar otras 2, joder, si no fuera por que era un pelele a mi ordenes, y no una novia, no se entendería por que no estaba cabalgándola día y noche y seguía con Ana, pero no era capaz de darme lo que me daba mi Granadina, el hecho de que cuando no estabamos follando me hacia igual, o mas feliz, con su forma de ser y como me hacia sentir a su lado.

Después de aquello, se calmó un poco nuestra fogosidad, no lo hacíamos a todas horas, yo seguía trabajando, y el calor del verano siempre me ha dejado atontado y agobiado, teníamos nuestro polvo diario, incluso alguna vez solo era una mamada de su parte, por rutina, pero el día que nos poníamos tontos despertábamos a medio barrio, cumplíamos de sobra las 2 horas y media largas que Ana daba de si, y si estaba muy caliente repetíamos al rato aguantando 1 hora mas con suerte, casi siempre ya con la bestia todo el tiempo, domada y domesticada aunque siempre había veces que se rompía la correa y tardaba unos minutos en contenerla, era su limite, pese a que con las repeticiones Ana oponía mas resistencia durante ese tiempo, al llegar a ese punto su cuerpo entraba en barrena. El sexo se convirtió en algo tan ritual y protocolario en aquel cuarto, que se volvía algo aburrido.

Los siguientes pasos eran el morbo y la excitación, Eli me comento muchas veces que en mi adiestramiento que la rutina y la falta de emociones pueden matar las relaciones, y pese a que generalmente Ana se mostraba tímida y vergonzosa fuera de aquellas 4 paredes de nuestra habitación, su personalidad iba adaptándose, podía ser todo lo dulce y cariñosa que fuera, pero acepto de buen grado ese juego emocionante, hacíamos locuras del tipo de follar en baños públicos, comenzamos en la Universidad el ultimo día de sus clases, una fiesta de graduación, yo me puse el traje de Eric, que ya me quedaba hasta mal, el tiro del pantalón o los costados, mi cuerpo se había vuelto tan musculoso que las medidas de cuando me lo hicieron quedaron pequeñas y desajustadas, pese a ello estaba bastante atractivo, Ana pensó en ir con el vestido negro de las 3 V, pero era demasiado provocador, y ahora, con su aumento de caderas, su aspecto era demencial para cualquier varón adulto, de hecho, cuando se lo probó en casa, la embestí contra la pared y la destrocé de forma inhumana, con el vestido puesto, por delante y por detrás, Ana esa vez paso de tontear al inicio, o querer parar por miedo a romper el vestido, a disfrutar y gozar con aquel vendaval. Como os decía, al final se compró un vestido menos descocado para la graduación, paso de actriz porno en la entrega de premios al cine para adultos, a parecer una princesa de cuento, con un vestido verde palabra de honor, algo abombado y largo, con un tocado precioso en la cabeza, unos pendientes a juego con la gargantilla y un ahumado de ojos color esmeralda, que junto a su tono de piel la hacían dejar en ridículo al resto de mujeres. La piqué durante toda la fiesta y el baile con ello, llamándola princesita, o hada, se enfadaba por que no quería dar esa impresión de niña buena y formal, se estaba labrando un nombre en la Universidad alejándose de esa imagen que le había costado mas de un disgusto. Llegó uno de los bailes lentos, de esas que me gustaban bailar y hacer sobresalir del resto, cuando Ana se percató de que todos nos miraban y se morían de envidia, sonrió obteniendo lo que quería, le estaba cogiendo el gusto a ser el foco de atención.

-ANA: gracias.

-YO: ¿por que?

-ANA: por hacerme sentir la mujer más especial del mundo.

-YO: lo eres y te mereces eso, o más.- sonrió mordiéndose el labio antes de besarme suavemente y pegar sus labios a mi oído.

-ANA: si, merezco que me hagas el amor aquí y ahora.

Me agarró la cabeza y sabiendo que todos miraban me dio un apasionado beso que correspondí encantado, nada de protocolo o formas, su lengua jugó cuanto quiso con la mía, hasta el punto de calentarme y querer tirarla al suelo para follar delante de todos. Ella lo notó y cogiéndome de la mano me arrastró al baño del piso de arriba, el de abajo estaba lleno, con una cola enorme y con 1 pareja ya follando dentro. Según entramos Ana revisó el baño entero, y sabiendo que no había nadie, cuidadosamente se quitó el vestido dejándolo doblando encima de una mesa, iba solo con un tanga minúsculo y los tacones, volviendo a echarse encima de mi y seguir con su juego en mi boca, pero sus manos me sacaron la polla masturbándola con habilidad, sonreía de forma picara y vergonzosa, la situación la ponía caliente, hasta que logró ponérmela como una piedra, se arrodilló y me la chupó de forma hábil pero ansiosa, mirando la puerta de reojo, le daba miedo que la pillaran, pero aun así no paró hasta que mi semen la llenó la boca y se lo tragara, con maestría se puso en pie bajándose el tanga y poniéndose de espaldas a mi, apoyada en la pared, se abrió las nalgas, pidiéndome que la bestia la matara, allí y ahora.

Ataqué sin piedad, me desnudé, su cuerpo era un pecado y tendría que ser confesado después, sus “nuevas caderas” unidas a la estilizada figura por los tacones altos, madre mía, lo que quería hacerle a ese trasero no debía ni de ser legal, la hundí en su coño sin mayor dificultad y arranqué a golpes sus gritos mas ahogados, seguía queriendo que no la pillaran, pero no podía contenerse a los 20 minutos, cada orgasmo que bañaba el suelo era demasiado para ella, los tacones no ayudaban a su estabilidad, así que recordé una postura, la subí de rodillas a la pila del lavamanos, dejándola con el culo ofrecido a mi ataque, y lo masacré una vez estabilizada, matándola 1 hora mas hasta correrme como un cerdo sacándola un grito que resonó por todo el baño y seguramente por todo el pasillo. Quizá hubiéramos seguido camino de mas, pero sonó la puerta del baño, Ana saltó como un resorte, cogió el vestido y se metió en un cubo del baño cerrando la puerta con pestillo a tal velocidad que me dejó petrificado, quise hacer lo mismo pero mi ropa estaba muy desperdigada, entro al lavabo una señora de unos 40 años, supongo que profesora o de la fiesta y me vio en pelotas con la polla medio empalmada tratando de disimular cogiendo mi ropa, me preguntó quien estaba gritando, sin apartar la vista de mi polla, queriendo no ser tan evidente como estaba siendo, la di largas mientras Ana se desternillaba tras la puerta, la señora se dio cuenta del tanga tirado en el suelo y solo dedujo lo obvio.

“esta bien, cuando acabéis, recoger todo……- mirando a la puerta de Ana elevando la voz-……, y niña, felicidades.”

Se fue admirando de reojo mi rabo por última vez, Ana salió con pánico, con la cara roja y el rímel corrido de risa, con el vestido puesto sin la cremallera, mirándome como me iba poniendo algo de la ropa.

-ANA: dios, que vergüenza he pasado.

-YO: ¿perdona?- me abrí de brazos haciendo evidente que el que peor lo había pasado seria yo.

-ANA: ya, pero te conocen a ti, sabrán que era yo, jajajajaja.

-YO: ¿y por que te ríes?

-ANA: jajajaj no lo se, de nervios jajajaja

-YO: que graciosa eres, pues anda que no me ha comido con los ojos la señora.

-ANA: ¿y que esperabas? Estas buenisimo y te plantas así, desnudo, delante de ella, con la polla enorme dando cabezazos después de follárme, sudando y brillando como un dios- se fue acercando acariciando mi pecho.- ¿y sabes que?

-YO: ¿que?- la acariciaba con dulzura los brazos, que sujetaban el vestido sin cerrar.

-ANA: que me he vuelto a poner cachonda de pensar en que nos pillen jijijiji- reía sin comprender aun el por que.

-YO: ¿ahh si?…… ¿y que quieres que hagamos?

-ANA: no lo se podemos……..repetirlo, como tu quieras, pero a mi este rollo travieso me esta haciendo mojarme.

La cosa quedó así por que según lo dijo soltó el vestido y me montó de nuevo de cara, subiéndose encima mía y empalándola con sus movimientos de cadera, estuvimos follando hasta que me corrí de nuevo, Ana estaba lo mas ardiente que había estado en semanas, y no me quedó otra que sacar a la bestia de nuevo para calmar aquella amazona que me estaba matando. Tuve que contenerme si quiera que Ana saliera de allí por su propio pie, nos arreglamos pero le cogí el tanga a Ana y me lo guardé en el bolsillo, negándome a dárselo, volvimos a la fiesta como si no hubiera pasado nada, saludando a la mujer que se había metido en el baño, con Ana roja de vergüenza, como si la gente tuviera rayos x para darse cuenta de que iba sin nada mas que el vestido, al regresar a casa se desató, se untó en aceite y me dejó aprovechare de ella cuanto me dio la gana, con la bestia o sin ella, durante mas de 3 horas hasta que cayó rendida cuando la di por detrás tumbados de lado, eso siempre conseguía llevarla al paraíso cuando aguantaba bien mis acometidas.

A partir de ese día, los juegos se volvieron cada vez mas atrevidos y mas excitantes, ella fué a mi trabajo, habíamos salido de fiesta y había estado follando con Ana hasta la hora de irme a trabajar, dejándola sin saciar supongo, algo bebida, a mi me dejaban trabajar en el almacén solo, me bastaba con mi físico para colocar todo el producto, según la vi sabia que no la había dejado saciada y que venia a terminarlo, aseguré las puertas y sin mediar una sola palabra nos desnudé y le penetré contra una estantería, rodeándome con sus piernas y aceptando aquel fin, tiré la mitad de las cosas de la estantería con los golpes que Ana recibía sin descanso, fue una maravilla como se agarraba al alto de la estantería, de espaldas y como se arqueaba su espalda gritando los orgasmos que la provocaba, tapándola la boca con mis labios hasta que por fin la hice desvanecerse cuando me corrí, al final la vestí, estaba muy cansada, agotada y seguía algo bebida, y la dejé descansar en el despacho del jefe, siendo fin de semana no estaba, y tuve que partirme el pecho por acabar el trabajo con 1 hora menos de tiempo, estaba muerto y no se ni como lo hice, bueno si, dejando un par de cosas pendientes. Cuando regresé al despacho estaba Ana charlando con una encargada amiga, que ya la conocía, y otra de las trabajadoras de por la mañana. Nos quedamos así un rato, charlando entre todos después de mi turno, hasta que Ana se sintió con fuerzas para poder ir a casa, yo la disculpaba por que habíamos estado de fiesta y estaba de resaca, aunque no terminaron de creérselo, entre otras cosas por que Ana me dijo que estando medio ida no sabia si la habían sonsacado que habíamos estado follando en casa antes de ir y luego allí, o algún detalle mas sobre nuestra relación, como el tamaño de mi polla, algo que no era ningún secreto desde que el 2º mes de trabajar allí ayude a una de las chicas en el almacén y los roces eran obvios, o de lo bien que follaba. El rumor se fue extendiendo por el trabajo hasta que todas las mujeres de todos los turnos pedían cambios en horarios para coincidir conmigo, tirándome los tejos de forma evidente, hasta pedían ir al almacén conmigo a “ayudarme”, cuando no había ninguna necesidad. Eso, lejos de enfadar a Ana la ponía mas cachonda aun, que la gente los supiera y que solo ella era la afortunada la distinguía del resto, supongo, por que sus visitas a mi trabajo aumentaron en numero, 1º para ver la competencia, aunque era inútil, no había ninguna a su altura, una encargada rubia mona, y un par de jóvenes cajeras morenas con un buen polvo, pero no me interesaba nadie, nadie salvo Ana, me tenia para ella sola, ya se encargaba de que no me faltará sexo, ni de que la relación fuera de el, cambiara, seguía siendo la mujer perfecta tanto en la cama como fuera de ella, y ahora sin la Universidad tenia mucho mas tiempo para nosotros. 2º por seguir con aquel juego, el morbo estaba en todo momento.

Nos provocándonos uno al otro y buscando formas de jugársela, entrando en una espiral vertiginosa, desde cosas sencillas como hacernos fotos o videos haciéndolo, o una mamada en el cine, una masturbación en un restaurante, o sexo en los baños de algún local, pasando por ir con ropa interior sexi o sin ella, poniéndonos en situaciones incomodas, como en roperos con las/los dependientes de la tienda, mas de una vez casi nos montamos un trío en un ropero, quedando en que alguien nos oyera follar masturbándose, o mirando de reojo, si mi fisco y mi polla eran un imán para las mujeres, el cuerpo de Ana no lo era menos para los hombres. Hasta compramos esposas para atarnos, ella me lo hizo a la cama durante un día entero, follándome antes de irse y al volver horas después, esa me picó en el orgullo, así que se la devolví, la hice invitar a todas las personas que considera amigas o importantes a casa, estuve de lo mas cordial y amigable con todos, pero los disculpe diciendo que tenia que hablar con Ana a solas, la metí en el cuarto arrancándola la ropa, y la medio violé contra la puerta de la entrada, no fue sin consentimiento, pero la situación no era la idónea para ella y no quería con todos allí, al menos al principio, pero a los 5 minutos ella misma me estaba follando, queriendo mantenerse muda, pretendiendo hacer que me corriera en silencio para que no se dieran cuenta, no lo permití, saqué a la bestia y la maté hasta llevarla al carrusel de orgasmos, en mitad de ello, paré, haciéndola gritar que continuara, implorando que siguiera, no lo hice hasta que grito poseída que la partiera por la mitad con mi colosal polla, entonces la di la vuelta y la destrocé como mejor sabia por detrás hasta llenar su interior de semen, saliendo 1 hora después, con ella roja, riendo nerviosa al ver las miradas de todos, que había escuchado sin dificultades como habíamos follado.

Eso me costó mas de lo que pensé, Ana siempre iba por detrás de mi, si a ella se el ocurría una jugarreta, a mi algo peor, y su respuesta siempre era menos contundente, pero llegó el día que Ana uso su intelecto de forma perversa, me invitó a dar un paseo por el parque al atardecer, pasamos muy buena tarde la verdad, merendando y paseando, pero llegando la noche buscó un sitio apartado y me dejó sobar hasta que me puse como un tronco, se dedicó a hacerme una buena mamada, sacándome su ración diaria de leche caliente, sacó las esposas, en mitad de la pasión me pegó a un árbol, me desnudó entero y me colocó las manos encima de una rama y me las puso, al ser tan apartado se aseguró de que nadie viera, y se levanto la falda, dándome su culo a penetrar, lo hice a conciencia, llegando a tirarla al suelo de los espasmos eléctricos que la provocaba sin poder sujetarla con mis manos, se volvía a poner en pie para seguir hasta que por fin me corrí, logrado el objetivo, pensé en ir a casa a acabar aquel juego, pero Ana se dio la vuelta, me besó con ternura y me miró a los ojos.

-ANA: con esto ya puedo aguantar hasta mañana, hasta luego amor. – se puso a recoger las cosas, incluyendo mi ropa, me hizo una foto, y se fue corriendo, ante mi asombro, dejándome en pelotas en un parque, gritándola hasta que ya no me oía.

Esa me costó un lío con la policía, que acudió avisada por un grupo de chavales que iban a beber al parque buscando ese lugar tan apartado, tuve que aguantar sornas, burlas, fotos y videos, las quinceañeras sin apartar su mirada de mi rabo, llegando a frotarse entre ellas con disimulo, mi poca vergüenza me ayudó a sobrellevarlo con alegría, mas aun cuando la policía acudió, al inicio solo una patrulla, pero algo debieron contar por la radio por que acudieron 2 patrullas mas y una lechera (furgoneta antidisturbios), todas con alguna mujer, todo un numerito atrayendo a mas gente hasta que a alguno se le ocurrió usar las llaves de sus esposas para internar abrirlas, creo que era tan simple que no lo hicieron antes por darme un escarmiento, antes de llamar a los bomberos y tener que cortar la rama, que ya había intentado tirar yo, o romper, pero era muy gruesa. Al final pase la noche en los calabozos con una manta, acusado de escándalo publico, pero me las ingenié para convencerles de que había sido una gamberrada de unos compañeros y que yo era la víctima de sus actos, eso y mi carita de lastima y de buenazo tontorrón innata, me sacaron de allí sin cargos, vestido con un chandál de la policía. Fui derecho a casa, alguno puede pensar que cabreado o enfadado con Ana, ¿pero por que?, era parte del juego, y esa vez ella me había ganado. Según llegué la dejé claro que no estaba molesto, su actitud inicial era de miedo a haberse pasado, pero dándola un par de azotes sobre mis rodillas como a las crías malas, zanjé el asunto, ella me regaló una noche animal de sexo, quise castigarla un poco, y durante una comida de coño de cine jugué mas de lo habitual con su ano, nada raro, ya lo hacia antes, la provocaba estremecerse de excitación, ese día no solo acaricié, apreté contra su agujero, esperando alguna reacción negativa, pero mi sorpresa fue ver como, lejos de reprobarlo, sus manos acariciaban mi cabeza hundida entre sus muslos gimiendo de gusto, no pase de allí por miedo a extralimitarme y que se cerrara en redondo a mas avances, podía ser el inicio para tener sexo anal con ella y no iba a estropearlo.

Se la devolví regalándole unas bragas con vibrador a control remoto, y se las puso encantada solo a condición de que ella tuviera el mando, había quedado con unas amigas de la Universidad para despedirse hasta el curso que viene, la fui siguiendo sin que me viera, con el mando en la mano, el de verdad no un mando de garaje roto que le di, al principio di una ligera descarga momentánea en cuanto llegó y saludó a sus amigas, miró el mando de su bolso creyendo que se había pulsado sin querer, luego lo dejaba encendido un rato o daba ligeras descargas seguidas, luego una hora, me mandó un mensaje mientras tiritaba al caminar entre sus amigas, manteniendo la compostura, “¡¡¡carbón, te has quedado el mando!!!” la di un descanso cuando llegaron a una cafetería con las amigas, viéndola desde fuera, cuando la miré y vi que se había clamado y creía que ya había pasado todo, lo encendí y lo puse al máximo, aguantó media hora, después montó un Cristo al romper en un orgasmo que hizo llamar a una ambulancia al encargado creyendo que era un ataque al corazón, quise parar al ver la ambulancia, pero…..oh oh……. me quedé sin pilas con el botón encendido, os lo digo todo.

Me fui a casa por si tenia pilas, no sabia si al quedarme sin ellas, las bragas seguían encendidas o no, y la verdad es que no sabia que era mejor, pero me cansé de buscar, Lara apareció como siempre de la nada, había vuelto a acosarme ahora que Ana no estaba encima mía todo el día, estaba solo en bragas y como era habitual empezó su seducción inútil, me la llevé al cuarto a ver una película, y allí esperé a Ana mientras Lara hacia de oso de peluche, os juro que no me ponía cachondo, pero era inevitable sobar aquel par de tetas enormes, y sus pezones ultra sensibles, como rascarse una picadura. Según llegó a casa Ana se metió en el cuarto, se bajo las bragas levantándose la falda que llevaba y me las tiró a la cara aun vibrando, totalmente encharcadas, le dio igual que estuviera Lara en la cama, la apartó y sacándome la polla se perforó, aun sin que mi polla estuviera empalmada, ya se encargó ella de ponerla como un mástil con su cadera, para estar mas de 2 horas matándose sin hacer yo ningún esfuerzo, salvo volver a jugar con su ano, la pobre Lara salió de allí como un perro con el rabo entre la piernas, apabullada. Cuando terminamos y Ana se quedó complacida, que no ida, me rechistaba sin mucha fuerza el hecho de haberla dejado con las bragas encendidas mas de 5 horas.

-ANA: eres un carbonazo, ¿sabes lo que me has hecho pasar?

-YO: en realidad desde la ambulancia de la cafetería, no.- me miró sorprendida, no sabía que la iba a seguir.

-ANA: que mamón, ¿y que paso después? Por que mis amigas se estaban preocupando, las he tenido que dejar para venir derecha aquí, ¿por que no lo apagaste?

-YO: me quedé sin pilas, y vine a buscar, pero al final desistí.- se enfadó un poco.

-ANA: ¿me tienes por ahí chorreando mientras te vas a casa a estar con Lara bien abrazados?

-YO: no mujer, siento si te molesto, ya sabes como se pone Lara cuando estamos solos, y sin los demás que se han ido de escapada con el coche, esta mas suelta que nunca.- se puso de morros exagerando cómicamente la situación, cada día se parecía mas a mi.

-ANA: pues que sepas que el de la ambulancia me ha metido mano.

-YO: ¿no jodas? ¿Al final te atendieron?

-ANA: si, idiota, hasta me querían dar un calmante por que no sabían por estaba acelerado el corazón y los sudores frios que tenia en pleno junio.

-YO: jajajaj pobrecilla mía – jugaba a abrazarla mientras ella se resistía.- ¿y dices que te metía mano?

-ANA: si, jo, me han metido en la ambulancia y al quedarnos solos uno de ellos se ha puesto sobón.

-YO: lo mismo estaba preocupado….

-ANA: los cojones, me ha hecho quitarme el top quedando solo con la falda y en sujetador, y me ha repasado con sus manos todo el pecho con la excusa de oír el corazón y los pulmones.- se puso frente a mi cruzada de brazos.

-YO: no puedo culparle, estas muy buena.- la di un beso en la mejilla

-ANA: ¡¡ah!! ¿y te da igual que me vayan metiendo mano?

-YO: no, ya sabes que no, pero es medico y tu una chica lista y fuerte, ¿que te iba ha hacer que no te dejaras tu?

-ANA: pues podía haberme liado con el, era mono……- su sonrisa se le escapaba, era delicioso verla tratar de ponerme celoso.

-YO: bueno, siendo así, lo mismo me tengo que enfadar contigo- me fui acercando dándola besitos por el brazo, subiendo hasta su cuello.

-ANA: calla bobo, ya sabes que soy solo tuya.

-YO: buena chica, quizá deba recordarte lo buen amante que soy para que no andes tonteando por ahí con otros…- mi mano se metió entre sus muslos masturbando y penetrando su coño con un dedo, haciéndola retorcerse, y dejar sus brazos cruzados para apoyarse en la cama echando su cuerpo un poco hacia atrás.

-ANA: ummm….por dios…para….me duele….ufffffff- gemía aunque su gesto era de dolor.

-YO: ¿estas bien?

-ANA: si, es solo que después de follar y con lo de las bragas, tengo el coño irritado, dios, mis amigas, me han visto así, que vergüenza, alguna se ha tenido que dar cuenta.

-YO: joder, siento si me he pasado, estabamos en plena venganza de nuestros juegos y…..- me estaba preocupando pero Ana solo estaba siendo cuidadosa, se me echó encima besándome.

-ANA: no amor, me ha encantado en el fondo, esa sensación, delante de todos, solo de recordarlo me mojo, pero me duele, por favor no te lo tomes mal.- pobre, la había hecho pasar un calvario y aun así me pedía disculpas ella a mi, decidí probar suerte de nuevo.

-YO: esta bien, pero si no podemos por tu dolor, podríamos probar con….el seco anal.- se sacudió la cabeza negándose mirándome a escasos centímetros de mi cara.

-ANA: no, ya te he dicho muchas veces que no, lo siento pero me da miedo, me vas a romper algo con tu cosita.

-YO: bueno, no tenemos por que hacerlo de golpe, podemos ir jugando, he urgado un poco allí y no te ha molestado.- se puso roja al darse cuenta de que yo me había percatado.

-ANA: ya…si…..pero no se…no es lo mismo….me gusta como juegas por fuera, me hace temblar, ¿pero una penetración? Madre mía, solo de pensarlo me tenso y se me cierra en culo.- reía de forma leve.

-YO: bueno, casi meto un dedo, he estado apretando suavemente, y no te ha dolido ¿verdad?

-ANA: no, pero por que estaba muy cachonda, lo mismo me hubieras metido un dedo entero y no me hubiera enterado.

-YO joder eso se avisa, y te meto hasta el codo- me miró ofendida, sonriendo conociéndome.

-ANA: no seas animal, lo decía por decir, no se, la verdad es que me ha gustado un poco.- se mordía la uña del dedo pulgar, golosa al reconocerlo.

-YO: ves, solo es cuestión de ir probando, poco a poco, hasta donde veas que aguantas, caricias, luego con un dedo, luego varios, si llegamos a un punto en que te duele, lo dejamos, ya me conoces, no te haría daño jamas, pero si te gusta y lo soportas podemos intentarlo, ¿vale?

Me miraba pensativa, realmente le había gustado, no había sentido nada de dolor y confiaba en mi al 100%, podía haberla dicho que yo era santa claus y se lo hubiera creído, podía usar eso en su contra, pero no lo hacia y precisamente por eso confiaba en mi de esa manera, justo después ahí un ejemplo. Además llevaba tiempo pidiéndoselo, sabia de sobra que me moría por follárme ese culazo que había echado, antes era apetecible, ahora era una obsesión, el de Alicia , mi compañera de piso y novia de mi mejor amigo, seguía siendo mejor, a mi gusto, hablando objetivamente, Alicia tenia las posaderas de Jenifer López, era un escándalo de trasero, pero Ana, con su desplazamiento de caderas y aquellas prendas un par de tallas menores que se ponía de vez en cuando, estaba volviéndome loco.

-ANA: prométeme que no me dolerá.

-YO: no puedo prometerte eso, peque, todas las veces que lo he hecho, mas las primeras, ha dolido, no voy a engañarte, es parte del placer de hacerlo de esa forma, pero como cuando te desvirgué, dolerá un poco y mírate ahora, eres toda una campeona, si me dejas, lo haré de la forma mas dulce, cariñosa y tierna que pueda, si lo aguantas al principio, que viéndote como has soportado todo hasta ahora, lo vas a hacer, vas a disfrutar como nunca, pero si no, no pasa nada, yo te quiero igual y tu coño es el mas delicioso que pueda soñar follárme el resto de mi vida.

-ANA: vale, esta bien, ábreme el culo mi amor.

CONTINUARA…………….
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