Desperté con los rayos de sol entrando por la mampara de la habitación del hotel, recordé que en esa ciudad amanecía muy temprano, serian 5 o 6 de la mañana. Recién caí en cuenta que estaba en la habitación de Lucy…

Después de satisfacerla no me quiso despertar, solo atino a cubrirme con las cobijas. Tras eso supongo que Lucy fue a bañarse, no creo que dormiría con mis líquidos impregnados en el cuerpo… y luego se acurruco a mi lado.

Me salí lentamente de la cama, tampoco quería despertarla, solo me deslice suavemente y recogí mi ropa… pero ella se percató y soñolienta me miro sonriendo…

– ¿Qué paso?… pregunto intrigada.

– Nada… mis cosas están en mi cuarto y debemos cambiarnos… me excuse.

– Si, cierto… respondió recostándose de nuevo, quería descansar un rato más.

– Nos vemos en el desayuno… le dije y salí huyendo.

Por como reaccionaba, parecía que Lucy era de las chicas enamoradizas, pero por otro lado ella accedió a este encuentro, más bien fue ella quien me tomo la verga ni bien pudo y me la mamo sin contemplaciones… además tiene enamorado, en teoría porque en la práctica parece que se da sus licencias…

En realidad no sabía cómo reaccionaría Lucy después de esto… porque al menos yo tenía claro, que tras terminar con mi novia, no quería nada serio aun… estaba en mi periodo de luto, saliendo con amigas, disfrutando de mi soltería y evaluando mis opciones, es decir, de pareja entre las chicas entre las amigas con las que alguna vez pudo pasar algo…

Dormite unos minutos más, embebido en diversos pensamientos, hasta que sonó la alarma… me aliste y baje a desayunar… pero antes le avise, para no ser desconsiderado, o que crea que soy el típico macho que tiene su noche salvaje y luego se olvida… después de todo nos quedaban 2 días ahí y luego el trabajo…

Mientras esperaba a Lucy en el comedor del hotel, pensaba como ponerle paños fríos a la situación sin sonar machista o aprovechado. Así pues, estaba preparando mi discurso mentalmente, cuando ella llego…

Estaba linda, arreglada, más de lo que la había visto antes, un traje oscuro más entallado que dejaba apreciar su esbelta figura, una blusa blanca algo translucida que dejaba percibir ligeramente su claro brasier y unos tacos que la ponían casi a mi altura.

Me saludo nuevamente, esta vez muy cariñosamente, con ese beso que tocaba parte de mi mejilla y de mis labios… a pesar de su expresión seria de siempre con un ligero tono sonriente, estaría incomoda o enamoradiza…

Diablos… esto se va complicar, me dije… así que ni bien se sentó decidí poner las cosas claras, trataría de ser diplomático y amable… cariñoso y respetuoso…

– Mira Lucy… lo que paso ayer… estuvo bien… muy bien… replique recordando su entrega, cosa que la hizo sonreír, luego agregue… pero…

– No te hagas problemas… me dijo bastante relajada… lo de ayer fue lo de ayer, tú tienes tu pareja y yo la mía… las cosas van a seguir igual…

– Ósea que no piensas terminar tu relación… pregunte helado por su fresca respuesta.

– No, para nada, tu tampoco vas a terminar la tuya supongo… me respondió.

– Ah bueno… no lo pensé… dije, sin querer delatar mi soltería para protegerme.

– Somos adultos… esto fue para quitarse un gusto… me dijo un poco avergonzada de por como sonaba, como si me fuera a ofender por decirme que se quería quitar el gusto conmigo.

Yo que fui preparado para el desayuno como el gran macho que quiere ser condescendiente y delicado con una pobre dama, que regularmente en estas situaciones son las ofendidas porque las ilusionaron en vano… resulta que se me volteo la torta… era ella más bien la que me estaba dando el sermón de “no eres tú, soy yo”…

– Lo que pase luego depende de nosotros… ¿estás bien con eso?… me dijo tranquila al ver que no respondía.

– Si… claro… replique en parte aliviado, ella había tomado la sartén por el mango.

– Ahora si… me muero de hambre… alguien me dejo muerta ayer… dijo sonriendo.

– Jajaja… sonreí más relajado.

Mierd… esta era la chica más open mind, fresca, madura… o como la quieran llamar, me puso freno en una… yo que me la daba de caballero, me desarmo con su simplicidad, actuó de manera muy práctica… casi como lo pensaría hacer un hombre, pero con amabilidad…

Si yo usaba la misma técnica con una dama, seguro me hubiera salido con que yo era muy frio o hiriente por ser tan practico… pero en este caso el hecho tácito de que ambos teníamos pareja, hizo que quizás ella piense que no me iba a enamorar y que no pondría en apuros la relación que ella ya tenía y que parecía caminar…

Luego me quede en la cabeza con la frase que dijo “lo que venga después dependerá de nosotros”… ¿qué quería decir>, que cada quien manejara su relación como quisiera… o que podíamos seguir disfrutando el uno del otro si éramos capaces de mantenerlo en reserva, sin complicarnos.

Quería creer que sería la segunda, que con esto de la liberación femenina y demás… ellas podían tener libertad en su intimidad sin hacerse problemas… pero ¿Lucy?… con esa pinta de antisocial, aunque había cambiado su aspecto, no era fea, pero la actitud seguía siendo la misma, reservada, tímida, no era de dar confianza a cualquiera…

A pesar de la actitud liberal que me mostro Lucy, pensé que debía ser discreto, no debía mandarme dando por sentado que podía disponer de ella… las cosas con calma, recién era el primer encuentro… si dejo abierta la posibilidad a otros encuentros, debía nuevamente esperar sus señas, sus insinuaciones…

Me parecía muy bueno esto como para espantarla con insinuaciones groseras o patanerías machistas… creo que después de todo ella se sintió en confianza de llegar a eso conmigo porque vio que no era el típico pendejo o hablador, sentía que podía pasar algo sin arriesgar su imagen en el trabajo… y como comente ya me había rechazado varias invitaciones. Cuando Lucy me conoció más, recién se animó… así que a seguir con la misma tónica, sin presiones…

Volviendo al relato, tuvimos nuestras reuniones durante el día, en el almuerzo y cena, básicamente las conversaciones relacionados con temas de trabajo, una que otra indirecta o broma que le envié para tantear obtuve como respuesta risitas medio nerviosas y avergonzadas… al menos no eran miradas serias o gestos de mal humor…

Nuevamente al llegar al hotel, nos despedimos como el día anterior… era nuestra última noche, al día siguiente una reunión ligera en la mañana, luego al hotel y al aeropuerto, no tendríamos mucho tiempo… si algo debía pasar debía ser esa noche…

Esta vez el beso no fue tan cariñoso, solo una pequeña sonrisa… como, hey seguimos siendo amigos ¿no?… quizás no quería ser tan obvia o algo… tal vez era cansancio, había sido un día largo y productivo laboralmente y considerando el desgaste de la noche anterior… en fin…

Entre a mi habitación y espere unos minutos, quizás como el día anterior me enviaría un watsapp para iniciar la conversación de nuevo… total en el día yo fui el que mando las indirectas… faltaba ver si ella las aceptaba, si ella también se insinuaba aunque sea por mensaje… pero nada…

Paso buen rato… diablos… que importa me dije, tomare la iniciativa, al menos intentare para no quedarme con la duda… y evitar una paja… lo peor que puede pasar es que se niegue gentilmente como hizo antes a mis otras propuestas amicales… envié un mensaje..

– Lucy… me dio frio… le escribí, a manera de broma porque así fue que se había iniciado todo ayer y le aumente una carita feliz, como para que si no aceptaba lo interprete como una broma de complicidad entre ambos.

Mi sorpresa fue escuchar el sonido de un celular en el pasillo… ¿será el botones o la chica de limpieza?, pensé… pero ¿a esa hora?… me acerque a la puerta y vi una sombra por el umbral…

– Yo también tengo frio… escuche a través de la puerta, era la tímida voz de Lucy.

Wow… creo que ella también estuvo indecisa en su habitación, luego decidió tomar la iniciativa y bajar, quizás dudo unos segundos en el pasillo si tocar o no mi puerta, pensando con que pretexto visitarme… fue en ese momento que recibió mi mensaje…

Rápidamente le abrí la puerta a Lucy y la invite a pasar, seguía vestida con su ropa de trabajo, una falda negra sobre las rodillas, la falda o mini más corta que le había visto hasta ahora, durante el día me había reprimido de observarla mucho para no incomodarla.

– Tu habitación es más grande… me dijo tímidamente como rompiendo el hielo.

Ella se fijaba en el sillón y sofá que había en mi cuarto, mientras yo me fijaba en su blusa blanca que traslucida un poco su brasier, en sus pantis y el cierre de la falda… pensando en cómo desvestirla rápidamente…

– Bueno si… era la última que había así que me la dieron.

En un arrebato de ansiedad, no aguante, mientras ella observaba de espaldas mi habitación, la tome de la mano y la atraje hacia mi… con sus tacos estaba casi a mi altura… me miro nerviosa, no protesto… entonces la bese…

No encontré resistencia, más bien nuevamente volví a sentir sus jugosos labios y lengua, se excitaba rápido, sentía sus jadeos entre beso y beso… mientras sus brazos rodeaban mis hombros… mis manos en su cintura jugaban por momentos con sus ondulados cabellos que llegaban a la mitad de su espalda…

Luego sin pedirlo, ella se fue sentando en el sillón detrás suyo… me bajo el cierre del pantalón y apreso con su delicada mano mi dura verga, pajeándola un poco y luego metiéndosela en la boca de a pocos, lamiendo y succionando… usando su lengua y sus labios a plenitud… sacándome unas gotas de leche mientras yo le acariciaba su ondulado cabello…

– No sigas… harás que me venga… le dije apartándola un poco.

Ella me miro como niña regañada, se había encariñado tanto con mi verga, que no la quería soltar, parecía que quería que me venga en su cara, bueno eso sería en otra ocasión… pero en ese momento me hizo caso, se levantó sin dejar de tener en su mano mi tieso pene…

– Y ¿cómo me quieres?… me dijo sumisa esperando que le dicte la posición.

En esos instantes volteo un poco, buscando un lugar donde acomodarse… yo que estaba recontra excitado no lo pensé… mientras me dio la espalda, la abrace por detrás frotándole mi verga en su trasero apenas protegido por la mini… mientras mi manos jugaban con sus senos a través de la blusa y el brasier… eso la excitaba mas también…

– Uy… ya no aguanto… métemela ya… me suplico.

No me hice de rogar, le fui subiendo a la mala esa falda entallada que traía… dejando a la vista sus pantis, el liguero y su pequeña tanga, que ahora estaba húmeda… igual que el día anterior, hice a un lado la tanga, palpe sus húmedos labios vaginales, mientras ella se estremecía…

La recline hacia adelante, mientras ella iba abriendo las piernas para dejarme entrar, y sus brazos se apoyaban contra el respaldar del sillón para soportar mi incursión… sus piernas temblaban de ansiedad…

Con mis manos fui estrujando y abriendo sus nalgas, sin resistencia por parte ella, que más bien volteaba a verme, colorada de excitación… ansiosa porque la penetrara… y así lo hice…

– Uhmmm… siii… que rico… gimió mientras un temblorcillo la recorría.

Mi verga se iba haciendo espacio en su tibio ser, mis manos iban jalando su cintura hacia mí, mientras ella parecía disfrutar cada centímetro que se le iba introduciendo… nunca había visto a nadie disfrutar tanto, las reacciones que tenía me excitaban más…

Así que comencé a bombearla desde atrás… de cuando en cuando, ella se arqueaba hacia atrás y entendía que buscaba mis labios… quería que la besara, y así lo hacía, me inclinaba y en esa incómoda posición nuestras bocas se encontraban y prodigaban caricias mientras mi verga seguía martillando sus blancas nalgas…

En un arrebato de placer… me tomo del cuello y me miró fijamente…

– Me gusta que me cojas así… me dijo mezcla de seriedad y placer.

Solo atine a sonreír y continuar besándola, era la última noche, había que disfrutarlo al máximo, al día siguiente volvíamos a la capital, y quien sabe… ella quizás solo se transformaba por la situación y el viaje… luego, era una incógnita… debía aprovecharla… si aprovecharla…

Mientras pensaba eso, nuevamente mis dedos fueron escudriñando su ano, no hubo resistencia, metí uno, luego hasta dos dedos… ella los absorbió gustosa sin quejarse… me dije, es momento… saque nuevamente mi verga e intente hacer diana en su ano…

– Nooo… eso nooo… dijo nerviosa.

Nuevamente me tomo del cuello y volteo a mirarme, nuevamente como niña regalada, como si ella hubiera hecho algo mal, más bien yo era el culpable de querer abusar de su pequeño agujero… pero ella más bien quería calmar mis ansias y disculparse…

– Ya habrá momento para eso… ahora no… me dijo avergonzada.

Y bueno, les diré que en su momento si me dejo entrar ahí y disfrutarlo al máximo… pero en ese momento, por segunda ocasión se negó, me contrarie un poco por la excitación que tenía, pero intente nuevamente en pensar que debía disfrutar lo que me ofrecía… que si habíamos llegado a esto a futuro llegaríamos a mas… y vaya que lo hicimos…

– Es que… me dijo cariñosa y me explico… es que aún no lo he hecho por ahí…

– ¿En serio?… replique sorprendido porque notaba algo flexible su ano.

– Bueno… solo he jugado para probar, con mis dedos y juguetes… pero con un pene nunca me he animado… me dijo algo avergonzada.

– Ah… no te preocupes… quizás más adelante te pueda ayudar a explorar eso… dije pícaramente sonriendo.

– Jajaja… si dijo sonrojándose.

Dudaba que el mojigato de su novio le pidiera eso… mejor aprovechaba en separarlo para mi, para desvirgar ese pequeño pero ya algo trabajado anillo… si se excitaba mucho por como la cogía en su conchita, esperaba que por el ano tuviera el mismo efecto o mayor aun…

– Puedes seguir cogiéndome… es que se siente rico… me pidió como niña engreída que quiere que le compren algo.

Me había embebido en pensamientos de como inaugurarle el ano, que me había olvidado que la tenía empalada en la posición del perrito como parecía gustarle, y que ella está un poco incomoda girando el torso para verme mientras esperaba que la cabalgue…

– Uhmmm siii… exclamo excitándose de nuevo.

Hablando de cabalgarla, nuevamente la tome de su cabello ondeado y la tire hacia atrás mientras le castigaba sus nalgas con mi ingle, nuevamente Lucy se estremecía de placer… hasta que nuevamente un temblorcillo la recorrió…

– Ufff si…. Sigue… asiii… sigue… me pedía ella.

Esta chica parecía ser multiorgasmica, se venía y seguía en una oleada que le permitía continuar mientras otras chicas se ponen sensibles y necesitan un descanso, Lucy podía tener orgasmos continuos… lo que hacía excitante su entrega, sus gemidos, en cada penetración parecía que iba a llegar…

– Vennn… me dijo cuando quiso cambiar de posición.

Me atrajo sobre el borde de la cama, me hizo sentar… ella se arrodillo y me mamo la verga unos minutos, parecía súper agradecida de los orgasmos que le propicie… luego se paró y apoyo sus rodillas en los bordes de la cama… y se fue acomodando sobre mi verga, empalándose ella misma…

– Ayyy… siii… exclamo gustosa al sentir su carne abrirse en mi mástil.

Sin decirle nada, Lucy empezó a brincar gustosa sobre mi verga. Ahora tenía sus senos sobre mi rostro, no lo pensé dos veces y engullí uno de sus pezones, cosa que agradeció con un gran gemido y otro temblorcillo de placer…

– Que rico me tiras…ay siii….

Yo cambiaba de pezón a pezón mientras ella me abrazaba y seguía brincando cada vez más fuerte sobre mi tieso pene… en un momento en que sus alaridos eran muy sonoros, temí que fueran a escucharnos de otras habitaciones y quejarse… así que la tome del cuello y comencé a besarla… ahogaba gritos entre su lengua y la mía…

– Ayyy… otra vezzz…. Uhmmmm… exclamo Lucy arañándome la espalda.

Soporte el dolor que me distrajo un poco, porque yo también estaba llegando…

– Ufff… si… ya me toca… le advertí, sintiendo que me faltaba poco…

– No, no… vennn… me dijo.

Me tomo de la mano, mientras ella se colocaba en 4 sobre la cama, quería que terminara con ella en la pose del perrito… me jalo mi cintura para que yo no sea tímido y la penetre de nuevo… no me hice de rogar… la tome de la cintura y comencé a bombearla nuevamente por detrás, cada vez más rápido…

– Uhmmmm… uffff…. Uhmmm… gemía como loca.

Por momentos ladeaba el rostro y podía ver su rostro colorado, excitado y lleno de placer, mordiéndose los labios y pasándose la lengua, disfrutando completamente la experiencia… esta imagen… su tibia intimidad, sus gemidos, el hecho que ella misma empiece a culearme para que la penetre más fuerte… todo eso hizo que vaya llegando al clímax…

– Me vengo… le advertí

– Nooo… esperaaa… me pidió, parecía al borde de otro orgasmo.

Su mano izquierda que antes estrujaba las sabanas soportando mis embates, la paso para atrás, tomando mi mano sobre su cintura, mientras se apoyaba con el codo y brazo derecho sobre las sabanas, igual veía que las arañaba.

En principio, su mano izquierda sobre la mía me tomaba como apresurándome a que la castigue más fuerte y más rápido, y a medida que lo iba haciendo, Lucy me iba apretando, entendí que me transmitía su dolor y placer, mientras más fuerte, más rápido iba llegando…

Intente resistir más, pensé en cosas malas y demás… pero nada… diablos, me parece que ella ya llego varias veces, me toca a mí, me dije… pero…

– Ohhhh… Dannnyyy… uffff…. Uhmmm… se estremeció Lucy nuevamente, esta vez apretando más fuerte mi mano que tenía sobre sus nalgas, como para transmitirme todo su placer…

Para variar llego, para su suerte antes que yo, a los pocos segundos sentí que mi verga iba a explotar… así que saque mi verga de su vagina, mi pene comenzó a escupir su leche sobre sus muslos, su espalda y ella al sentirla, arqueo su espalda…

Liego el momento en que Lucy me soltó la mano… ella ya no podía sostener el equilibrio como antes, ahora se apoyaba sobre ambos brazos en la cama, con la cabeza escondida en las sabanas, cansada, complacida, respirando pausadamente.

Mientras yo detrás de ella hacia lo mismo, jadeando mientras recuperaba el ritmo de mi respiración, contemplando su silueta ancha en sus nalgas y estrecha en su cintura, delgado en su torso… subía y bajaba al ritmo de su respiración y se iba estabilizando de a pocos… Todo ello formaba un magnifico paisaje.

Más aun con mi tibio semen que se había empozado en la curvatura de su espalda ahora se desparramaba por sus muslos y espalda, cosa que no parecía importarle… en otros casos, algunas chicas se desesperan porque las limpien… mientras Lucy se enfocaba en disfrutar y dejarme disfrutar la experiencia y recuperarnos…

En un momento vi que Lucy con su mano hacia un gesto… podía ver 3 dedos…

– ¿Qué?… pregunte al no entenderle bien.

– Me hiciste llegar 3 veces… me dijo satisfecha, mientras se recostaba de lado en la cama.

– Pensé que fueron más… dije bromeando.

– Jajaja…. Si… fueron las que pude contar… dijo sonriendo.

Esa fue nuestro último encuentro en ese viaje… lo que viniera como ella dijo ”lo que pase luego depende de nosotros”… pensé que ahí terminaba la historia… pero nos dimos maña para seguir con nuestros encuentros a pesar de su situacion con su pareja…

Continuara…

Para contactar con el autor:

AdrianReload@mail.com

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