Las Profesionales – La sumisa de sus fantasías

El evento de caridad de la Asociación de Damas Empresarias de la Ciudad se desarrollaba en las nuevas instalaciones del distrito cultural de la ciudad. Un moderno complejo de edificios donado por varios filántropos y corporaciones se levantaba justo después del distrito financiero de la ciudad. La gran gala tenía por evento principal la presentación del Ballet Bolshoi.

Las figuras más importantes y celebridades de la gran ciudad estarían en la gala. La limosina del Dr. Duval se unió a la caravana de limosinas que desfilaban hacia la entrada principal del edificio, claro que esta ruta podía ser evitada, pero el hecho de que el Dr. Duval apareciera ante las cámaras aseguraba su status dentro de la sociedad.

Lentamente la limosina se aproximó a su destino siguiendo a las limosinas que la precedían, dentro Noris no había podido dejar de hablar desde que abordo el auto frente a su edificio en una de las zona residenciales de la ciudad.

– Esto es fantástico Dr. Duval, estoy taaaaan emocionada por la gala, llevo semanas imaginando esto. No me mal interprete pero el ganar el sorteo de la oficina era de las cosas que más anhelaba…Es que me han pasado tantas cosas maravillosas… El curso de perfeccionamiento ejecutivo fue fantástico, pero venir a esta gala es todo un honor acompañarlo… Puedo parecerle muy hablantina pero es que no puedo controlarme cuando estoy nerviosa… ¿Le molesta eso?

Duval le sonrió educadamente y el auto empezó a detenerse, un miembro del staff del evento se aproximó y abrió la puerta, ambos pasajeros bajaron y fueron recibidos por los fogonazos de cientos de flashes de las cámaras de periodistas y curiosos.

Noris se quedó petrificada, como un cervatillo ante las luces del auto que esta por arrollarlo, pero el Dr. Duval la tomó por la cintura y la hizo caminar por la alfombra roja, ella se relajó y caminó mientras sonreía ante las cámaras. La figura del Dr. Duval quedó en segundo plano mientras toda la atención se centró en una más de las hermosas mujeres que esa noche habían desfilado sobre la alfombra roja. Había sido todo un acierto el traer como compañía a Noris.

Sus zapatos de tacón de aguja soportaban sus torneadas piernas revestidas de elegantes medias de seda, que se escondían debajo del vestido de noche color plata, que remarcaba por un lado sus generosas caderas y sus redondeadas nalgas en un culo en forma de corazón, mientras que subiendo pasaba por su diminuta cintura e intenta cubrir por el frente alguna parte de los erguidos y redondeados pechos cuyos arcos y siluetas eran visibles a través de la fina tela y del prominente escote, su espalda completamente expuesta desde el cuello a la cintura revelaba que no tenia necesidad de un sostén para mantener erguidos sus senos.

Los periodistas de farándula se aproximaron para ver si se trata de alguna celebridad “digna” de ser mencionada, pero como no lo era solo se limitaron a mencionar algo de los recién llegados.

– “El Dr. Duval es uno de los más prominentes abogados de la ciudad, sus clientes se cuentan entre los más acaudalados ciudadanos… Vemos la siguiente limosina, podría ser a quien todos hemos estado esperando…”

Las cámaras enfocaron la puerta de la siguiente limosina mientras Mr. Duval y Noris alcanzaban la entrada y dos hermosas azafatas les recibieron con deslumbrantes sonrisas.

– Bienvenidos a la gala, serian tan amables de brindarme sus invitaciones.

El Dr. Duval extrajo del bolsillo de su saco una invitación y entregándosela a la hermosa chica y le dijo algo en voz baja, pero el ruido de la multitud no dejó que la chica le escuchara.

– Disculpe ¿cómo dijo?

El Dr. Duval la tomo suavemente de un brazo y le habló casi al oído para que la chica lo escuchara.

El rostro amable y feliz de la chica se volvió casi inexpresivo y sus ojos se tornaron vidriosos, tomando una carpeta de cuero rojo y revisó la lista de invitados, comparó el número cifrado de la invitación con el único y último número faltante en la lista, lo marcó con un bolígrafo y retiró de una caja una bolsa de papel en color metalizado, extrajo una tarjeta electrónica.

– Esto es para usted señor, utilice el último ascensor a la izquierda del pasillo y que disfrute el evento.

Sin decir más el Dr. Duval tomó los objetos y caminó al final del corredor, Noris caminó a su lado sin disimular su curiosidad por la bolsa, pues notó que sólo al Dr. Duval obsequiaron la bolsa en la entrada. ¿Serian esas bolsas con muestras y regalos de productos que solo dan a las celebridades?, con eso en mente entraron el ascenso y el Dr. Duval deslizó la tarjeta en un lector del panel del ascensor, las puertas se cerraron y la boca de Noris volvió a abrirse.

– Aun no puedo creer la suerte que he tenido Dr. Duval, me encanta todo esto… y pensar que la licenciada Gissel estaba convencida de que ella serie quien le acompañaría… la ganadora… yo compré… yo compre, este vestido hace…. dos… tres…

En la entrada del evento la chica que los había atendido continuaba con su mirada vidriosa, recogió la carpeta roja y extrajo el documento y sin decir nada abandonó su puesto rumbo a los sanitarios. Entró en uno de los privados y siguió diciéndose a si misma en voz muy baja “soy una cualquiera, soy una puta cualquiera que debe obedecer”. Sentada en el sanitario extrajo la lista de su bolsillo y rompiéndola en varios pedazos pequeños empezó a comerlos mientras sintió que un orgasmo estaba comenzando a hacer temblar su cuerpo, cuando tragó el último pedazo de papel un orgasmo monumental la hizo gemir y mojarse toda dentro del baño.

En cuanto las puertas del ascensor se cerraron la música instrumental empezó a sonar y Noris intentaba concentrarse y recordar de lo que hablaba, no podía mantener su línea de pensamiento y cada vez le era más difícil pensar. Parpadeos y alguno que otro leve gesto de negación, era todo lo que su cuerpo podía hacer para intentar reaccionar y despejar el estado de aturdimiento en que poco a poco iba hundiéndose.

– Sí… hace dos… semanas… lo compré, la licenciada Gissel… decía… ganar… me gustaría ver su cara… cara… ahora…Gissel…

Noris estaba tan concentrada en recordar y pensar que no se percataba que el ascensor empezaba a marcar SS-1 o SS-2, mientras se iba hundiendo en las profundidades del edificio justo como su mente consciente se perdía en el limbo. Cuando el ascensor marcó SS-4, Noris era incapaz de generar un pensamiento voluntario, en cambio empezó a repetir una orden que había estado escuchando en mensajes subliminales ocultos en la música del ascensor.

Una y otra vez se repite a si misma.

– “Dejar de pensar. Obedecer es placer, solo soy una boca, un culo y un par de tetas que no piensa”

Al llegar el ascensor al nivel SS-5 y abrirse las puertas, el Dr. Duval salió del ascensor sosteniendo una cadenilla de plata enganchada a la argolla del clítoris de Noris, la cadena subía por su plano abdomen y se perdía entre sus senos para reaparecer y entrar en la argolla de plata del collar de cuero que ahora usaba Noris al cuello, en una plaquita plateada puede leerse el nombre de la linda mascota “Nini”. La cadena y el collar de cuero, junto a los zapatos de tacón de aguja, las medias de seda y las ligas era todo cuanto ahora vestía Nini; Su vestido, accesorios, cartera, braga y celular, ahora estaban dentro de la bolsa de donde el Dr. Duval había sacado el collar y la cadena y la plaquita para ella.

En la vacía cabecita de Nini, alguna que otra idea intentaba formarse sin éxito.

– “… boca y un par de tetas… frío… desnuda… obedecer es placer…. solo una boca, un culo y un par de tetas… la licenciada Gissel… dejar de pensar…”

De haber estado conciente Nini se hubiera sorprendido al salir de ascensor y encontrarse cara a cara con la licenciada Gissel… o como decía la plaquita que colgaba en el collar de la licenciada, “Gigi”, Gigi les recibió con una sonrisa.

– Bienvenido a la gran gala, ¿puedo guardar sus cosas o ayudarles en algo más?

Diciendo esto Gigi sacó su lengua de su boca, se lamió los labios mientras los observaba expectante, a diferencia de Nini, Gigi usaba un sostén de encaje que no terminaba de cubrir sus enormes tetas argolladas, la prenda era del mismo color que sus diminutas bragas que con un pequeño triangulo de tejido transparente simulaba cubrir su vulva, mientras por detrás el hilo dental se encajaba y perdía en medio de sus redondas, paraditas y carnosas nalgas, sus ligueros y sus medias vestían sus piernas que calzaban sus tacones de aguja de4 pulgadas.

Duval sintió como su verga se empezó a endurecer al ver a ese hermoso para de hembras vestidas como simples putas, sabiendo que en ese momento ellas solo pueden pensar en ser usadas como meras muñecas sexuales, dispuesta a complacerlo en el momento en que el chasqueara sus dedos y les diera una orden. El poder que ejerce sobre la anulada voluntad de ambas chicas es abrumador y se proyectaba en lo erecto de su verga, no se cansaba de ver como aquellas chicas que le sonreian y miraban, como si el fuera lo único que existiera en el mundo, se olvidaban de sus carreras, logros académicos, sus vidas estables y tranquilas y solo se convierten en esos dos lindos juguetes sexuales que lo observan esperando sus ordenes, sin necesidad de pensar o preocuparse por su destino, pues para ellas es Duval quien mejor puede decidir sobre sus vidas.

– Gracias Gigi, guarda esto para mi, ya te avisare si necesito usarte.

Gigi tomoo la bolsa metalizada de las manos del Dr. Duval y retiroo de un anaquel una pequeña pieza de plástico blanco con un broche y el número 34 grabado en el plástico. Duval tomoo en broche y lo enganchoo al argollado pezón de la teta izquierda de Nini que continuaba de pie semidesnuda esperando la siguiente orden a la entrada del evento sin siquiera prestar atención a lo que pasaba a su alrededor.

Duval siguió observando a ambas putas semidesnudas y recordaba la sesión en su oficina, donde Nini y Gigi en un rico 69 compitieron una contra la otra en medio de la mullida alfombra para ver quien de ellas hacia que la otra se agotara primero de tantos orgasmos, mientras tanto Duval sentado en su escritorio se cogía a Sofía y a Daniella, las dos más hermosas y las mejores abogadas de su firma.

En total cuatro de sus sumisas disfrutando de una rica sesión de sexo de oficina mientras sus otras empleadas continuaban sus tareas diarias. Desde hacia un par de semanas todas y cada una de las secretarias, recepcionistas, abogadas y pasantes que laboraban en ese piso de la firma habían sido condicionadas como sumisas esclavas y “el nivel superior” como lo llamaban había sido aislado del resto del edificio accediendo a el solo con invitación especial o con el pase de seguridad del sistema de ascensores.

Mientras dos hermosas recepcionistas, vestidas en ceñidos y provocativos atuendo ejecutivos que realzaban sus curvas, atendían las llamadas o firmaban los documentos que otra chica “del nivel superior” les traía de los pisos inferiores, Daniella estaba a cuatro patas en la mullida alfombra comiéndole el culo a Sofía y le lamia los huevos a Duval. Sofía solo seguía gimiendo y prácticamente gritando de excitación mientras una y otra vez la verga de Duval bombeaba su coño. Afuera en el lobby de las oficinas, una de las recepcionistas se levantaba y caminaba hacia las puertas dobles, pasó su tarjeta de seguridad y entró a las oficinas contoneando su redondeado trasero mientras sus tacones de aguja marcan con un “clac clac” cada uno de sus pasos que la iban llevando a través de los cubículos donde la mayoría de sus compañeras, redactaban informes, respondían emails, actualizaban bases de datos de clientes o simplemente se masturbaban observando y escuchando videos de adoctrinamiento, todas desnudas o solo vistiendo algunas piezas de encaje o lencería fina.

La recepcionista llegó hasta un escritorio al final del pasillo, colocó un sobre en la bandeja de “documentos entrantes” y se quedó observando un momento a su compañera que con una mano se empujaba un dildo en el coño, con sus piernas separadas y colocadas sobre los apoyabrazos de la silla, y con la otra se acariciaba las tetas. La recepcionista sintió ese rico hormigueo en su coño y sintió como se endurecían sus pezones. Inclinándose sobre su compañera, le plantó un beso de lengua mientras le acariciaba el húmedo clítoris, el beso se prolongó hasta que la chica alcanzó el orgasmo y casi sin aliento la chica sentada le dijo:

– “Gracias… era justo… lo que necesitaba”

Sonriendo la recepcionista se apartó de ella y lamiendo la humedad de sus dedos se despide diciéndole:

– “De nada, es todo un placer para mi”

Rato después era Daniella la que separaba sus carnosas nalgas con sus manos, mientras sus pechos se aplastaban en la sobremesa del escritorio de madera fina de Duval, sus piernas calzadas en tacones de aguja apenas tocaban el suelo. Duval estaba de pie detrás de ella metiendo y sacando rítmicamente su verga en el mojado coño de la abogada, con una mano le sostenía la nuca o tiraba de los cabellos mientras que con la otra mano jugaba con sus pechos o le nalgueaba el trasero, Daniella gemía desesperadamente y soltando sus nalgas se aferraba al escritorio al sentir el siguiente orgasmo. Sofía estaba desnuda con sus piernas sobre los apoyabrazos de una silla ejecutiva, se metía un dildo doble en su coño mientras observaba a las cuatro personas que cojian frente a ella en la oficina, con una mano se insertaba el dildo en el coño y se bombeaba una y otra vez, con su otra mano se sostenía las tetas y se lamia y mamaba los pezones.

Duval la observaba mamarse las tetas y chasqueando los dedos hizo que Sofía se sacara el dildo, se levantara y subiera al escritorio justo después que Sofía se colocara boca arriba, Duval entraba y salía del coño y culo de Daniella mientras Sofía le ofrecía sus tetas que sostenía con sus manos mientras se sentaba en la cara de Daniella que se esforzaba por chuparle y lamerle el coño en cada embestida que Duval le daba. Los tres conectados Duval penetrando a Daniella, Daniella mamando el coño de Sofía y Sofía besando a Duval y ofreciéndoles sus senos a Duval que mamaba, lamia o los mordía suavemente hasta escucharla gemir.

Gigi y Nini seguían en el suelo temblando y sus gemidos se apagaban al mamarse mutuamente los coños, Duval no resistió más y separándose del escritorio se sentó en su sillón y las entrenadas Sofía y Daniella se bajaron rápidamente del escritorio y se colocaron a 4 patas frente a las piernas abiertas de Duval, se intercalaron entre lamerle los huevos y la verga de Duval hasta que levantándose un poco Duval descargó su semen sobre los rostros de sus bellas abogadas, que recibieron la leche complacidas y luego se limpiaron una a la otra con sus lenguas. Cuando estaban totalmente limpias se besaron e intercambiaron su saliva y el semen entre sus bocas.

Finalmente Gigi empezaba a gemir sin control, mientras Nini permanecía pegada al coño de Gigi como se le había ordenado, Gigi empezaba a respirar tan fuerte como podía y sus orgasmos terminaron por agotarla, perdiendo su oportunidad de acompañar al Dr. Duval a la gala.

Daniella y Sofía se levantaron y observaron a las otras dos putas tiradas en el suelo. Tomaron a Gigi la retiraron de encima de Nini, la dejaron desnuda y aturdida a un lado de la oficina. Volvieron y ayudaron a levantarse a Nini y entre las dos la colocaron en medio y la cubrieron de caricias y besos mientras la iban acercando al escritorio de Duval. Desde su espalda Sofía le sostuvo la cara a Noris y Daniella se le aproximó desde el frente y sosteniéndole los pechos la besó y poco a poco abriendo sus bocas depositó el coctel de salivas y semen en la boca de Nini que lo acepto sin resistencia.

Ambas acercaron sus bocas a los oídos de la excitada y aturdida Nini y le ordenaron:

– Trágalo.

Nini tragó todo y finalmente sintió como cuatro manos la hicieron arrodillarse frente a la silla donde Duval seguía sentado observando el espectáculo, la verga de Duval permanecía semi erecta húmeda y brillante y a una orden Nini se encargo de limpiarla.

Había pasado semana y media desde aquella agradable tarde en la oficina del Dr. Duval. Diariamente Nini iba a mamarle la verga a Duval a su oficina y luego pasaba el día mirando el video de la presentación del ballet mientras se masturbaba y grababa en su memoria cada detalle de la presentación que sin duda comentaría una y otra y otra vez hasta colmar la paciencia de quien tuviera la mala suerte de escucharla o de sentarse junto a ella a la hora del almuerzo.

Chasqueando los dedos Duval volvió a la realidad a Nini que parpadeó un par de veces y preguntó.

– ¿Hay algo que quisiera que haga por usted?

– Solo se una buena y linda puta Nini (Noris) y quédate en silencio, esa boquita pronto la usaremos para otras habilidades tuyas. Por el momento pongamos ese cerebro y esa lengua de vacaciones.

Ambos entraron a una enorme habitación muy bien iluminada y con una elegante decoración, por todo el lugar encontraron a varias personas, muchos hombres en su mayoría de mediana edad, y algunas mujeres, en su mayoría ellos vestían de saco y corbata o smoking los hombres y las damas con finísimos vestidos y hermosa joyería de diseñador. Entre ellos desfilaban por lo menos una docena de hermosas profesionales vestidas en lencería y minivestidos que simulan trajes de empleadas francesas, muchas de ellas eran compañeras de oficina de Nini, algunas repartiendo copas y aperitivos en bandejas de plata, otras dedicadas a mamar las vergas o los coños de los y las clientes presentes.

Por toda la amplia sala estaban distribuidas plataformas iluminadas sobre las cuales se exhibían piezas o en este caso chicas en posiciones sugerentes, algunas inmóviles otras más interactivas conectadas a máquinas que bombeaban sus coños o culos con dildos, otras se masturbaban solas, con su mirada perdida o intercambian caricias y besos con la compañera de plataforma que les habían asignado.

Todas luciendo su collar de cuero, denudas o en lencería fina, pero todas en una teta o una nalga llevaban escrito en tinta roja escarlata un número grande compuesto de cinco cifras separadas por guiones “014-9-2” los números correspondían a Número de Pieza, Lote y Tipo de sumisa.

En cada una de las plataformas un letrerito anunciaba al público asistente: “Queda prohibido no tocar las piezas en exhibición”. Siguiendo estas instrucciones se podía ver a varios invitados, acariciando los culos o tocando las tetas de las sumisas. Los gemidos de las sumisas se mezclaban con las hermosas notas de música clásica interpretados por un cuarteto de cuerdas donde destacaban la primera violinista de la sinfónica de Paris, obviamente todas ellas estaban desnudas mientras tocaban.

Sobre una de las amplias e iluminadas plataformas Ximena y Kimaura, ahora Xixi y Kiki, deleitaban al público con su tercera rutina programada en sus cerebros. Era el turno de Xixi arrodillada mirando al público, sus piernas separadas permitían ver perfectamente su depilado y argollado coño, su espalda se arqueaban haciendo resaltar sus bellas tetas que subían y bajaban rítmicamente acompasadas con su agitada respiración, su cabeza ladeada a la izquierda hacia que su dorada melena cayera en cascadas de rizos hacia su pecho, su boquita emitía gemidos de placer y se mantenía entreabierta dejando espacio para que su lengua saliera seductoramente y humedeciera sus carnosos labios mientras en sus ojos color avellanados verdosos la lujuria que proyectaban no dejaban duda a que la penetración que recibía en su culo por parte de un dildo atado a la cintura de Kiki, arrodillada a su espalda, la estaba haciendo pasar un momento de suprema delicia sexual.

Duval avanzaba sosteniendo la cadena de Nini que caminaba tras su dueño, sus pechos se bamboleaban al igual que sus nalgas se mecían con cada paso de los estiletes que rítmicamente hacían un “clac clac” en los pulidos pisos de mármol italiano, Nini solo sentía la leve presión de la cadena que la guiaba atada a su cuello y conectada a su argollado coño, se detuvieron frente a la plataforma y Duval observó complacido como otras dos de sus hermosas empleadas y mascotas, que diario le atendían en su firma de abogados, ahora eran parte de la exposición de sumisas.

Kiki embestía lenta y rítmicamente a Xixi, mientras le besaba el cuello le lamia el lóbulo de la oreja o se besaban y jugaban con sus lenguas, mientras sus manos recorrían la erizada piel de Xixi o simplemente se detenía sosteniéndole los senos con una mano e introduciéndole los dedos en el encharcado coño de Xixi que hacían subir el sonido de sus gemidos para el deleite de los presentes.

Entre los presentes Mr. Loggan y su esposa conversaban mientras acariciaban a una chica de aspecto latino, piel canela y cabellos oscuros al igual que sus ojos, su cuerpo trabajado con ejercicios y un aumento de senos por medio de nano máquinas estaba cubierto por un elegante juego de lencería blanca que contrastaba con su piel canela. En la plaquita de su collar se puede leer “Cuca” (Coño), Dennis Sandoval se mantenía de pie sonriéndoles a sus amos. Loggan le acariciaba el trasero mientras su esposa tomándola de la cintura le plantaba un beso de lengua que la dejó casi sin aliento, al soltarla le dijo a su esposo.

– Que ricura de chocolate latino me conseguiste amor, besa tan rico… no me aguanto las ganas de llevarla a casa.

– Tranquila, si todo sale bien en la junta, la tendremos para nosotros por mas de un año, podremos hacerle todo lo que quieras y tendrás tiempo de sobra, solo espero que no te aburras de ella.

– ¿Aburrirme de ella, ya la viste bien, viste ese trasero y esa tetas es casi como la esposa de ese cantante latino, la del reality show de los chicos cantantes? ¿Podemos comprarle un vestido blanco como el que uso ella cuando bailo en el show y que nos baile a nosotros?

Loggan le sonrió al verle brillar los ojos a su esposa como si fuera la mañana de navidad para una niña y le dice:

– Claro que la vi. La escogí para ti tal como te gustan, claro que podemos comprarle todos los vestidos y juguetes que quieras para divertirnos con ella.

– Por eso te amo…

La Sra. Loggan metiendo su mano dentro de las bragas de encaje de Dennis, metió sus dedos en el coño de “Cuca” y jugando con ella mientras se acercoo a su esposo y lo besoo apasionadamente y Dennis siguío allí totalmente desconectada de la realidad, sintiendo como sus pezones se endurecían y su cuerpo reaccionaba a las caricias de sus amos.

En otra esquina el Sr. Hasegawa y su asistente Akemi Miyake conversaban con Mr. Baxter que sostenía las cadenas de sus hijastras que estaban a cuatro patas una a cada lado de él. Ambas chicas solo visten medias de seda a media pierna, un par de collares de perras del que cuelgan sus respectivas plaquitas y en sus culos llevan insertados dilatadores anales que tienen forma de colas de perro que al ser de hule con cada movimiento que hacen las chicas se mueven de lado a lado como si de perras felices meneando la cola se trataran.

– Debo felicitarlo James-San, sus hijas son tan hermosas y deseables como lo es su esposa Sussy, por cierto ¿por qué ella no se encuentra aquí con nosotros?

Las chicas esperan su siguiente orden a 4 patas mientras sus coños se humedecen y sus tetas cuelgan por la gravedad, tienen prohibido hablar pero son perfectamente consientes de todo lo que pasa a su alrededor.

– Le agradezco sus palabras Sr. Hasegawa, tengo a la puta de Sussy arriba en el evento haciéndose pasar por una empresaria modelo, siendo parte de la organización y la sociedad. Eso es muy bueno para las relaciones públicas. En un rato bajara para ponerse a 4 patas junto a sus hijitas.

– Realmente parecen gemelas…

– Es cierto, son muy parecidas físicamente, la puta de Sussy no espero mucho tiempo para salir preñada de su siguiente cachorra. Para identificarlas mejor les he escrito sus nombres en la frente así sé exactamente cual me chupa la verga y a cual le estoy comiendo el coño.

Escrito en lápiz labial se podía leer Sammy y Mely en las blancas pieles de las frentes de las hermanitas Baxter, mientras ambos hombres ríen, a su lado otro grupo de personas conversaban animadamente. Vestida como todas las otras sumisas Michelle Vanderburgh estaba de pie junto a la juez del tribunal superior de justicia, nominada a ser juez de la suprema corte, Robert Sagel las observaba y les comentaba.

– Como le comentaba su señoría, Mimi ha sido una de las mejores adquisiciones que hemos tenido, nos ha funcionado perfectamente en cada una de las tareas que le hemos asignado. Si no fuera por el contrato que hemos firmado le pediría que me la cediera por un tiempo más.

– Créeme Robert por el gran trabajo que has hecho te la cedería, pero no puedes imaginar las ganas que me he aguantado de tener a esta belleza de rodillas frente a mí, no solo esta temporada que ha pasado en tus manos. Era una verdadera tortura el verla en mi tribunal contoneando este culo, una tortura total soñar con poder cogérmela en mi despacho y mantener la compostura ante todo el tribunal… y ahora.

La Jueza sostenía la cara de Mimi que, con solo el contacto de las manicuradas manos de la jueza, empezó a mojarse como una perra. El Dr. Duval llegoo junto a ellos y saludándoles se unió al grupo mientras Robert, levantando la mano, llamó la atención de una de las desnudas meseras que lleva las copas de champagne. Duval alegremente saludó a Robert.

– ¿Mi querido Robert, como has estado?

– Duval, siempre a tiempo y veo que estrenando tu nuevo juguete. Fue una excelente elección. Permíteme presentarte a Su Señoría Jean Marie DeCroix.

– Es un gusto finalmente conocerla Su Señoría, veo que recibió el encargo que solicitó a Robert.

– Un gusto Dr. Duval, igualmente veo que tiene un excelente gusto para escoger sus acompañantes.

– Honestamente la idea original fue del amigo Robert que siempre esta atento a ver el potencial de nuestras profesionales.

La semidesnuda Dra. en Psicología Carol Arellanos se acercó al grupo y ofreció una copa a Robert y a Duval, ella observaba a Robert excitada y deseosa de obedecer, parecía mentira que solo un par de años antes la misma Carol Arellanos habría estado disfrutando una copa y de alguna de las sumisas que esa noche llenaban el lugar. Carol había sido parte fundamental del sistema de captura de candidatas.

Lamentablemente todo había salido mal cuando en una sesión de adoctrinamiento a una candidata, mientras una sumisa le comía el coño a Carol, la joven profesional empezó a contarle como había empezado a obsesionarse con tener sexo con su compañera cuarto, otra joven en proceso de conversión. Carol sentada en el sillón de su escritorio la miraba comerle el coño, anotó en su blog de notas que los mensajes subliminales que motivaban en la chica el interés por el lesbianismo estaban funcionando como estaba planeado, al terminar las notas le pidió que describiera a su amiguita:

– “¿Dime como es físicamente esa otra puta, zorra, mama coños que es tan sucia como tú?”

Sacando la lengua del húmedo coño de Carol la chica dijo lo único que Carol no esperaba escuchar. Con la boca cubierta de las babas del coño de Carol la chica dijo:

– “Ella es como la chica de la foto”

Sobre uno de los muebles del consultorio de Carol estaba la foto de Carol abrazada a su hija Jennifer, ambas parecerían hermanas, con sus facciones finas y delicadas y sus cabellos castaños casi rubios. Jennifer hacia dos años que había escapado de casa y Carol había perdido completamente el rastro de su rebelde hija.

– “¿Tu amiga se parece a esta chica?”

– “Si mi señora, mi amiga Jennifer se parece a la chica de la foto, ahora es más tetona, su cabello es negro y viste estilo gótico… y es… solo una puta, zorra, mama coños como usted lo dice mi señora, justo como lo soy yo”

Carol apartó a la chica de su entrepierna empujándola con uno de sus pies, que apoyo en uno delos hombros de la sorprendida y aturdida perra. Cerrando sus piernas tomó el primer teléfono que tuvo a mano.

Ese fue el comienzo del fin para Carol Arellano, inmediatamente solicitoo una reunión con Robert para suspender el proceso de adoctrinamiento de su hija y que se la entregaran, Robert le recordó que una vez iniciado un proceso era casi imposible volver a una profesional a su estado original. Lamentablemente ya su hija había terminado el proceso y había sido comprada por uno de los socios.

Carol Arellano en ese momento tomoo la decisión de destruir todo lo que se había logrado en años de trabajo de Industrias Fredensborg, grupo del cual ella formaba parte del consejo directivo. Para tal fin lo único que pudo idear fue contactar a una de sus mejores amigas, miembro del sistema de justicia de la ciudad. Junto a ella y con todas las pruebas que Carol tenía en su poder sería muy sencillo destruir a las Industrias Fredensborg.

Carol sintió como sus pezones argollados se hacían mucho más duros al sentir la presencia de Robert a su lado y Robert le dijo a Carol.

– ¿No vas a saludar como es debido a tu amiga Jean Marie?

La excitada Carol colocó la bandeja de copas en una mesita cercana y cayo de rodilla frente a su antigua amiga que obviamente no le ayudo en nada a destruir a Industrias Baxter, inclinándose empezó a besarle y a lamerle los zapatos a la juez, mientras Robert comentaba.

– Pensar que ella podría estar disfrutando de la velada, una lástima que tomo el camino equivocado, ¿no quiere usarla un rato su señoría?, puede llevarla con usted, total usted la trajo a nosotros.

– Tranquilo Robert, creo que con mi Mimi tengo de sobra para entretenerme y bueno a Carol estoy algo cansada de usarla.

Carol se levantaba en el preciso momento en que el Dr. Barreto se unía al grupo, obviamente el desconectado cerebro de Carol no lograba reconocer a su propia hija, que ahora era el juguete gótico de su antiguo socio el Dr. Luis Barreto. El cual llevaba en la mano la cadena de Jennifer, que esa noche lucia un juego de látex, negro a dos piezas, que contrastaba con su piel clara pero marca perfectamente todas las exquisitas curvas de su cuerpo.

– Parece que llegué en el mejor momento. Jennifer no vas a saludar a Mami Carol.

– Como usted diga señor.

Jennifer se colocó frente a su madre y tomándola por la cintura le besó apasionadamente y con su lengua empezó a explorar su boca mientras las manos de ambas hembras se acarician mutuamente. Finalmente Jennifer rompió el beso y Carol sintió como su coño escurría jugos al sentirse la más puta de las perras reunidas en esa sala.

– Es un gusto verlos reunidos a todos esta noche, espero gocen la velada y nos reuniremos en un par de minutos en el consejo directivo, con su permiso debo atender detalles del evento tras bastidores.

Luego de despedirse, Robert tomando un corto camino pasó a través de los asistentes a la exhibición y de las sumisas en sus plataformas. Un poco más allá del área de exhibición se encontró en un corredor donde de lado y lado, habían nichos o cavidades donde podían verse entre 15 a20 sumisas repartidas en ambas paredes, cada una de las sumisas estaba de pie, vestida solo con la lencería habitual y todas ellas numeradas y con letreros “Tester”. A ambos lado del final del corredor había puertas que brindan acceso a salas cómodamente amuebladas para que los asistentes probaran las habilidades de cualquiera de las sumisas seleccionada.

Robert caminaba por el pasillo poniendo cuidado a cada una de las sumisas, rubias, latinas, morenas, asiáticas, cada una de ellas llevando al límite su belleza. Cirugías estéticas, tratamientos dentales, limpiezas faciales, programas de ejercicios, todo un proceso diseñado para crear las mascotas esclavas hermosas y perfectamente deseables que estaban frente a él. Había sido un trabajo duro el seleccionar a todas esas candidatas y reconvertir sus deseos hasta lograr que no pensaran más que con sus coños, sus culos y sus tetas, esa noche muchas de esas chicas terminarían el “ciclo captura” y empezarían su nueva vida.

Robert sigioo el pasillo y en medio del camino se encontr con un hombre que por su aspecto rondaba los 40 años, vestido con un juego sastre de diseñador italiano y con aspecto de total fascinación, mientras observaba a una chica de cabellos castaños oscuros y ojos verdes que descansaba dentro de uno de los nichos de exhibición.

Colocándose al lado del cliente Robert contemploo a la chica y simplemente le comentoo al hombre.

– Es su primera vez en una gala por lo que veo.

El cliente sale de su contemplación al escuchar a Robert y algo apenado le contesta.

– Sí, sí es mi primera gala… No me canso de admirar estas bellezas.

– Tranquilo todos pasan por lo mismo, se nota que es principiante en esa expresión de un niño en medio de una juguetería.

Ambos ríen al admirar a la muñeca que con expresión distante seguía de pie frente a ellos, sus pechos desnudos subian y bajaban al compas de su respiración, su piel era casi perfecta, y ese casi era solo por unas hermosas pecas de un color levemente más oscuro que su piel que cubrían parte de sus pechos y algunas pintaban su nariz y mejillas, esas pecas junto a su larga melena de tono castaño que caía en cascadas de rizos por su espalda y parte sobre sus pechos, le daban un aspecto exóticamente felino. Las manos de la chica descansaban a ambos lados de sus apetitosas caderas justo debajo de una cintura esculpida a base de semanas de ejercicios en el gimnasio y una dieta que seguía al pie de la letra. El paquete lo completaba un apetecible par de labios vaginales con su vello púbico recortado, un trasero paradito y de nalgas firmes y unas piernas torneadas y tan largas como el suspiro que soltarían algunos al verla caminar.

– En verdad son unas bellezas, nos esforzamos mucho por sacar de cada una de ellas ese toque especial que las hace perfectas. ¿Le gustaría probar el producto?

– Oh gracias, pero no creo que tenga el crédito suficiente para probar una de las chicas de esta sección.

– Tranquilo mi estimado amigo, no hay nada más frustrante que ver y no tocar.

Diciendo esto Robert deslizó una tarjeta en un lector colocado al lado de la chica y parpadeando, los ojos de la sumisa volvieron a enfocar y su expresión se volvió más felina que antes, moviéndose casi en cámara lenta su pierna bajo del escalón donde estaba colocada y se paró frente a los hombres que la admiran y con una sonrisa dijo.

– Hola, ¿puedo servirles en algo?

Su acento extranjero sumado a su lenguaje corporal y al embrujo erótico que irradiaba, no hacen mas que ayudar a la visible erección del cliente que no dejaba de verla. Robert se le acercó a la chica y sacando una agenda electrónica le dijo.

– Hola, hoy vas a atender a mi invitado y le harás pasar la mejor noche de su vida. Le acompañaras a un privado y le mostraras todo lo que has aprendido.

Mirando al invitado con una lujuria que se incrementaba con cada segundo la chica contestó.

– Así lo hare señor.

El cliente miroo a Robert y sin encontrar palabras para agradecerle le dijo.

– Como puedo… gracias, pero..

– La casa invita.

– Gracias… ¿cual es el nombre de la chica?

– En verdad eso no tiene la menor importancia, pero si gusta, ¿Dígame cual es el nombre de alguna novia, compañera, amiga, profesora o familiar que nunca pudo poseer, que se hizo la difícil o que siempre tuvo ganas de usar como a una prostituta barata?

La pregunta tomoo desprevenido al cliente y su expresión de sorpresa poco a poco fue cambiando mientras con deseo miraba a la chica y dijo.

– Leticia.

Robert accionoo su agenda y escribiendo algo en ella activoo un par de botones más, en la chica sus ojos se nublaron un poco, reaccionando un segundo después parpadeando una o dos veces y dirigiéndose a la chica Robert le ordenoo.

– Leticia, escolta a mi invitado a un privado, has lo que se te ha ordenado y lo que el pida.

– Si mi señor.

La chica tomoo del brazo al cliente y Robert los vioo alejarse por el pasillo rumbo a uno de los cuartos privados. Finalmente la última puerta del pasillo lo condujo a una especie de anfiteatro donde estaban reunidas muchas personas, hombres de saco y corbata, y algunas mujeres elegantemente vestidas, todos sentados observando el escenario donde una sonriente María Patricia Zurita anunciaba el siguiente lote de sumisas, sus características y los precios iniciales de subasta…

– La siguiente pieza está numerada “024-9-3”. Alias Lissy, es arquitecta de profesión, tiene 23 años, cuenta con el paquete estándar de conversión, obediencia, sumisión y con preferencias bisexuales. Se le han mejorado quirúrgicamente senos, labios y pómulos, el precio inicial de esta pieza es de $ 656,000 dólares americanos.

Lissy apareció en el escenario vestida de traje sastre tipo ejecutiva y poco a poco fue caminando y desvistiéndose, soltando su cabello rubio y quitándose el saco gris que reveló sus hermosas tetas cubiertas por un sostén de encaje de media copa que no lograba ocultar su pezones, el bamboleo natural de sus nuevas y grandes tetas no deja la menor duda a los presentes que esos pechos están libres siliconas. Luego fue el turno para su falda a juego con su saco, al caer al suelo la falda reveloo sus medias sostenidas por ligueros y sus piernas calzadas en tacones de aguja, ella no llevaba bragas y empezó una rutina de poses programadas en su cerebro para seducir al público. Varias ofertas empezaron a llegar de la sala de subastas y los clientes vía online se disputaban la compra de la sumisa.

Todos podían ver a la nueva Lissy, semidesnuda en medio del escenario, sus grandes pechos subiendo y bajando por la excitación de mostrarse tan puta y caliente ante todas esas personas. Cada movimiento de su escultural cuerpo era un ataque directo al libido de los presentes, su cintura estrecha y sus nalgas respingonas invitaban a ponerla a cuatro patas allí sobre el escenario y llenarle todos sus orificios. Sus cabellos caían en cascadas doradas por su espalda y por el frente, hacia tanto que el tono castaño claro original de su cabello había desaparecido, al igual que desapareció el prejuicio de Lissy a pensar que las rubias eran tontas… tontas rubias tetonas. En realidad la mayoría de los pensamientos independientes y la conciencia de Lissy habían desaparecido, lo importante era que ahora ella se sentía perfectamente feliz con ser la rubia de pechos grandes y carita angelical que todos miraban y deseaban llenar de vergas.

La puja se hizo más fuerte y algunos clientes desistieron de ofertar cuando la subasta por Lissy alcanzó la cifra de $896,000.00.

Robert con una sonrisa se fue tras el escenario a revisar el siguiente lote en subasta mientras los minutos siguieron corriendo y el precio por Lissy siguió su marcado ascenso, ella ya estaba en el suelo del escenario masturbándose frente al público y gimiendo, lo que motiva una siguiente oleada de ofertas.

La siguiente sumisa en lista de subasta era la oficial de policía Vanessa Harper pero hacia unos minutos Robert había ordenado retirarla de la subasta pues un comprador había hecho una muy generosa oferta después de probar a Vanessa en uno de los privados. Ahora Vanessa permanecía tras el escenario de pie y en silencio total, con su mirada perdida y su cerebro apagado mientras vestía un ridículo disfraz que simulaba su uniforme de reglamento. Su blusita azul marino de latex con su plaquita de plástico no lograba retener su enorme par de tetas y justo debajo de esas dos bellas masas de carne, un desnudo torso muestra el perfectamente trabajado abdomen y seguidamente otro pedazo de latex azul marino intentaba simular un pantalón policial que se insertaba en su coño por delante y se adhería a sus nalgas redondas nalgas por detrás. Rematando todo el atuendo un cinturón de cuero de estilo policial colgaba de su cintura pero a diferencia del que usualmente llevaría ella, de ese cinturón colgaban varios dildos de diferentes tamaños y formas.

Lastimosamente los clientes se quedarían con las ganas de ver la presentación de Vanessa que esperaba a que su nuevo dueño pasara por ella. Su carita bonita apuntaba levemente al suelo, ladea su cabecita dejaba escapar de su boca entreabierta un hilillo de saliva que mojaba sus enormes pechos de piel de ébano, sus piernas separadas dejaban ver como el pantalón de latex se encajaba en su coño y sus torneadas piernas terminaban calzadas en unas botas negras de cordones blancos con altas plataformas de tacón.

Robert no podía rechazar la compra directa de Vanessa pues el acaudalado hombre de negocios era literalmente dueño de una prospera ciudad del sur, en los últimos meses había estado haciendo muchas compras de jóvenes sumisas, al grado de conocerlo como el Señor de las Muñecas. Todas sus compras se habían mudado y empezado a trabajar en la ciudad que él estaba construyendo, entre las sumisas compradas figuraban una maestra de primaria, una bibliotecaria, una doctora, y dos abogadas. De estas dos últimas una de las abogadas había sido un pedido especial diseñada y programada exclusivamente para seducir, complacer y entretener a la esposa del Señor de las Muñecas.

La esposa no sabia nada de las actividades extramaritales de su esposo, y mientras él se decidía si incluir o no a su esposa en su colección de muñecas, la abogada se encargaba de ocupar el tiempo libre que su esposa tuviera. Ahora Vanessa se mudaría de ciudad y formaría parte del cuerpo de policía del lugar y de la creciente colección de muñecas. El cliente estaba deseoso de ser detenido por Vanessa y que ella intentara darle una infracción, él conseguiría la forma de convencer a Vanessa y arreglar el asunto de otra manera.

Dejando a Vanessa sola de pie en una esquina tras el escenario, Robert no pudo evitar mirar como sus enormes tetas casi hacían estallar su camisita azul en su uniforme policial, le acarició el redondo trasero y se alejó de ella rumbo al siguiente lote en subasta.

Finalmente un potentado Sheik compró a Lissy, la cual bajo del escenario completamente exhausta pero feliz de ser una buena chica y demostrar todo lo que aprendiera en las últimas semanas.

Así terminaba el “ciclo de reconversión” de Lissy, ella no recordaba la llamada que hiciera a su jefa para renunciar, menos cuando empacó sus cosas y se mudó a casa de Lola y donde estas tres últimas semanas había iniciado una tórrida relación cargada de sexo y placer. Aunque en el fondo ella sabia que eso no duraría pues ella, aun estando enamorada de Lola necesitaba algo más, algo que Lola no podía darle.

En realidad eso era lo que ella debía recordar y pensar pues las últimas tres semanas las había pasado en una instalación dentro de las Clínicas Baxter cariñosamente denominada “La Colmena”.

Todos sus recuerdos y sensaciones habían sido implantados en su memoria por un nuevo software que recreaba realidades. Lissy al igual que un incontable número de sumisas se mantenían casi en animación suspendida dentro de capullos semirígidos, ellas eran alimentadas por tubos o sondas nasogástricas, sedadas, nutridas e hidratadas vía intravenosa, sus excretas y fluidos limpiados por bombas de vacío y chorros de agua. Estos equipos algunas veces eran reemplazados por vibradores y consoladores, al igual que periódicamente los capullos cambiaban su forma alterando su postura para ejercitar sus músculos y evitar atrofia por inmovilidad.

En las semanas siguientes Lissy rompería con Lola y por esos extraños giros del destino recibiría una propuesta de trabajo para diseñar un extremadamente lujoso hotel en un emirato de Arabia, en realidad diseñaría el hotel y los últimos tres niveles del edificio serian el harén de su nuevo dueño, otra propuesta que no podría rechazar. Algunos ajustes especiales y detalles deberían ser incluidos en el perfil de Lissy y para esto se requerirían un par de semanas de implantación y prueba. Esto no le importaría a su nuevo dueño que estaría encantado de tener una Bimbo perfecta a sus pies.

Después de casi una hora de haberse despedido de sus socios, una alarma silenciosa empezó a vibrar en teléfono agenda de Robert, caminando por un corto pasillo que lo sacó del área de subastas entró a un pequeño lobby donde Helen lo recibió en un excitante mini vestido negro y zapatos de tacón de aguja, sosteniendo en sus manos la cadena de Vivi, que descansaba a su lado desnuda de rodillas con sus manos detrás de la nuca, su espalda arqueada y levantando sus pechos.

– Todos han llegado amo, ya han votado y esperan por usted para concluir la sesión.

– Buena chica Helen, ¿cómo se comporta nuestra nueva perrita?

– Se puede decir que se adapta muy bien a su rol de mascota. La medalla se la colgué de la teta y el pergamino se lo iba a meter en el culo, pero luego pensé que se estropearía y no podría colgarlo junto a sus otros reconocimientos.

– Bien pensado, igual hay mejores cosas para meterle y llenarle el culo a Vivi.

En el marco del evento de caridad organizado por la Asociación de Damas Empresarias de la Ciudad, se había hecho un reconocimiento especial a Vivian Deveraux como la mujer empresaria del año. La fotografía de Vivian Deveraux, en un elegante vestido sonriendo al recibir su reconocimiento, que saldría publicada en las páginas de sociales en periódicos y revistas, distaba mucho de la imagen de perra amaestrada que veía Robert en ese momento. En algunos casos esa misma foto elegante decoraría la noticia sobre el millonario donativo que Vivian había realizado a un consorcio privado de investigación científica, donativo al cual ella se refería como “Mi humilde contribución al desarrollo de tecnologías que hagan de este mundo un lugar más agradable”.

Robert acariciaba la cabeza de Vivian como si de un cachorro se tratara.

– Buena chica, buena chica, eres toda una perra de listón azul…

Vivian empezó a soltar babas que mojaban su entrepierna y escurrían por la parte interna de los mulos, Robert atrapó su barbilla y la levantó con fuerza obligándola a mirarlo y le dijo

– Córrete para mi puta.

Robert observó como la empresaria del año empezó a convulsionar y sus ojos rotaron en sus cuencas hasta que solo mostró el pálido blanco, mientras su cuerpo se estremecía producto del orgasmo. Robert sonrió complacido y soltándole la barbilla a Vivi su cabeza se inclino y la saliva se escapó de la comisura de sus labios y fue a parar sobre sus tetas, babeando su piel y haciendo brillar sus pechos. Robert continuó su camino a la sala de juntas.

Entrando a la sala de conferencias se reunió con le Consejo Directivo de Industrias Fredensborg. En la mesa lo esperaban el Dr. Duval encargado de asuntos legales, el Dr. Luis Barreto encargado de la clínica dental y el salón de tatuajes que funcionaban como centro de captura secundario de nuevas candidatas a profesionales, Mr. Logan dueños de la Corporación Loggan Aeroespacial y encargado de transportación, el Dr. Michael James Baxter dueño legal de Biotecnologías y Clínicas Baxter y finalmente el Sr. Tetsu Hasegawa, dueño de Hasegawa Group, encargado de proveer los bioquímicas necesarios para las profesionales.

El primero en tomar la palabra fue el Dr. Duval y dirigiéndose a Robert dijo.

– En las últimas semanas el consejo nos hemos reunido para evaluar la petición que nos hicieras, hemos evaluado la solicitud detalladamente puesto que la tarea no resultaría sencilla desde ningún punto de vista. Después de muchas deliberaciones se ha decidido ejecutar el plan, y por arriesgado que este sea, si no podemos lograr este encargo del Sr. Toscanni no podríamos decir que somos la mejor y única industria de nuestro tipo. Como ves esto se ha convertido en una cuestión más que económica, es una cuestión de egos, honor y tener suficientes “huevos” para hacerlo.

– Les agradezco su confianza y deferencia caballeros.

– Te agradecemos a ti Robert que te has tomado la molestia de idear este plan. Dicho todo lo necesario disfrutemos del final de la velada.

Diciendo esto los miembros del consejo se levantaron, y cada quien tomó a su o sus perras que esperaban ansiosas de rodillas o a cuatro patas bajo la mesa o junto a sus sillas, todos volvieron a la fiesta y Robert se quedó sentado a la mesa. Abriendo un poco su saco extrajo de un bolsillo la foto de una hermosa joven de por lo menos 26 años, de estatura media, piel clara levemente tostada por sesiones de bronceado, cabellos castaños con rayos dorados, un hermoso par de ojos azules verdosos y por lo que se puede ver en la foto un excelente par de senos, una cintura y caderas bien cuidadas y un rico trasero, una sonrisa discreta ilumina su rostro de facciones delicadas. Robert recordaba con exactos detalles la primera vez que había visto esa foto.

“- Eres un hombre inteligente Robert de eso no hay duda. Todo tiene un precio y mi colaboración con ustedes también lo tendrá, pero como sabrás hay cosas que ni todo el oro del mundo puede conseguir para un hombre.

Diciendo esto Bruno extendió un documento a Robert y al revisarlo Robert miró a Bruno fijamente, en el rostro de Bruno no había en menor signo de duda. Luego Robert extrajo del documento una foto y después de meditarlo unos minutos dijo.

– No será fácil pero la vida esta llena de retos a superar.”

Eso había conversado con Bruno Toscanni mientras le entregaba a Robert la foto de Kateryn Francesca Toscanni Tassinari, la hija de Francesca Tassinari. Francesca fue la más hermosa y cotizada modelo de su época, quien se había casado con Alessandro Toscanni, padre de Bruno. Alessandro era un magnate de la industria bancaria que había hecho su fortuna en el negocio de casinos. Esto convertía a Bruno y a Kateryn en hermanastros. Habían vivido juntos por muchos años, siendo una familia normal y feliz pero todo cambio a raíz de la muerte de ambos padres, en un sospechoso accidente de transito, la fortuna Toscanni fue repartida a partes iguales y la custodia y el manejo del fideicomiso de ambos adolescentes fue otorgado a su tío Giusseppe Toscanni.

Obviamente Robert conocía cada detalle de la familia Toscanni pues por meses había evaluado y estudiado la posibilidad de incluir a Bruno en las operaciones de Industrias Fredensborg. Claro que estas invitaciones no se hacían a cualquiera. Era todo un honor ser seleccionado por el consejo para ser un integrante más, ni siquiera esos chicos (o chicas en algunos casos) ricos, egocéntricos y malcriados eran tomados en cuenta para alquilar una esclava, mucho menos para integrar el consejo.

Lo que Robert desconocía era que Bruno Toscanni siempre había fantaseado con la idea de hacer a Kateryn su mujer. Desde su adolescencia se había fijado la meta de poseer a Kateryn y ya siendo adultos Bruno había hecho su mejor avance pero Kateryn le había rechazado de forma muy directa y diplomática. Desde ese momento la relación entre ambos había cambiado a una verdadera lucha de poder y cuando la propuesta de Robert entro en la escena, Bruno Toscanni finalmente encontró la pieza clave para cobrar su venganza y adueñarse de Kateryn.

Robert guardo la foto nuevamente en su bolsillo y tomando otros documentos pudo leer en ellos “Proyecto Fénix”, y ver más fotos que presentaban a Kateryn en ropa de oficina y en actividades comunitarias, varias fotos en campamentos de refugiados brindado ayuda internacional, o varias fotos donde se le ve en un traje de neopreno deportivo saliendo del mar en una playa, en una de las muchas competencias de triatlón en las que participaba, en la mayoría de las veces en eventos con premios donados a la caridad.

Un recorte de prensa la presentaba en la alfombra roja de una actividad de beneficencia. Llevaba puesto un elegante vestido de noche que hacia juego con sus joya y accesorios, entre esos accesorios el que más destacaba era su acompañante vestido de smoking con una banda escarlata cubriendo parte de su camisa blanca, el artículo se titulaba “Noche de Cuento de Hadas, el Príncipe y su prometida se presentan en sociedad”. Se rumoraba fuertemente que Kateryn Toscanni y el Príncipe Friederic Ernest VanAule, heredero de la corona de Bretonslavia, anunciarían en cuestión de días su compromiso y contraerían nupcias en los próximos meses, luego de concluir el príncipe una misión de ayuda humanitaria internacional.

Robert cerro la carpeta de documentos y se levanto para unirse a sus clientes y socios, mientras avanzaba por el pasillo iba reenumerando cada detalle del plan a ejecutar, ahora era el turno de Robert para demostrar cuan inteligente podía ser el dragón para arrebatare la princesa al príncipe y confinarla a la torre más alta.

Oficinas del Grupo Toscanni.

Sala de Reuniones

Sesión de la Junta Directiva del Grupo Toscanni.

Hacia escasos quince minutos desde que la reunión había iniciado y habían pasado solo diez minutos desde que comenzó la habitual discusión de metas y directrices entre Bruno Toscanni y Kateryn Toscanni. Era tan habitual que el carácter tan dominante de estos dos personajes chocaran en la mesa de juntas que asistir a una reunión sin presenciar una buena pelea entre ellos, era como sentarse a mirar la TV sin encenderla. A Kateryn le parecía absurdo invertir tanto dinero un el nuevo proyecto de casinos online que Bruno había presentado. Bruno defendía su proyecto diciendo.

– Pues esa es una cifra irrisoria en comparación a los beneficios que obtendremos en cuanto el sistema se posicione en el mercado, con la reputación de nuestros casinos la competencia se ira a pique en solo un par de meses.

Kateryn lo observaba y sin la menor muestra de irritación o apasionamiento le contestó:

– Bruno no creo que debamos seguir discutiendo esto, no me parece que esto sea más importante que la restructuración de nuestros casinos reales. No creo que tengamos tiempo para tus casinos virtuales…

Antes de que Bruno saltara sobre la mesa y apuñalara el cuello de Kateryn con su bolígrafo de oro, o por lo menos eso había pensado hacer, Giusseppe Toscanni tomó la palabra para apaciguar los ánimos. Con voz pausada y tranquila como era su costumbre, mirándolos a ambos dijo.

– Si me permiten expresarles mi opinión, creo que deberíamos tomarnos un tiempo y revisar con más detalle y cuidado la propuesta de Bruno y poder dale espacio a la ejecución de la restructuración que Kateryn tiene ya en desarrollo.

Voces y murmullos de aceptación llenaron la sala de conferencias y una sonriente Kateryn se levanto de la junta diciendo.

– En ese caso estaremos revisando el tema en cuanto me reintegre a la oficina, luego de mis vacaciones.

Sonriéndole a Bruno terminó por salir y se dirigió a su despacho, Giusseppe intentó decirle alguna frase de animo a Bruno para calmarlo, pero Bruno lo detuvo con un gesto de manos, ambos salieron de la sala de reuniones y Bruno volvió a su despacho.

Kateryn llegó sonriendo a su oficina encontrándose con Malena, su secretaria y asistente personal, a la cual saludó alegremente.

– Buona sera Malena ¿come stai?

– Buona sera Kateryna, tutto bene.

Malena se notaba algo nerviosa por la repentina llegada de su jefa, quien la observaba de manera inquisitiva. Malena bajó la vista al teclado de su computadora como si fuera una niña atrapada en una travesura.

– Malena ¿qué hemos conversado sobre las redes sociales en horas de oficina?

– Solo entre un momento a revisar los comentarios a mis fotos…

– No quiero ni saber como lograste burlar el firewall de la oficina pero te recuerdo que los chicos de informática no estarán contentos ni contigo ni conmigo.

– Solo contestaré unos comentarios de mis fotos de vacaciones y me desconecto jefa y no lo volveré a hacer.

Kateryn le sonrió cariñosamente al verla sentada frente a la computadora revisando su cuenta.

– Intenta terminar rápido con eso, aunque creo que te tomará algo de tiempo. Tienes más documentadas tus vacaciones que las misiones a la luna. ¿Cuantas fotos tomaste en dos semanas?

– Emmmm… Solo un par de cientos pero la pase de maravilla…

– Eso se nota en las fotos y en ese lindo bronceado… Ahora será mi turno.

– Me cuesta creer que hoy sea el primer día en dos años que su agenda este completa y absolutamente vacía, no hay reuniones, no hay video conferencia, ni siquiera una cita para tomar un te… jefa puedo decirle que esta todo listo para su viaje.

– Gracias Malena no te preocupes por la agenda, recuperaremos todo el tiempo “perdido” a mi regreso, prepárate por que la siguiente semana será de las más pesadas.

– Pero jefa eso no será tiempo perdido… Menos si estará en compañía de su príncipe.

Ambas rieron pícaramente y la curiosidad de Malena se impuso y le preguntó con franqueza a Kateryn.

– Esa felicidad no solo es por su viaje jefa, ¿Cuénteme que ha pasado en la reunión?

Kateryn sonriéndole con aire triunfador le dijo.

– Volví a demostrarle a Bruno que debe pensarlo dos veces antes de enfrentarme en una reunión de junta directiva.

– ¿Otra vez jefa, Pero es que el Sr. Bruno no logra aprender?

– Al parecer no logra entender que yo soy la del carisma y de las buenas ideas. Espero que algún día se de por vencido.

– Me alegra que este tan contenta jefa.

– Como no estarlo Malena, bueno debo disfrutar estos días de libertad… En cuanto se anuncie el compromiso y la fecha de la boda, todo será otro mundo y ya se me agotaron las excusas para rechazar la protección de la guardia real.

Malena la despidió con una sonrisa y Kateryn entró a su oficina para hacer las llamadas de rutina antes de salir de la oficina rumbo a sus vacaciones, Los minutos pasaron y ella conversaba con sus clientes.

– Si señora McMuller, los documentos estarán mañana en su despacho para la firma…. Sí, me iré de vacaciones, sí ya sé que trabajo demasiado…. No, no solo será una semana… Con gusto le saludare al príncipe… Gracias que amable. Sí, es verdad, en televisión nos vemos más altos…

La puerta de la oficina se abrió y fue interrumpida por la llegada de Bruno, se le notaba más calmado. Ella acostumbrada a esas visitas inesperadas levantó un dedo indicándole que la espere mientras seguía hablando…

– Sí, con gusto nos reuniremos a mi regreso, igualmente ciao.

Un momento después cerró la llamada y antes de atenderlo el teléfono sonó, ella accionó el intercom, una exaltada Malena dijo.

– “Lo siento jefa, fue más rápido que yo, esta vez no pude detenerlo”.

Bruno levantando la voz dijo.

– Siempre soy más rápido que tu Malena, no sé por que insistes en intentar retrazarme en la entrada.

– “¿Esta puesto el intercom? Que pena Sr. Bruno…”

La línea quedó en silencio, y Kateryn le interrogó mientras Bruno sonreía.

– Supongo que no vienes a desearme un buen viaje…

– Claro que a eso he venido ¿Por qué siempre a la defensiva?

– Porque me enseñaste y aprendí muy bien de ti. Aunque mi técnica es más sutil, dulce y delicada.

– Touché… En realidad vine a mostrarte estas cifras y a pedirte que firmes el contrato de ejecución de la plataforma online.

Kateryn iba a iniciar su planeado ataque cuando el intercom empezó a sonar insistentemente.

– “Jefa lo peor, lo peor a pasado…”

– ¿Qué ha pasado Malena no me asustes?

– “Jefa han llamado del aeropuerto, el jet privado para su viaje no puede despegar han descubierto un problema en una turbina…”

– ¿Eso es lo peor? Alquila otro avión y que Richie este listo par salir…

– “Jefa he llamado a todos los servicio de vuelos y no tienen nada disponible hasta mañana… creo que deberíamos llamar al príncipe y …”

Kateryn recogiendo el teléfono desesperadamente dijo.

– NO, ni hablar, la presentación del proyecto humanitario es mañana, tengo que viajar hoy, no le puedo dar este dolor de cabeza ahora.

Bruno sonrió mientras dijo:

– Sin contar que no podrías aceptar tu error de viajar a última hora…

Kateryn le lanzó una mirada asesina que Bruno respondió con una sonrisa y le ignoró sacando su celular para hacer una llamada.

– No importa que tengas que hacer Malena pero consígueme algo que vuele y me saque de aquí, please – cerrando la llamada, miró a Bruno y le dijo – ¿Algo más que necesites?, como ves no es el mejor momento para…

Bruno la interrumpió con el mismo gesto de manos que ella uso para hacerle esperar.

-”… Si, claro que te estaría agradecido… sí, pero necesito ese favor ahora…” – bajando su teléfono miró a Kateryn y le dijo – Estoy salvando tu trasero para que puedas lucirle tu bikini a tu sangre azul y tomen el sol juntos. Tengo el jet de un amigo saliendo de la ciudad, puede llevarte si quieres…

Kateryn lo miró molesta por el comentario pero dudosa de los benévolos motivos de Bruno.

– Qué considerado de tu parte pero ¿dime qué ganas con ayudarme?

– Yo nada, no sé que te hace pensar que hay algo de por medio en esto, no sé por que lo dices.

– Por que eres Bruno y te conozco.

– Buen punto, en ese caso y siendo completamente honesto, te pediré un favor. Quiero que estudies la propuesta…

– ¿Solo eso? Ok prometo leerla…

– No, no quiero que la leas y la olvides, quiero que la estudies y la analices.

Pensándolo unos segundos Kateryn le contestó.

– ¿No me dejaras en paz hasta que acepte, no es así?

– Que bien me conoces – Bruno levantó el celular y dijo – ” OK estaremos allí en unos 20 minutos, bueno ciao”. Andiamo, nos esperan…

– Pero yo no acepte…

– ¿Qué opciones te quedan?

Bruno salió de la oficina y Malena entró alterada diciéndole a Kateryn.

– Malas noticias jefa, no he podido conseguir nada para usted. Nada esta por salir, ni siquiera un vuelo con cabras o algo así – Kateryn la miró severamente pero a punto de reír y Malena dijo – claro que esa sería la última opción.

– Descuida Malena ya tengo como viajar.

– ¿Pero, como, cuando, quien?

– Como: En un jet privado, Cuando: Justo en este momento me esta esperando, Quien: Pues aunque no lo creas ha sido Bruno.

– Bruno, ¿El mismo Bruno que acabó de salir?

– Sí, ese, el mismo Bruno, ahora ayúdame por favor a sacar esta maleta…

– Pero jefa ¿esta segura de esto? yo me lo pensaría dos veces, es… es que es Bruno.

– Créeme, si tuviera tiempo te dejaba una declaración firmada haciendo responsable a Bruno si me rompo una uña, pero no tengo tiempo así que andiamo.

Ambas rieron mientras bajaban y al llegar al estacionamiento se encontraron con Giussepe, Bruno y Franchesco el chofer y escolta de Bruno. Un minuto después Richie el chofer de Kateryn apareció conduciendo el vehiculo que la llevaría al aeropuerto.

Giussepe con la serena voz que lo caracteriza se despidió de su sobrina.

– Espero verte pronto de vuelta y disfruta del viaje.

– No se diviertan mucho sin mí.

– Descuida me desconectaré de los negocios un tiempo mientras vuelves, iré a la granja a cuidar de mis hermosos animales.

– Cuidado al montar Giussepe. Te hará bien un cambio de aire.

– A todos nos hace bien un cambio. Ciao Bela.

– Ciao Giussepe, nos veremos pronto.

Dándole un beso se despidió y lo vio caminar con paso lento y el característico sonido del “plic plic” de la punta de su bastón al golpear el suelo, luego ella se aproximó a los autos, Bruno le entregó el sobre de documentos a Kateryn para que los estudiara.

– Yo no tendré tiempo para ver eso en mis vacaciones…

– Kateryn es un largo vuelo a tu destino y tú, yo y medio mundo sabemos que ese maletín no lleva cosméticos… Vives pegada a la red y viajas con la oficina a cuestas, ahora hazme el favor y guarda esto con tus cosas.

Bruno tomó el maletín de diseñador de la mano de Kateryn lo sostuvo mientras Kateryn de mala gana abrió el maletín y guardó los documentos junto a las demás cosas de su oficina portátil, entre ellas su computadora y un teléfono satelital.

Bruno abrió la puerta de su auto y le indicó que entrara.

– Gracias, pero viajo con Richie.

– Ok entonces viajo contigo, necesito conversar varias cosas, Franchesco cuida de esto y síguenos al aeropuerto, presto.

Bruno entregó el maletín de diseñador a su chofer y este lo guardó en el auto de Bruno.

Subieron al auto y tomaron ruta al aeropuerto. 12 minutos y varios arrepentimientos después, Kateryn y Bruno llegaron al aeropuerto. Terminados los trámites de rigor llegaron a la pista donde el jet les esperaba. Una sonriente chica rubia en uniforme de piloto les recibió en la pista.

– Bienvenidos, soy Daniella, les esperábamos. Pueden subir inmediatamente si gustan pero estaremos despegando en 15 minutos por una nave que declaró una emergencia y el aeropuerto esta en contingencia. Esperemos que solo sea algo de rutina y no afecte nuestro itinerario.

– En ese caso que suban el equipaje mientras conversamos.

Richie subió las maletas que casi llenaban el maletero del auto y Franchesco salió del auto y subió el maletín de Kateryn.

Minutos después Kateryn abordaba el jet y Bruno se despedía de ella en la escalera.

– Recuerda que me debes una, a tu vuelta arreglamos cuentas.

– Como si por un minuto hubiera pensado que no me recordarías esto cada 20 minutos, los siguientes 20 años, hablaremos al volver…

Diciendo esto entró al avión, la puerta se cerró operada por una hermosa asistente de vuelo.

– Bienvenida a bordo mi nombre es Angélica, ¿desea algo de tomar o de comer?

– Gracias pero así estoy bien, quisiera mi maletín para seguir trabajando mientras esperamos.

– Lo lamento pero en cualquier momento estaremos por despegar, esta prohibido el uso de equipo electrónico mientras el vuelo no alcance altura de crucero.

– OK, entonces esperaré.

Minutos después el despegue se realizó sin inconvenientes y el avión empezó a elevarse para alcanzar altura de crucero, momentos después Kateryn sacó su teléfono inteligente y se conectó al sistema de red de la nave, empezó a revisar su correo y a contestar su correspondencia, revisó las noticias y leyó reportes financieros que le llegan en automático a su correo electrónico.

El viaje continúo sin contratiempos y horas después Kateryn recordó su computadora en su maletín, pero solo de pensar en que allí estaban los documentos de Bruno fue suficiente para desanimarla y seguir solo en su teléfono.

Tiempo después la azafata se le acercó con un teléfono y le dijo que tiene una llamada.

– “Hola jefa ¿cómo va el viaje? Intenté comunicarme a su móvil pero ya esta fuera de cobertura, el Sr. Bruno me dio el número de satelital del avión.”

– “Hola Malena ¿qué tal, pasa algo en la oficina?”

– “No, todo esta bien, lamento molestarla pero tengo al Príncipe Friederic en la otra línea, ¿Quiere hablar con él?”

– “Listo, transfiere la llamada. Malena gracias por todo.”

Dos segundos después

– “Hola mi dama ¿cómo estas?”

– “Hola caballero, yo muy bien, ¿qué tal estas tú, cuéntame?”

– “Cuéntame tú preciosa, Malena me dijo que te tenia en la línea para hablar conmigo.”

– “Que raro, eso mismo me dijo a mí… Bueno el viaje un poco aburrido hasta hace unos segundos…”

La conversación continúo hasta que se empezó a perder algo de señal.

– “Casi no te puedo escuchar linda, te llamaré en unos minutos.”

– “Esta bien, de todas formas en un par de horas estaremos juntos…. ufff”

Una sacudida hizo que el avión se inclinara un poco a la izquierda.

– “¿Qué sucede, esta todo bien?, casi no te escucho.”

– “Todo bien, creo que fue una bolsa de aire…”

– Señorita debo pedirle se coloque el cinturón, estamos entrando a una zona de turbulencias.

– “Hablaremos después mi cielo debo cerrar.”

– “Mandare por ti al aerop…”

La conversación se corto y Kateryn miró asustada a la azafata.

– ¿Es normal tanto movimiento?

La azafata de pie intentó tranquilizarla.

– Sí es bastante normal en esta área, debe terminar en breve.

Otra sacudida, la azafata perdió pie y cayo al lado de uno de los sillones en el cual se sentó y rápidamente abrochó su cinturón, en el momento en que la nave se inclinaba a la derecha y caía en vacío. Kateryn se arrepintió de las bromas con Malena sobre culpar a Bruno si algo le sucedía. El avión vibraba en forma descontrolada, Kateryn se aferraba a su asiento y miraba como la azafata luchaba por abrir un compartimiento en el lateral de su sillón y sacaba un mascarilla de oxigeno, antes de ponerla sobre su rostro le gritó a Kateryn.

– Sáquela y póngasela.

Kateryn buscó desesperadamente el compartimento en su asiento, abrió y sacó la mascarilla, se la colocó y una nueva sacudida remeció el avión y ella inspiró profundamente apreciando el olor del que pudiera ser su último aliento. El avión siguió moviéndose, siguió aspirando y en segundos su respiración se empezó a estabilizar y sintió como si empezara a flotar, siguió sintiendo la vibración del avión y sus ojos dejaron de enfocar hasta cubrirse de una total oscuridad…

Club Ejecutivo de la Cuidad.

Salón VIP

En una de las elegantes salas del club ejecutivo de la cuidad, los poderosos hombres de negocios discutían alianzas y estrategias comerciales, mientras bebían o fumaban un buen habano. El Dr. Sagel se mantenía a una distancia prudente y revisaba con desgano un dossier de documentos, mientras en una de las muchas pantallas gigantes de TV pasaban las noticias más destacadas de la última hora, una sonriente María Patricia Zurita anunciaba el final del Noticiero con un pase en vivo hasta el Hotel Crowell Plaza de la ciudad, donde desde hace algunos días se hospedan uno más de los grupos de las mujeres más hermosas del planeta. Ese era el tercero de cinco grupos de concursantes que audicionarían ante los jueces del certamen Miss Belleza Internacional, este certamen seleccionaría las representantes más bellas de todo el planeta y en un evento tipo Realty Show estarían en los próximos meses, en giras, promociones, competencias y capacitaciones y donde la mejor de todas se llevaría en codiciado título de Miss Belleza Internacional. En pantalla las concursantes desfilaban en pasarelas ante los jueces, atendían entrevistas privadas con los jueces y organizadores y en la última escena todas las chicas del tercer grupo posaban en traje de baño en la piscina del hotel proyectando su mejor sonrisa y portando la banda que llevaba escrito el nombre del país al que representan. Los camarógrafos apuntaban sus lentes, mientras ellas posaban para las fotos teniendo de fondo el hotel o los banners con los logos de los patrocinadores del concurso, banners donde se destacaban el logo de Clínicas Estíticas Baxter.

Esta última cobertura de noticias llamó la atención de más de la mitad de los ejecutivos presente, Robert sonrío para si mismo mientras sostenía un informe de una candidata a profesional el cual contenía la siguiente información:

Miss Venezuela.

Nombre: Scarlet Rodríguez.

Ocupación: estudiante y modelo.

Medidas: 105-67-93.

Perfil psicosexual: La paciente es bisexual, presenta una marcada tendencia a la sumisión, figuras masculinas o femeninas que le representen poder para ella, pueden abusarle al tener un inusitada predilección por una variedad de fetiches que incluyen el Bondage, Máquinas sexuales y Humillación pública. Esto la hace masturbarse 3 o 4 veces al día, esto la mantiene calmada y así puede conservar su imagen publica intacta.

Diagnostico: Perra reprimida en público buscando la forma de balancear sus dos mundos.

Informe redactado por H. Bell

Nota: Revisar video adjunto a este documento.

Robert retiró una micro memoria de datos de un bolsillo del sobre, la insertó en su Teléfono inteligente y ajustó el volumen de su audífono bluetooth.

El video presentaba un primer plano de una puerta en un oficina bien iluminada con posters y fotos de reinas de bella es sus paredes, en un escritorio una chica esperaba sentada y una hermosa mujer entraba a la oficina. Una banda de color blanco y la palabra VENEZUELA cubrían transversalmente su ajustado vestido, sonriendo le dio la mano a su interlocutora y se sentó iniciando un par de preguntas y respuestas y una superflua conversación que en pocos minutos se convierte en un monologo. Los ojos de la chica se tornaron vacuos y su mirada se veía perdida, estonces Helen se levantó y colocándose a su lado empieza a acariciarle una teta y con la otra mano le peinaba los cabellos, la chica no reaccionaba y siguió contestando cada pregunta mientras Helen colocada a su espalda le masajeaba las tetas.

Todo era producto de un potente narcótico hipnótico administrado de forma cutánea como un gel aromático en el momento que dio la mano a Helen. Ahora Helen grababa toda la entrevista y la chica respondía sin resistencia a cada pedido u orden de Helen, incluyendo la orden de desnudarse completamente y colocarse frente a una pared blanca mientras Helen tomaba fotografías de cuerpo entero, desde todos los perfiles y ángulos.

Luego le ordenó sentarse y Miss Venezuela comenzó a contar su más morbosas fantasías sexuales respondiendo a la pregunta de Helen, empezó a masturbarse frente a la cámara mientras habla de como le gusta masturbarse 3 o 4 veces al día.

Al terminar de la entrevista la potente droga que la mantenía sumisa y obediente necesitaba ser contrarestada para que ella adquiera sus inhibiciones, su conciencia y control.

Ya vestida nuevamente la chica siguió con la mirada perdida y Helen se disponía a aplicarle el antídoto y observando la cámara sonrió al tener una idea. Levantó su elegante pierna hasta el escritorio y con un gotero dejó caer dos gotas del químico en los dedos de sus pies, manchando con un gel azul sus dedos. Mirando a la indefensa chica sentada frente a ella le ordenó:

– Lame mis pies putita de mierda.

Miss Venezuela cayó a 4 patas y su rostro se acercó al pie de Helen y su hermosa lengua inició a degustar cada dedo de una cada vez más excitada Helen, la chica siguió lamiendo y Helen le ordena.

– Chupa el pulgar…

Helen tuvo que sacar fuerza de voluntad para no correrse mientras la chica succionaba el dedo de su pie.

Un momento después ambas estaban sentadas en sus respectivos lugares y Helen hizo chasquear sus dedos y Miss Venezuela parpadeó de vuelta a la realidad.

– Disculpe, me repite la pregunta, debo estar un poco nerviosa me he quedado en blanco…

Helen le dijo sonriendo.

– Descuida linda obtengo esa misma reacción en muchas chicas que conozco.

Ambas chicas rieron por el comentario aunque solo una de ellas entendía el chiste.

Robert sonrió al revisar el juego de 8 fotos de la aturdida chica y un post-it el la última foto tiene marcado un beso en carmín y dice en letras manuscrita, “Me encanta mi trabajo, XoXo. Helen.”

Unos 3 a5 minutos habían pasado desde el final del noticiero y Robert se disponía a revisar los siguientes 4 dossiers etiquetados Miss Filipinas, Miss Ucrania, Miss México y Miss Australia.

La atención de Robert se desvió nuevamente a la pantalla de TV cuando luego de presentar por unos segundos la pantalla titulada Breaking News apareció en pantalla una agitada María Patricia Zurita. Muy pocos de los televidentes imaginarían que esa agitación era debida a que la hermosa Patty acostumbraba volver a su privado al terminar el noticiero y masturbarse como una gran puta, esta vez obviamente había sido interrumpida antes de acabar.

El masturbarse a diario en su camerino había sido uno de varios cambios en su comportamiento, pues luego de su aumento de busto había empezado vestir extremadamente sexy y varias veces se había atrapado coqueteándole a la cámara. Esos cambios no pasaban desapercibidos para nadie, hasta el raiting del noticiero había saltado 8 puntos de incremento.

Ella asustada por su comportamiento había buscado ayuda profesional y desde hacia semanas visitaba a la Dra. Carol Arellanos. “La Dra. de las estrellas” como le llamaban, pues se había convertido en la consultora de salud emocional (mental) de los ricos y famosos de la ciudad.

Solo hicieron falta dos sesiones con la doctora para entender claramente que todo su comportamiento era normal y que masturbarse luego del noticiero no era más que su forma de liberar tensión.

Tan natural era el masturbare que cuando en la tercera sesión la Dra. le pidió que se masturbara frente a ella en la consulta, ella no lo tuvo que pensar mucho, abrió sus piernas y metió dos dedos en su depilado coño frente la Dra. Fue una de las cosas más morbosas y humillantes que había hecho jamás, pero lo había disfrutado tanto. La buena Dra. le ayudo tanto que no paso mucho tiempo para que arrodillada entre las piernas de Patty la doctora le comiera el coño relajándola y liberándola de tanto estrés.

La ultima semana Patty había estado fantaseando con cambiar de roles y comerle el coño a su terapeuta, como una muestra de agradecimiento a todo lo que había disfrutado en manos de su terapeuta.

– “Interrumpimos nuestra programación regular para hacer un enlace en vivo con nuestra cadena hermana INN. Que nos informan de un desafortunado incidente. Francesco Bonatelli nos informa en vivo desde el lugar de los hechos…”

– “Así es María Patricia como bien dices y para quienes nos acaban de sintonizar lamentamos profundamente anunciar que las autoridades reportan la perdida de un jet privado, que se presume se precipitara al mar en aguas internacionales, la aeronave tripulada por al menos 3 personas había sido rentada para transporta a Kateryn Toscanni, ejecutiva senior de varias importantes empresas, miembro de varias instituciones filantrópicas y conocida por todos los medios de comunicación como la futura princesa de Bretonslavia, al estar comprometida con el príncipe Friederic heredero al trono de Bretonslavia, en este momento no tenemos reportes confirmados de decesos o supervivientes y un contingente de aeronaves y buques parte hacia el lugar donde se presume se desplomara la aeronave…”

Para ese momento todos los Televisores mostraban casi las mismas imágenes, el mismo modelo de avión, tomas lejanas de un aeropuerto o un periodista hablando con el edificio de la terminal o un avión de fondo, en el salón del club ejecutivos todos observaban la TV o hablaban de lo sucedido vía celular, varias de las camareras y alguno que otro camarero lloraban cubriéndose el rostro o la boca, las imágenes y videos de archivo de Kateryn se superponen al recuadro donde el presentador o el corresponsal explican los últimos sucesos.

Un hombre mayor de saco gris se acercó a la mesa de Robert y le dijo.

– ¿Puede creer esto?, esa mujer era… una santa.

Robert lo observó y pensó para si mismo, “Hace cinco minutos la hubieras mirado como mirabas a Miss Venezuela, solo un pedazo de carne al cual querías ensartarle tu verga, ahora que esa mujer esta muerta y es una santa. La hipocresía humana es inconmensurable.”

– Lamentable – dice Robert mientras revisaba un mensaje que hizo vibrar su teléfono, lo abrió, leyó “En Camino” volviendo a observar al hombre mayor dijo – Vaya, que cierto es eso de que las malas noticias llegan más rápido que las buenas noticias… discúlpeme debo irme.

Levantándose tomó los archivos, les guardó en un maletín y se dirigió a la salida dejando a todo el mundo “pegado” a la TV.

Continuara…

Muchas gracias a todos los que se han tomado su valioso tiempo en leer este relato y les insto escribir sus comentarios. Saber su opinión es la mejor manera de mejorar los relatos.

Blackfires.

blackfires@hotmail.com

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