
Desgraciadamente no pudimos quedarnos en la cama mucho tiempo. Ese viernes debíamos realizar el estudio que había sido encargado a nuestro grupo y a pesar de ser Mercedes la jefa de la cátedra, tuvimos que hacerlo y eso nos obligó a establecer por primera vez cual serían nuestros papeles fuera de la cama. La profesora fue la primera en tocar el tema: ―Ama, necesito hablar con usted. Irene miró a su sumisa y mientras se quedaba pensando en que iba a ser divertido tenerla a su completa disposición, con un gesto de su mano le dio permiso para empezar. […]



















