
Mi trabajo como prostituto de lujo me ha dado la oportunidad de conocer a muchos tipos de mujeres, desde la típica remilgada que se conformaba con un polvo a las más ardientes de las hembras. Dentro de este último tipo tengo que hacer especial mención a Yuko, una japonesa insaciable. La conocí a raíz de una convención de Lancôme que tuvo lugar en Nueva York. Todavía recuerdo como me contrató: Debido a que en Estados Unidos esa semana se celebraba la fiesta de “acción de gracias”, mi clientela había estado extrañamente desaparecida y por eso llevaba cinco días sin […]
