
Todavía hoy me cuesta comprender las razones que tuvo Defoe para silenciar la llegada de dos de sus compatriotas a la isla. Sinceramente creo que ese “olvido” es una nueva muestra de su puritanismo y que consideraba poco apropiado mostrar a sus lectores que unas inglesas se subordinaran sexualmente a Viernes o que aceptaran entregarse a Crusoe y a su salvaje como esposas. Si bien podía haberlas usado para ensalzar el papel de mi antepasado al rescatarlas, creo que le resultó difícil conciliar la presencia de esas damas en su cama con la imagen de buen cristiano que deseaba mostrar […]