
CAPÍTULO 10 Tal y como estaba previsto durante dos semanas se programaron distintas visitas a toda aquella empresa con intereses en Samoya. Si bien en un principio todos se mostraron interesados en congraciarse con la princesa, no fue hasta que comenzaron a circular rumores sobre la mala salud del rey cuando se empezaron a acumular en nuestra puerta, ejecutivos urgidos de cerrar un trato. De esa forma antes que terminara el mes, la empresa que compartía con Sergio ya había firmado acuerdos de colaboración por cerca de setenta millones de euros, de los cuales me correspondían diecisiete y a mi […]