
CAPÍTULO 9 Al día siguiente unas risas provenientes del baño me despertaron y todavía medio dormido, me levanté a comprobar que era lo que pasaba. Me espabilé de golpe al cruzar la puerta ya que no me esperaba encontrarme a Sovann sentada en el váter y con su pubis lleno de espuma mientras su secretaria cuchilla en mano se lo afeitaba. -¿Y esto?- pregunté riendo al contemplar la escena. Con una sonrisa de oreja a oreja, Loun contestó: -A la princesa le encantó mi coñito sin pelo y me pidió que la ayudara porque quería llevarlo igual. Reconozco que sus […]