
CAPÍTULO 5. AUNG ME ENTREGA A MARÍA. A pesar de haber desvirgado a una de las chavalas, todavía no me había hecho a la idea de ser el dueño y señor de las birmanas y por ello me quedé mirando cuando María me hizo gala del poder que tenía sobre ellas y más en particular sobre la que percibí como su favorita. Y es que con todo lujo de detalles mi esposa comenzó a explicarme cómo había descubierto durante el baño que esas criaturas daban por sentado que sus labores irían más allá de la limpieza. ―No te imaginas mi […]