
13 Paloma, la vecina, tenía un cabreo de narices al saber que la pareja de su ex se nos haya escapado viva por muy poco. Recordando su comportamiento, mi esposa decide darle un escarmiento y la ata contra el cabecero. Al llegar al apartamento, Paloma tardó en tranquilizarse. Aunque había disfrutado y mucho esa mañana en la pequeña cala, no podía dejar a un lado que la novia de su ex se había escapado viva. «Faltó muy poco para que claudicara», pensó al recordar a María mamando de sus pechos. Aunque en un principio su intención era escandalizar […]