
Al llegar a casa, las dos me hicieron saber que querían descansar y por eso mientras ellas se quedaban viendo la tele, decidí irme a dar una vuelta por el pueblo. Esa huida era para darles la oportunidad de hablar entre ellas sin tenerme a mí merodeando por la casa. Por eso, antes de salir, cogí por banda a Paloma y le pedí que tratara de sonsacar a mi mujer sin ser muy directa. ―Deja eso de mi cuenta― respondió mientras aprovechaba para dar un buen magreo a mi paquete con sus manos. Descojonado, la dejé hacer y cuando ya […]