
Sentado un viernes en mi oficina, enfrascado en mi trabajo, no me había dado cuenta que estaba sonando el teléfono. Al contestar la voz de la telefonista de mi empresa me informó: -Don Manuel, una señora pregunta por usted, dice que es personal-. Molesto por la interrupción, le pedí que me la pasara, esperaba que fuera importante y no la típica empleada de una empresa que utiliza esta estratagema con el objeto que le respondas. Era Patricia, la esposa de Miguel, mi mejor amigo. Nunca me había llamado, por lo que al oírla pensé que algo grave ocurría. -Pati, ¿en […]