
Toda mujer que se precie debería de huir de mi vecino si quiere mantener un mínimo de dignidad. Desgraciadamente desde casi niña me han gustado los “malotes” y por mucho que intento evitarlos, siempre caigo en sus redes. Me imagino que si algún día se lo contara a un psicólogo, este me vendría con la típica explicación freudiana pero yo me conozco y sin entrar en más detalles, sé que me vuelven loca los tipos golfos. Ya en el instituto solo salía con los más mujeriegos y si encima eran repetidores, mucho mejor. Un claro ejemplo es el […]