
Alicia bajó a desayunar bastante despejada pero, en cuanto vio a su madre, se acordó de lo ocurrido el día anterior. – Hola cariño. ¿Que tal has dormido? – Preguntó ésta. – Bueno, podría haber dormido mejor… – Pues espero que te recuperes rápido, que todavía tenemos cosas que hacer. Alicia la contestó con algo parecido a un gruñido y la observó mientras ponía el desayuno. Sabía que su madre era atractiva, pero nunca había tomado consciencia de lo atractiva que era. Llevaba puesto un ligero pijama, algo transparente, que se ajustababa sus curvas. Todavía no se había puesto sujetador, […]