
Al día siguiente, durante las prácticas, miraba desde las gradas como las muchachas jugaban; en ese momento se enfrentaba por un lado Leticia y por el otro Grecia, aunque los equipos eran aleatorios y no estaban con sus respectivas amigas la rivalidad entre ambas chicas era evidente. Yo me encontraba hasta la parte más baja de las gradas y en ese momento, un tanto molestas, Karla y Dulce, las gemelas negras, bajaron y se sentaron cada una a mi lado. – Profesor, ¿se vale hacer eso? – preguntó Dulce. – ¿Qué cosa? – Sacar así, esta de Leticia saca bien […]